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Este espectacular edificio se construyó sobre el pesebre de Belén que vio nacer al Hijo de Dios y millones de personas lo visitan cada año en busca de conocer uno de los lugares más importantes de la religión cristiana.
El nacimiento de Jesús es un hecho histórico conocido y adorado por millones de personas en todo el mundo. Es un hito de la religión cristiana y su historia ha dado la vuelta al mundo llegando a los lugares más recónditos. Y es allí precisamente donde nació el Hijo de Dios, en un recóndito pesebre a las afueras de Belén. Hace 2023 años, la Virgen María dio a luz a Jesús en la actual Palestina, en el interior de un pequeño granero con un buey, una mula y su marido José.
Tras la muerte de Jesús, el evangelista Lucas, muy cercano a la familia más conocida del universo, pidió a María que le contara los aspectos más importantes de la vida del mesías, y obviamente, entre ellos estaba el día de su nacimiento. Fue precisamente Lucas el que registró el lugar donde el pequeño, perseguido desde su nacimiento, llegó al mundo. Helena de Constantinopla, madre del conocido emperador Constantino I, era fiel creyente de la historia de Jesús, por ello, ordenó construir iglesias por todo el territorio. La más importante fue aquella dedicada a honrar el lugar en el que nació el Hijo de Dios.
Una vez comprobado el lugar exacto de su llegada al mundo, se decidió levantar una enorme basílica decorada con unos de los materiales más caros que existen, el oro y el lapislázuli. Desde ese momento, la Basílica de la Natividad se ha convertido en un lugar de peregrinación para miles de fieles y curiosos del cristianismo que desean conocer su historia. Realmente, no se puede comprobar que el pesebre original se conserve, pero sus reliquias siguen muy presentes en la actualidad.
En el interior de esta majestuosa iglesia se puede encontrar una pequeña cripta en la que se puede visitar el lugar donde se cree que nació Jesús. En el suelo de la gruta se puede apreciar la "estrella de Belén", que enmarca un agujero sobre el que se supone que se levantaba el pesebre. Este impresionante monumento entró en 2016 en el catálogo de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Este templo terrenal conserva sus campanarios y jardines originales, pero las continuas obras para mejorar su estructura hacen que siempre que se visite esté lleno de andamios y elementos de construcción. Sorprende pensar que en la ciudad en la que se encuentra, más del 98% de la población reza a la religión musulmana, y que cada vez son menos los cristianos del lugar. No obstante, esta basílica seguirá siendo un impresionante enclave de la religión cristiana que cada vez más personas visitan para entrar en contacto con la fe.
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