Hoy vamos a hablar sobre todo lo importante que hay que tener en cuenta a la hora de plantar tomates. El tomate o jitomate es una planta perenne de porte arbustivo que se cultiva anualmente, esto es lo que ponen los textos pero como nadie entiende este lenguaje y esto es ecocosas, que no seguiremos por ahí.
Vamos a plantar tomates simplemente porque es rico, nos gusta y se cultiva en todo el mundo, aunque es originario de México.
Es pariente del pimiento, de la patata, de la berenjena y del tabaco. Todas plantas de origen americano, y salvo la berenjena, todas las demás forman la familia de las solanáceas.
¿Cómo y cuándo plantar tomates?
La siembra del tomate se hace en primavera, aunque si tenemos invernadero casero, podemos empezar un poco antes.
Como la semilla de tomate se desarrolla muy rápido y precisa calor para germinar. Lo haremos en semillero, poniendo tan solo una semilla por cada hueco. Si ponemos más, será muy difícil de separar posteriormente los brotes y dos plantas muy juntas no crecerían bien.
Las semillas de tomate se debe enterrar aproximadamente 1 cm. Podemos cubrir el semillero con alguna bandeja de plástico a modo de invernadero.
Al la hora de plantar tomates, hay que tener en cuenta que la semilla precisa 20º para germinar, y tarda más o menos unos 4 o 5 días. Cuando la planta tenga unas 4 hojas y el grosor de una cerilla, ya la podemos trasplantar.
Para saber cómo hacer semilleros, os remitimos a este artículo. También para saber cómo obtener semillas de frutos, ver como cultivar con macetas.
La maceta debe ser como mínimo de 30 cm de profundidad. La distancia entre plantas, según los académicos debe ser 40 cm. A mí, sinceramente, me parece un disparate, ya que depende y mucho de la variedad escogida. Por experiencia con 10 o 15 cm es suficiente. Lo único que pasará es que van chocar las ramas de las unas con las otras, y en ese caso no pasa nada.
En las macetas tenemos que aprovechar el espacio. Es más, el tenerlas juntas me ahorra en tutores, porque muchas veces se sostienen la una con la otra.
Para la maceta buscaremos especies de poco porte, son menos exigentes, si queremos alguna de las altas, precisara maceta para ellas solas con tutores de cañas, como si estuviera en la tierra.
Si estamos comenzando y queremos probar podemos cultivar las variedades de cherry dan muchos frutos y son muy sencillas de cuidar.
Cómo plantar tomates en el huerto
Si por el contrario queremos plantar tomates en el huerto vamos a ver cómo procedemos. A finales de invierno o principios de primavera hacemos nuestro semillero de tomate, como explicamos antes.
Más o menos un mes o mes y medio después podemos trasplantar las tomateras, siempre y cuando las condiciones climatológicas nos lo permitan.
No hay fechas concretas ni puedo daros una fecha exacta pues en cada región es diferente.
Realmente el trasplante a tierra será más o menos a partir de principios o mediados de la primavera, así pues debemos coger las plantas que ya habíamos aclarado y separado para llevarlas a la huerta.
El tomate es una planta a la que le gusta mucho el sol y el agua en abundancia, y le encanta tener un suelo rico en nutrientes, ya que es una planta muy voraz. Sabiendo estas tres cosas, fundamentales nos irá bien con su cultivo, aunque es una planta sensible, muy sensible a enfermedades por exceso de humedad y a un montón de plagas.
Plantar tomates es sencillo. Es muy buena idea ponerle humus de lombriz en el fondo, y además, una cosa muy interesante es enterrar parte del tallo del tomate, para que así nos saque unas raíces auxiliares, que le vendrán muy bien para crecer con más fuerza y más sanas.
Es interesante también proteger las tomateras, sobre todo al principio, ya que si los hemos tenido en semillero un cambio de temperatura fuerte las podría matar.
Una vez plantadas y cuando tienen más o menos unos 15 o 20 centímetros, es muy interesante entutorar los tomates, de forma tal que no se arrastren por el suelo, siendo más fácil que se estropeen los frutos.
Otra cosa a tener en cuenta, y muy importante además, es ir podando los tomates a medida que van creciendo, esto es casi obligatorio revisarlo cada pocos días, por que si no, se nos pueden desmadrar las plantas.
Aparte de esto, es bueno asociar el cultivo con albahaca y con cebolla, cosa que ayudará mucho a proteger las tomateras de posibles plagas.
Tutorado de tomates
Una vez tenemos nuestros tomates plantados en el huerto o en el macetohuerto, si estamos todavía en climas templados o hay cambios de temperatura nocturnas, debemos proteger nuestros tomates.
Si no hayan crecido todavía lo suficiente como para necesitar tutor, debemos y podemos ir preparando los tutores, no lo vayamos dejando para el final y luego tengamos que hacerlo a la carrera.
