Aunque ahora seamos fans del sushi, de la deconstrucción de comida y de la cocina molecular, los clásicos siempre estarán ahí. Y más si cuando nos referimos a los clásicos, hablamos de patatas bravas. Los hay que las prefieren picantes, mezcladas con ali oli o de los que quieren probarlas todas.
En ese último pack entramos nosotros, así que con un almax en una mano y un tenedor en la otra, pusimos rumbo a nuestra búsqueda de las mejores patatas de Barcelona. ¿El resultado? Una talla más de pantalón, una gran indecisión, pero con ganas de volver a repetir cualquier día. ¿Queréis volveros unos sibaritas de este tubérculo como nosotros? Coged lápiz y papel:
- Bar Tomàs: ¿vale más la fama que sus patatas? las opiniones están muy divididas y no parece haber un termino medio: son odiadas o amadas. Su salsa es secreta y la patata está más bien aceitada. Nosotros no podemos decir que fuesen nuestras favoritas, pero su fama les precede y no podíamos dejar de visitar este lugar.
C/ Major de Sarriá, 49 - Elsa y Fred: con música de piano en directo y una decoración muy retro y elegante, no esperas que sea uno de los mejores locales para tomar algo tan típico como unas bravas, pero lo es. Su salsa es bastante suave y está mezclada con un alioli muy cremoso, aunque tenemos que advertir que el servicio no siempre está de buen humor y dispuesto a atender con una sonrisa.
C/ Rec Comtal, 11 - Vivanda: si conseguís mesa en la terraza, además de unas bravas atrevidas, os encontraréis en un ambiente muy agradable. Su salsa es más alioli que brava, pero si queréis animarlas, solo tenéis que aliñarlas con el aceite de sobrasada que sirven con ellas.
C/ Major de Sarrià, 134 - El Bar: es el ejemplo de un bar clásico de toda la vida que ha sabido adaptarse a los tiempos que corren dando un toque moderno a los sabores más clásicos. Eso es lo que han hecho con sus bravas, cuya salsa no es ningún secreto para sus fieles clientes. Preparada con picadillo de chorizo, mayonesa casera y sofrito de tomate con chile. Irresistible.
C/ Calabria, 118 - Ten’s: si queréis probar las bravas del guapo de Masterchef, tenéis que pasar por el bar de tapas de Jordi Cruz, más al alcance de nuestros bolsillos. Sus bravas llevan piel y van cortadas en gajo, con una espuma de alioli y una salsa brava preparada con tomates naturales de primera calidad. A cop segur!
C/ Rec, 79 - König: sus bravas se hicieron tan famosas en Girona que no tardaron en llegar a la capital. De tamaño irregular, muy crujientes por fuera y blandas por dentro, van acompañadas de una salsa brava que no es muy picante a pesar de que se note que lleva diferentes tipos de pimienta a simple vista.
Rambla Catalunya, 5
No hay comentarios:
Publicar un comentario