Corría el año 1714 y surgió el amor en la frontera hispano francesa, hoy territorio norteamericano de los Estados Unidos.
En los primeros años del siglo XVIII, españoles y franceses habían empezado a convivir en la frontera oriental de la Nueva España (tregua entre 1697 y 1718). Francia había conseguido llegar al Golfo de México desde sus territorios en el norte, y España no había logrado asentarse de forma efectiva en los declarados como propios entre Texas y La Florida.
La enorme cuenca del Misisipi marcaba una gran frontera entre Este y Oeste, y era también un lugar importante de flujo comercial entre el Norte y el Sur, con salida marítima al Golfo de México desde los Grandes Lagos, con lo que ello significaba. También era frontera india para ambas potencias.
Desde 1682, la Luisiana era nombrada así en honor de Luis XIV de Francia, e inicialmente fue más un área de intercambio comercial que una empresa colonizadora. Financiado por Antoine Crozat, al que le fue concedido el monopolio económico del territorio, el gobernador La Mothe Cadillac trató de impulsar el fomento del comercio con las provincias fronterizas de la Nueva España: Texas, Coahuila y Nuevo León.
En 1685, hubo una primera
expedición francesa colonizadora del Golfo de México al mando del capitán Robert Cavalier, Señor de La Salle. Buscando la desembocadura del Misisipi se perdió y tuvo que desembarcar unas 400 millas mas al oeste, en la bahía de Matagorda (Texas). Allí decidió establecer un fuerte y una colonia francesa, Fort Saint Louis.
Se instalaron cerca de lo que actualmente es la ciudad de Inez, en el condado de Victoria.
Aunque Texas era un territorio explorado por España, todavía no lo había ocupado, y lógicamente no vio con buenos ojos la instalación de esta colonia francesa.
La reacción española entonces fue la de enviar expediciones exploradoras para ver sobre el terreno la posibilidad de establecer misiones, colonias y ciudades. Texas tenía una tierra privilegiada y fértil, con abundantes bosques, ríos y búfalos, y la población nativa era menos hostil que en otros lugares.
Pero al poco tiempo el asentamiento francés en Matagorda fracasó, y el capitán y sus soldados perecieron trágicamente en territorio tejano. La mitad de los colonos murieron por enfermedad, y la otra mitad fueron asesinados por los indios karankawa en 1688, salvo cinco niños que eran los hermanos Talon (Marie-Madeleine de 15 años, Pierre de 12, Jean-Baptiste de 9, Lucien de 6 y Robert de 4 años). 
Los indios mantuvieron a los niños hasta que fueron rescatados por los españoles durante las expediciones de Alonso de León (1686-90) y Domingo Terán de los Ríos (1690-91), en las que también hallaron los restos del fuerte francés en la bahía de Matagorda.
Los hermanos Talon llevaban tatuajes indios en sus rostros y parte de sus cuerpos, y los dos más pequeños habían olvidado su lengua materna. Fueron llevados a Nueva España, donde vivieron en Ciudad de México durante 10 años. Luego Pierre, Jean Baptiste y Lucien volvieron a Francia.
Como resultado de estas expediciones españolas, en 1690 se fundaron dos misiones en el este de Texas en la comarca de Nabidache. Fueron llamadas Santísimo Nombre de María y San Francisco de los Tejas. Se había logrado hacer un pacto con los indios Hasinai para establecerlas, donde hoy se encuentra la ciudad de Nacogdoches (Tejas). Pero a los tres años tuvieron que cerrarlas principalmente por la larga distancia desde sus bases de aprovisionamiento en el río Bravo (río Grande). Durante ese tiempo los franceses por su parte había levantado algunos fuertes en el norte y centro de la cuenca del río Misisipi.
Ya por entonces existía de hecho un cierto grado de colaboración entre franceses y españoles tanto en la exploración del territorio como en la defensa mutua de los ataques de los indios. Así en una de las expediciones de Alonso de León, se les sumó el francés Jean Jarry considerado como valioso traductor y guía para localizar el fuerte francés abandonado en Matagorda y en otra Jacques Grollet y Jean L´Archevêque.
