Viajemos más de 2300 años atrás. La muerte de Alejandro Magno no solo trajo el ocaso de un gran lÃder militar, sino que abrió un periodo de largos y terribles conflictos entre sus generales, los diádocos. La tradicional conflictividad de los griegos se esparció por el territorio que llegó a dominar el Imperio persa, que de cierta manera mantuvo la paz y la prosperidad dentro de sus fronteras, por más de 250 años.
¿Fueron los diádocos una catástrofe para el Medio Oriente, que consumió sus recursos y fuerzas en desastrosas guerras por más de 150 años? Te comparto un esbozo de mi nuevo artÃculo en el blog para que hagas tus deducciones:
La incapacidad de los sucesores de Alejandro llevó a los generales a dividir el territorio para su administración en nombre del rey. Por entonces la idea de partición no estaba en sus mentes. El Imperio alejandrino estarÃa vivo unos veinte años más. Pérdicas fue el mayor impulsor de la centralización. Los diversos cargos de la administración del imperio fueron confiados a los generales.
La unidad se rompió y los diadocos comenzaron a luchar por sus intereses particulares una vez que tomaron posesión de los territorios. Se libraron al menos seis guerras entre ellos. En medio de estos enfrentamientos murieron asesinados Pérdicas (321 a.C.), Filipo III (317 a.C.) y Alejandro IV (309 a.C).
Sin una autoridad central fuerte, el imperio de Alejandro se fragmentó. Casandro se quedó con la regencia de Macedonia y LisÃmaco con la de Tracia. Ptolomeo con la de Egipto, Seleuco con la de Mesopotamia y AntÃgono con la de Asia Menor y el Levante.
En el 308 a.C. la paz firmada tres años antes entre los diádocos se volvió a romper. Comenzaba la Cuarta Guerra de los Diádocos. Ptolomeo de Egipto y AntÃgono se aliaron en contra de Casandro. El primero se quedarÃa con Grecia y el segundo con las islas Egeas. Ptolomeo armó una flota y atacó Grecia, sin embargo, unos disturbios en Cirenaica lo hicieron abortar la expedición.
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