Lili
Todos conocen la historia de Anabel, pero en el oscuro rincón de las leyendas urbanas, hay una historia aún más inquietante que acecha en el Museo de los Warren. Se dice que Lili, la muñeca, es la verdadera fuente de terror. Su mirada penetrante sigue a cada visitante que se aventura en su presencia, dejando un escalofrío en su espina dorsal que perdura mucho después de abandonar el museo. esta historia te helará la sangre.
Andrea, una niña de siete años, nunca aprendió a hablar. La única palabra que cruzó sus labios en toda su vida fue "Lili", el nombre de la muñeca que su madre le había regalado. La muñeca tenía la forma de un bebé y desde el primer momento, Andrea desarrolló un profundo apego por ella. Lili se convirtió en su confidente y mejor amiga, llenando el vacío que las otras niñas no podían llenar debido a su problema en el habla.
Dos años pasaron, y la relación entre Andrea y Lili permanecía inquebrantable. Sin embargo, en un fatídico día, Andrea subió al tejado de su casa con la muñeca para mostrarle la vista. Trágicamente, ambas cayeron al jardín, y la pequeña Andrea murió instantáneamente.
La noticia de la tragedia sacudió a la comunidad, y todos asistieron al funeral de la niña. La pequeña Andrea fue enterrada junto a su muñeca, su única compañera fiel. Sin embargo, siete días después, los padres hicieron un descubrimiento macabro: Lili estaba sentada en el patio. Al principio, pensaron que alguien estaba jugando una cruel broma, pero una parte de ellos creyó que su hija quería comunicarse desde el más allá. Finalmente, decidieron conservar la muñeca como un memento.
Una semana después, la madre de Andrea vio algo aterrador. Los labios de la muñeca se movían, como lo hacía su hija cuando intentaba hablar. Pensó que estaba perdiendo la cordura. Una noche, despertó al escuchar la voz de su hija gritando. Cuando llegó a la habitación, encontró a la muñeca llorando. Llamó a su esposo, y juntos presenciaron algo que espantoso: la muñeca comenzó a transformarse, tomando gradualmente los rasgos de su hija fallecida. Primero los ojos, luego el pelo, hasta que se volvió casi idéntica a Andrea.
Las noches se convirtieron en un tormento. Pasos y risas constantes llenaban la casa. La pesadilla alcanzó su punto máximo cuando la muñeca atacó a un niño del vecindario, transformándose ante sus ojos asustados antes de burlarse de él y hacerlo tropezar.
La familia estaba aterrada, y finalmente tomaron la decisión desesperada de donar a Lili al Museo de los Warren. Pero en la misma mañana en que venían a recogerla, el esposo fue encontrado apuñalado brutalmente. Lili estaba a su lado, cubierta de sangre y llorando.
Después de este horroroso evento, la muñeca fue encerrada en una urna de madera con la ayuda de un sacerdote. Este concluyó que Lili no había absorbido el espíritu de la niña, sino el de un demonio que anhelaba el alma de los niños. Desde entonces, Lili permanece en el museo, una presencia silenciosa pero perturbadora que hace que los visitantes se pregunten si algún día se liberará para continuar su maléfica búsqueda.
(Tomado de la.pagina elixir en las redes)
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