En 1699 se estableció otro fuerte francés en la costa, ahora más al este, en la Bahía Biloxi (estado de Alabama), y desde entonces no la abandonarían, lo que significaba que España perdía el control exclusivo de la costa del Golfo de México.
A pesar de la relativa colaboración franco-española sobre el terreno, el virrey de Nueva España sospechaba que había incursiones francesas sobre Texas, y ordenó en 1707 a todos los gobernadores provinciales que impidieran la entrada tanto a los extranjeros como a las mercancías de contrabando.
En 1711, el franciscano Francisco Hidalgo que ya había servido en las primeras misiones tejanas entre los indios Caddo en 1690, estaba empeñado en restablecerlas. Ante el poco interés del gobernador español en proporcionar fondos y tropas, Hidalgo solicitó ayuda al gobernador francés de Luisiana, Antoine de la Mothe Cadillac.
Cadillac, que tenía instrucciones de hacer rentable la colonia y esperaba que las relaciones con los asentamientos españoles próximos a Luisiana proporcionaran nuevas oportunidades comerciales, decidió entonces contactar con las autoridades de Nueva España enviando una pequeña embajada al frente de Louis Juchereau de St. Denis, que sería acompañado por los hermanos Pierre y Robert Talon, aquellos que de niños se libraron de la matanza del fuerte de San Luis y habían sido liberados por los españoles.
St Denis, que acababa de levantar el fuerte de Natchitoches en la orilla oriental del río Rojo en 1714 (los franceses pretendían afianzar su presencia lo más al oeste posible), partió hacia Texas ese mismo año con mercancías y una propuesta para restablecer las misiones que Hidalgo deseaba. El 19 de julio la delegación francesa llegó a la frontera española, que por entonces estaba en el río Grande. Allí fue interrogado y detenido.
El comandante del Presidio de San Juan Bautista (hoy Guerrero, Coahuila), Diego Ramón, le confiscó toda la mercancía y lo puso bajo arresto domiciliario durante 6 semanas en cumplimiento de la orden virreinal que prohibía el ingreso de comerciantes extranjeros o sus mercancías en el territorio español.
Durante esta detención es cuando surgió el romance entre St Denís y la nieta de la segunda esposa del comandante del Presidio, uno de los capitanes españoles mas importantes de la época, Gobernador de Cohauila entre 1687 y 1691.
Manuela, que así se llamaba la española, estaba bien relacionada socialmente y pertenecía a la clase dirigente de Nueva España. St. Denis, que se había enamorado de ella, quedó a la espera de la decisión del virrey de Nueva España respecto a los cargos que se le imputaban y de la propuesta que había traído.
Trasladado a Ciudad de México, e informado el virrey de todo lo acontecido, incluída la relación amorosa de la pareja, en marzo de 1715 decidió no solo exonerar a St. Denis de dichos cargos, sino que le propuso formar parte de la expedición que se estaba preparando para restablecer las misiones y presidios en el este de Texas, y regresar de nuevo al territorio de los Hasinai.
St Denís aceptó la propuesta, y mientras se preparaba la expedición que debía llevar colonos, misioneros, soldados y un gran número de reses a Texas, volvió a San Juan Bautista para casarse con Manuela de 18 años, a principios de 1716. Él tenía 39 años.
Ross Phares, autor de «Cavalier in the Wilderness», describió a Manuela como «una hermosa, encantadora, inteligente y enérgica miembro de una antigua y distinguida familia de España, y como tal posiblemente estaba tan bien equipada como cualquier mujer de esa edad«.
Los preparativos duraron más de un mes, ya que casi toda la intendencia tenía que adquirirse en Monclova, a unos 240 km al sur.
El día de la boda había siete sacerdotes en el altar y la celebración duró tres días, durante los cuales hubo banquetes, brindis y fuegos artificiales.
La expedición que finalmente se formó llegó a reunir 1.000 cabezas de ganado, a la cual se sumó Fray Margyl de Jesús como responsable de los misioneros que habían salido de Querétaro el 21 de enero también con vacas, bueyes, cabras, harina y trigo para los indios texanos.