Como y por qué entutorar a la hora de plantar tomates es la pregunta más frecuente con la que me encuentro en este cultivo.
Realmente es una de las tareas principales en el cultivo del tomate, junto a la de podar y quitarle los chupones al tomate. El entutorado se hace porque sino el tomate nos crecería rastrero y sería perjudicial para el fruto ya que sería mucho más fácil que se estropeara.
También es una cuestión de espacio, mejor tener las plantas de tomates entutoradas y que crezcan hacia arriba.
Por lo tanto el objetivo es ocupar menos espacio en la huerta, evitar que se estropee el fruto y facilitar su recogida.
Se puede entutorar con muchos materiales. Hay personas que usan cañas, que es una de las formas más comunes. También se puede usar las de bambú, o incluso ramas un poco gruesas de avellano o de cualquier árbol donde se irán atando las tomateras.
También se pueden usar barras de hierro corrugadas, porque realmente son tutores que duran toda la vida y no se me parten ni estropean con el tiempo.
Lo único que hay que tener cuidado con las barras corrugadas es que si estáis en climas muy cálidos pueden quemar la planta, pero no es algo tan común.
Para atarlos también se usan diferentes materiales. Yo uso rafia, que es lo más natural que hay y encima se biodegrada en el huerto una vez usada.
Es importante, recalcar que este es un proceso que tenemos que ir haciendo durante todo el cultivo mientras las plantas sigan creciendo.
Luego de plantar tomates en el huerto, toca protegerlos
Muchas veces intentamos adelantarnos al máximo en la época para plantar tomates en tierra, aunque las condiciones climatológicas no siempre sean las más adecuadas, bien porque aun estemos en épocas de cambios de temperatura o en las noches aun pueda hacer algo de frió.
Este sería uno de los últimos pasos para tener nuestros tomates en el huerto plantados, después de haber hecho el semillero a finales de invierno, después de haberlos plantado en la huerta, e incluso después de haberlos entutorado, nos quedaría proteger los tomates en el huerto para que nos crezcan sanos y fuertes y luego podar las tomateras para quitarle los chupones.
También este sencillo sistema de protección a la hora de plantar tomates, nos sirve, por el hecho que muchas veces tenemos los semilleros de tomate en invernaderos, donde las temperaturas son mucho más altas, y el llevarlos a la huerta puede ser un gran contraste para ellos, frenando el desarrollo o incluso llegándolos a estropear.
Así que aprovechemos de nuevo las botellas de plástico y reutilizemoslas, en este sencillo video veremos cómo se puede hacer:
Poda de tomates y quitar los chupones
Voy a explicar cómo podemos podar y quitar los chupones a los tomates, una tarea interesante y fundamental cuando tenemos tomateras de tamaño grande o indeterminado, para tener buenos tomates.
Si omitimos este paso y las dejamos crecer sin más, empezarán a sacar ramas y chupones de tal manera que nos resultaría imposible controlarlo.
Tener unos tomates, grandes y jugosos es el objetivo de muchos hortelanos, y puede ser tuyo con adecuadas técnicas de cultivo.
Una de las maneras más efectiva es tener que hacer esta poda de tomates, para que la planta no pierda tantos nutrientes en formar nuevas ramas y se centren en la formación del fruto, por ello es muy interesante una poda cuidadosa. Cuando se podan los de tomate, se refuerza la planta para dirigir su energía hacia el interior y hacer grandes frutos.
Esta tarea es interesante realizarla a partir de que el tomate empieza a sacar el primer chupón y luego repetirlo cada semana hasta el final del cultivo.
Si no retiras esos retoños cuando son pequeños, van a crecer tallos grandes, desviando la energía cada vez más lejos de la producción de las frutas y en la producción del follaje.
No se han de podar los tomates cuando las plantas están mojadas, ya que se corre el riesgo de propagar o introducir la enfermedad de las plantas mojadas.
Esto, al igual que entutorar luego de plantar tomates y protegerlos del frío primaveral, nos ayudará a tener una mejor cosecha de tomate.
Un pequeño tip, es que esos chupones, si son un poco grandes, de unos 10 cm, tranquilamente los podemos plantar en la tierra o en una maceta, y de ahí nos saldrá otra planta de tomate, en una semana aproximadamente, y tendrá raíz nueva.
Necesidades de las tomateras
Otra de las cosas que hay que tener en cuenta a la hora de plantar tomates son las necesidades de la planta: sol, abundante agua y una tierra que drene bien. Requieren abonado, si preparaste la maceta como te enseñamos no precisa mucho pero un poco de compost cada tanto no viene mal.
El viento al sembrar tomates
El viento no es un problema a la hora de plantar tomates. De hecho ayuda a la polinización de las flores, pero lo mejor son abejas, siempre es bueno plantar fresas cerca, ya que éstas son como imanes para las abejas.
