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Dallol es el lugar más inhóspito de nuestro planeta con lagos de colores que emanan de un volcán de ácido que impide la existencia de vida en la zona.
Nuestro planeta está lleno de lugares increíbles que no creemos que existan hasta que los vemos con nuestros propios ojos. Muchos de ellos se caracterizan por ser muy peligrosos o por su naturaleza sorprendente, pero hay algunos que asombran hasta a los más aventureros. Este es el caso de Dallol, ubicado en la Depresión de Danakil, en Etiopía. Este extraño paraje de África Oriental es un cráter volcánico o maar (cráter volcánico ancho y bajo) que pocos se atreven a visitar. Dallol se formó por la acumulación de magma en los depósitos salinos procedentes del Mioceno junto a la actividad hidrotermal.
Este increíble lugar puede llamar mucho la atención de los viajeros, pero es completamente nocivo para cualquier ser vivo. Sus colores verdes, amarillos y naranjas provienen de ácidos, óxidos de hierro y azufre que forman estanques y llanuras de sal. Pese a lo que se podría pensar, este paisaje no es muy antiguo, de hecho se formó hace menos de cien años, en 1926, cuando el volcán Dallol estalló y sus erupciones freáticas crearon semejante paisaje natural. Otros cráteres en erupción llenaron los salares cercanos y se convirtieron en respiraderos volcánicos a 45 metros por debajo del nivel del mar, siendo los más bajos del mundo.
Este desierto también cuenta con fuentes termales que sacan al exterior una salmuera tóxica y líquidos con muchos ácidos perjudiciales. Sus coloridas aguas parecen invitar a bañarte, pero la temperatura es sumamente alta y son extremadamente ácidas con una gran concentración de sales.
Además, en este lugar prácticamente no hay oxígeno y el clima de Dallol es el más caluroso del mundo, llegando a alcanzar hasta 50 grados en determinadas fechas del año. Por otra parte, la escasez de lluvias hacen de este lugar un paisaje árido y seco que imposibilitan los cultivos y la vida en general.
En esta parte del desierto de Danakil no existe vida de ningún tipo. Los microorganismos no son capaces de sobrevivir a los gases tóxicos que emanan del volcán bajo tierra y que salen a la superficie. En una investigación realizada por científicos en los años 2016 y 2018 se encontró por primera vez indicios de vida en forma de bacterias, pero tras un exhaustivo estudio se demostró que se trataba de una contaminación y que habían sido introducidas por las personas que realizaron la expedición al sitio.
Las últimas investigaciones demostraron la existencia de dos barreras que complican la vida en Dallol, una que contiene un gran nivel de magnesio que genera la destrucción de cualquier formación celular, y un segundo obstáculo que debido al exceso de ácido y sal impide la prosperidad de vida en agua líquida. Este hecho quiere decir que pese a que el lugar cuente con agua no puede ser habitado. Hasta el momento, el único hallazgo ha sido unos pequeños microfósiles que deben seguir siendo investigados.
Son muchos los valientes que se atreven a visitar este inhóspito lugar que llama la atención por sus llamativos colores. No obstante, el complejo geotérmico de Dallol en Etiopía es un entorno muy peligroso que puede suponer un riesgo para la salud debido a las nubes de gas tóxico y sus aguas a temperaturas excesivas y ácidos son nocivos para el ser humano y para cualquier forma de vida.
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