Al mando del hijo de Diego Ramón, capitán Domingo Ramón, St. Denis (con el nombre castellanizado de Luis de San Dionisio) se incorporó a la expedición en San Juan Bautista el día 20 de abril de 1716, aunque por enfermedad de fray Margyll esta no partió hasta el día 26. Se le había nombrado «Cabo Convoyador» con el mismo sueldo que el capitán Domingo Ramón.
La caravana estaba compuesta por 75 personas (25 soldados, 2 familias, 13 solteros, 7 mujeres casadas, 1 soltera, 3 niños, 1 negro, 5 indios, 3 franceses, 9 misioneros franciscanos y 3 legos y el alférez Diego Ramón, hermano del Capitán Domingo.
El 20 de junio de 1716 llegaron a la antigua misión de San Francisco de los Tejas, que se había abandonado en 1693, donde fueron recibidos afablemente por los indios. Allí el 3 de julio se restableció la antigua misión con el nombre de Nuestro Padre de San Francisco de los Tejas para los indios Neche.
Varios días más tarde se fundó la misión de Nuestra Señora de la Purísima Concepción en el pueblo principal de Hasinai, tribu principal de la Confederación Caddo, a lo largo del Río de Angelina.
Una tercera misión, Nuestra Señora de Guadalupe, se estableció a 15 millas (24 kilómetros) al este de Purísima Concepción, en lo que es ahora Nacogdoches.
Finalmente se construyó la misión de San José de los Nazonis, entre los indios Nazoni al norte de Cushing actual.
Unos meses mas tarde, después de cruzar el río Sabine a principios de 1717 se fundó la única Misión española en el territorio de Luisiana, San Miguel de Linares de los Adaes, en (Robeline).
Después de estas fundaciones St Denis invitó al capitán Domingo Ramón a visitar el fuerte de Natchitoches, donde pudo observar las buenas relaciones que tenían los franceses con los indios.
Ese mismo año de 1717 se levantó otra misión en la frontera de Texas, la de Nuestra Señora de los Dolores de los Ais y el presidio de Nuestra Señora de los Dolores de los Tejas, frente a la misión de San Francisco de los Tejas. Finalmente cuatro años después en 1721 se construyó el presidio de Nuestra Señora del Pilar de los Adaes, en Luisiana, frente a la misión. Durante este período, toda la comarca fue llamada Nuevas Filipinas.
St Denis volvió a San Juan Bautista en abril de 1717 para reunirse con Manuela y continuar con los negocios, pero con la muerte de Luis XIV de Francia y el final de la Guerra de Sucesión Española, la cooperación franco-española se había terminado y las relaciones empezaron de nuevo a tensarse. Por ello, al llegar el 12 de julio de 1717, fue retenido y enviado a Ciudad de México por segunda vez.
Vista su causa por el juez, fue liberado de nuevo el 22 de noviembre, devolviéndosele sus bienes pero esta vez con medidas cautelares de no abandonar Nueva España. Regresó entonces a San Juan Bautista para reunirse con su esposa e hija, donde permaneció más de un año. Allí fue apoyado por la familia Ramón que también estaba interesada en mantener el comercio con los franceses.
De vuelta a Ciudad de México para ver el estado de su causa, tuvo información de que podría ser apresado por lo que decidió escapar, cosa que hizo el 15 de septiembre de 1518. Llegó a Natchitoches hacia el 24 de febrero de 1719, cuando a los pocos meses estalló una nueva guerra entre España y Francia. Las autoridades españolas permitieron que Manuela se reuniese con él entre 1719 y 1721, después de que el segundo hijo de la pareja hubiera nacido también en Nueva España.
Reunida la familia en Natchitoches a orillas del río Rojo, pasó allí el resto de sus vidas, en donde tuvieron cinco hijos más. Las 45 millas (72,4 km) de disputa entre España y Francia (río Sabine a río Rojo) dejarían de serlo cuando todo el territorio pasó a formar parte de España en 1764.