Asociaciones con otras plantas al plantar tomates
Antes lo nombramos un poco a la ligera. Hay muchas plantas beneficiosas, como la albahaca, que mejora el gusto del tomate y mantiene alejada a la mosca blanca. También son buenas la menta, la caléndula, la melisa y el perejil. Y se lleva muy bien con sus primos los pimientos.
Reproducir las tomates por esquejes o patillas
Como se vio en el caso de los chupones, las tomateras no solo se pueden obtener de semilla, también funciona la técnica conocida como esqueje y podemos plantar tomates a partir de ellos.
La misma consiste en cortar una rama de una planta adulta. El corte debe ser sesgado (si fuese transversal no conseguimos nuestro objetivo), luego raspamos un poco con las tijeras o un cuchillo la parte abajo y la introducimos en un frasco con agua. La ponemos en algún lugar soleado pero sin incidencia directa.
A los dos o tres días comenzaremos a ver raíces, y cuando vemos que están más o menos largas, las pasamos a una maceta. Lo que hacemos es clonar una planta, ya que tendrá la misma información genética que la planta que la originó.
Además, se desarrollará y producirá tomates más rápido que cuando la plantamos desde la semilla. Esto lo descubrí por accidente, cuando cayo un parasol y quebró una rama de una tomatera. Decidí probar la técnica y funciona perfectamente. Cuando uno llega a plantar tomates varias veces encuentra nuevas cosas, como accidentes, que puede usar a su favor y pasan a formar parte del arsenal de conocimientos.
Plagas y enfermedades del tomate
Ya que hemos entrado a fondo en todo lo relacionado con plantar tomates, vamos a hablar de las plagas, algo realmente serio en cuanto a este cultivo. Las principal plagas que afectan a esta planta son insectos como la araña roja, la mosca blanca y los pulgones. Se ven en las hojas a simple vista. Por esto me gusta regar mis plantas, en vez de tener algún sistema automático, para ir controlando que esté todo bien en este sentido.
Esos 5 o 10 minutos que dura el riego de todo el huerto o macetohuerto, siempre y cuando este no sea muy grande, se aprovechan para ver cada planta de cerca, saber si hace falta abono porque tiene hojas amarillas, si está siendo atacadas por arañas y hay que ayudarla a defenderse, o si hay que quitarle los chupones.
Estas plagas la vamos a tratar fundamentalmente con agua y jabón. Hacemos una solución con jabón biodegradable y lo pulverizamos en las hojas y tallos en abundancia. Esto mata y aleja a los insectos. Se puede aplicar un par de veces al día, y en dos o tres días el problema debe estar resuelto. Es buena idea remover con la mano y con suavidad, los insectos y los huevos de las hojas.
Otra plaga son los nematodos en las raíces. Según mi experiencia, no son muy comunes en el cultivo en macetas. Yo lo que hago es dejar siempre raíces viejas de plantas ya cortadas en las macetas, a los nematodos le gusta mas un raíz muerta que viva. Hay también varios hongos y enfermedades tomate. Los hongos los podemos tratar con una solución de agua y leche de vaca, en relación de diez a uno, ya que es un buen fungicida o con un fungicida casero como el que hemos explicado en otro artículo. Sin embargo algunas de las enfermedades del tomate son intratables, y como hay mucha variedad le voy a poner una infografías que encontré. En todo caso, sino me mandan mail a contacto@ecocosas.com con fotos del problema y trato de ayudarles.
Hay diversos estudios muy interesantes centrados en los tipos de plagas más comunes a los que nos tenemos que enfrentar a la hora de plantar tomates en nuestro huerto. Si quieren ver los estragos que pueden llegar a hacer en un huerto ecológico como los que solemos cultivar, les recomiendo la película catalana La plaga, de Neus Ballús.
Cosecha de tomates
Por último, el fruto se cosecha cuando está rojo. Simplemente lo cortamos con unas tijeras para no dañar al resto de la planta y lo tendremos listo para comer de la forma que más nos guste.
A disfrutar de nuestros propios frutos obtenidos al plantar tomates en el huerto, es una de las mejores maneras de comerlos y, como verán, que son más ricos que cualquiera que el dinero pueda comprar.
Semillas de tomates: obtenerlas de nuestras propias plantas
Cuando una mata o tomatera dio unos tomates muy ricos o con alguna característica como tamaño o color que nos interese, elegiremos un par de sus mejores tomates y los dejaremos madurar en la planta lo máximo posible. Una vez caiga o lo quitemos, lo dejamos un poco más sobre la tierra, al menos un par de días. Luego abrimos el puré de tomate que tendremos para ese entonces, y en la cocina con un colador vamos quitando y limpiando las semillas.
Una vez limpias las semillas, las colocamos sobre un papel de cocina absorbente y las dejamos secar. Por último, se guardan en un sobre de papel. Y listo, ya tendremos nuestras propias semillas para plantar al año siguiente.
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