Se trata de una localidad de pescadores, con románticas
casas blancas y construcciones modernitas
Con la llegada del verano, cada vez son más habituales las escapadas a los pueblos colindantes de Barcelona. Para muchos es suficiente con descubrir románticas localidades costeras a menos de una hora de la capital catalana donde pasar una entretenida mañana de julio. Nosotros te proponemos un municipio a 45 minutos de Barcelona que esconde playas de aguas cristalinas. Hablamos de Sant Pol de Mar, en la comarca del Maresme.
PUEBLO COSTERO
Sant Pol de Mar es un antiguo pueblo de pescadores del Maresme, con casas blancas y calles estrechas que acaban en calas rocosas de arena granulada y aguas cristalinas. Una buena opción si estás buscando un lugar tranquilo fuera de Barcelona al que se pueda acceder fácilmente en tren y hacer en una excursión de un día.
Al recorrer las calles de su casco antiguo se puede disfrutar de su patrimonio arquitectónico con construcciones modernistas, en las que se aprecia la gran belleza del trabajo artesanal del hierro forjado y el azulejo pintado. También se caracteriza por sus edificios ligados a la tradición marinera de la localidad, como Can Coromines o Can Coderch: casas de veraneantes que se establecieron en Sant Pol de Mar.
RECOMENDACIÓN
Metrópoli recomienda pasear por las calles de Sant Pol de Mar contemplando las fachadas modernistas, indianas, de tradición marinera, novecentistas... y disfrutando de las plazas y rincones más auténticos de una villa marinera.
Así como hacer una parada en uno de los restaurantes de la zona para saborear la cocina autóctona y tradicional, basada en la dieta mediterránea y elaborada con productos de proximidad, tanto de la huerta como del mar, cultivados por los productores locales del Maresme.
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