En enero de 1743 St Denis escribió a la corona francesa solicitando permiso para renunciar a su mando en Natchitoches y retirarse del servicio para mudarse con su esposa e hijos menores a Nueva España.
Meses después se le concedió su solicitud de retiro, pero no el traslado a Nueva España, que le fue denegado. Para compensarlo la corona francesa le nombró caballero de la Orden Real y Militar de San Luis, y le aseguró que sus hijos serían colocados de la mejor manera posible en el servicio real, y así fue.
St. Denis murió en Natchitoches el 11 de junio de 1744. Manuela (Emanuelle, adoptando su nombre francés), permaneció en la misma ciudad y continuó viviendo en la casa que St. Denis construyó para ella, en la propiedad ahora ocupada por el campus de la Universidad Estatal de Northwestern de Luisiana. Lady Emanuelle murió a los 61 años en Natchitoches el 16 de abril de 1758.
Esta valerosa mujer, suavizó en la medida de lo posible la dureza de la vida en la frontera y ayudó a que las relaciones personales franco-españolas no se interrumpieran. En sus primeros días en Natchitoches, no habiendo iglesia ni sacerdote, invitaba a los frailes de la cercana misión española, que su esposo había ayudado a fundar, a acudir a su casa para celebrar la misa.
Siempre atenta con las necesidades religiosas del pequeño asentamiento, era a menudo madrina de los niños de la guarnición, de los hijos de los líderes indios y de la población esclava local. Instruyó a sus propios hijos y a otros en la fe católica. Tuvo una vida plena entre México, Texas y Louisiana y dejó su huella en la historia de Louisiana.
Personajes:
Manuela Maria Stefania Sánchez Navarro y Gómez Mascorro (1697-1758) nació el 26 de abril de 1697. Hija de Diego Sánchez Navarro y Camacho y de Mariana Gómez Mascorro y Garza, fue bautizada en Monclova, Coahuila, México, en 1697.
Nieta de Feliciana Camacho Botello (abuela paterna) y de su primer marido Diego Sánchez. Su segundo marido fue el comandante Diego Ramón.
Casada con Louis Juchereau de St. Denis. Tuvieron siete hijos:
Louise Margarite, Marie Rose, Louise Charles Antoine, Marie Simone des Douliers, Marie Petronile Felicie, Marie des Neiges y Pierre Antoine.
Sus dos hijos varones no tuvieron hijos propios, solamente sus hijas le dieron descendencia.
Cinco de sus hijos vivieron hasta la edad adulta y todos fueron ciudadanos relevantes de la colonia francesa.
Louis Juchereau de St. Denis (1676-1744), nació en Beauport cerca de Quebec. Militar y comerciante francés que llegó a la región de la Louisiana a principios de 1699. Poco después se le encomendó el mando de un fuerte en el río Misisipi y luego otro mas al este en el río Alabama.
En septiembre de 1713 el gobernador de la Luisiana francesa, lo envió desde su puesto en el fuerte Mobile a remontar el río Rojo hasta la frontera suroccidental de Luisiana, para establecer un puesto avanzado francés, en la vanguardia del territorio español de México. St. Denis llegó a la zona de la actual Natchitoches a finales de ese año y construyó un fuerte, Fort Natchitoches.
Fue sucedido en 1743 como comandante por su yerno, Césaire de Blanc de Neuville, que se había casado con su hija, Marie des Douliers Simone. Cesaire fue comandante hasta su muerte en 1763.
Una segunda hija de St. Denis y Emanuelle, Marie Petronille Felicie, se casó con Athanaze de Mezieries, quien siguió a Césaire como comandante.
Diego Ramón (1651-1724) nació en Querétaro. Militar en Candela y en Santiago de la Monclova (1687-88) y Gobernador de Coahuila (1691-1698). Se casó en segundas nupcias con Feliciana Camacho Botello, abuela de Manuela. Tuvo al menos 3 hijas y 3 hijos. Levantó el Real Presidio de San Juan Bautista del río Grande (1701-1702), del que fue su comandante hasta el final de sus días. Falleció en 1719.
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