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Egipto, la tierra de los faraones y los dioses, un tesoro arqueológico que ha perdurado a través de los siglos, espera a que el viajero desentrañe sus secretos y se sumerja en su inigualable esplendor.
Desde las majestuosas pirámides de Guiza, guardianas del tiempo y testigos silenciosos de la antigüedad, hasta los místicos templos que se alzan como monumentos a la devoción y el ingenio humano. Egipto acoge al explorador con los brazos abiertos, invitándole a descubrir sus rincones sagrados. Eso sí, más allá del circuito turístico hay un Egipto desconocido que tiene mucho que ofrecer y que vamos a recorrer en 10 paradas. ¿Nos acompañas?
Oasis Siwa
En el remoto y vasto desierto occidental de Egipto, se encuentra el Oasis Siwa, un rincón de paz y serenidad en medio de las interminables dunas doradas y las imponentes rocas que se alzan en las inmediaciones. Imprescindible probar sus aguas termales, con propiedades curativas legendarias y disfrutar de una puesta de sol que parece pintada por los dioses.
Siwa alberga sitios históricos que te harán viajar en el tiempo, como la antigua ciudadela de Shali, con sus calles empedradas y estructuras de arcilla. También resulta muy interesante visitar la montaña de los muertos, donde las tumbas de la necrópolis te dejarán sin palabras. Y, lo mejor de todo, es que es un enclave desconocido para el turismo de masas que viaja a Egipto.
Mezquita Ibn Tulun, en El Cairo
La Mezquita de Ibn Tulun es un tesoro arquitectónico y cultural que, a pesar de encontrarse en el corazón histórico de El Cairo, no suele ser de las más visitadas. Es una de las mezquitas más antiguas y significativas de la ciudad, ya que constituye un testimonio vivo de la rica historia y la herencia islámica de la región.
El diseño de esta mezquita es único y se distingue por su gran patio central rodeado de columnas y arcos de herradura. Las columnas de mármol y granito, así como las inscripciones intrincadas en las paredes, añaden una belleza y elegancia inigualables al edificio. Además, cuenta con uno de los minaretes más antiguos y altos de Egipto. La escalera en espiral en su interior te permitirá subir hasta la cima, desde donde se puede disfrutar de impresionantes vistas.
Tumbas de Beni Hassan
Beni Hassan es un sitio arqueológico situado en la ribera occidental del río Nilo, en la provincia de Minia, conocido por sus antiguas tumbas que datan del período del Reino Medio de Egipto. Su visita resulta imprescindible para cualquier amante de la egiptología y, además, no tiene nada que ver con el masificadísimo Valle de los Reyes.
Estas tumbas son cámaras funerarias excavadas en la roca y se cree que pertenecen a altos funcionarios y líderes de la época. Las pinturas y relieves que se pueden ver son de gran importancia histórica y artística. Representan escenas cotidianas, incluyendo aspectos de la vida militar, escenas agrícolas, actividades comerciales y sociales, así como detalles sobre la religión y la mitología egipcias.
Pirámide roja, de Dahshur
La Pirámide Roja, conocida localmente como ‘Pirámide del Norte’, es una de las pirámides más destacadas y bien conservadas de Egipto. Se encuentra ubicada en Dahshur, una región en el desierto al suroeste de El Cairo, cerca de la Pirámide Acodada y no muy lejos de las famosas pirámides de Guiza. Eso sí, podrás visitarla (casi) en soledad.
La Pirámide Roja está considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, junto con otros monumentos del área de Dahshur y destaca por tener una inclinación más pronunciada que la Gran Pirámide de Guiza, con un ángulo de inclinación de aproximadamente 43 grados.
Templo de Kom Ombo
El Templo de Kom Ombo es un fascinante sitio arqueológico ubicado en la ciudad homónima a orillas del Nilo. Este templo es único y destaca por ser un templo doble, dedicado a dos dioses: Sobek, el dios cocodrilo asociado con el agua y la fertilidad, y Horus, el dios halcón del cielo.
Una de las características más distintivas de este templo alejado del epicentro turístico es su diseño simétrico y dual, ya que está dividido en dos partes idénticas, cada una dedicada a un dios diferente. En las inmediaciones podemos encontrar los restos de un antiguo santuario dedicado a los cocodrilos, considerados sagrados en la mitología de Sobek.
Necrópolis de Amarna
La necrópolis de Amarna contiene una serie de tumbas y mausoleos donde se encuentran enterrados los miembros de la familia real y altos funcionarios de la corte de Akhenatón. Y es que Amarna fue la capital de Egipto durante el reinado de dicho faraón.
Amarna no es un enclave muy visitado por los viajeros que llegan a Egipto, pero, a pesar de ello, merece la pena acercarse hasta allí, ya que nos permitirá explorar una parte única de la historia egipcia, especialmente del período en el que Akhenatón promovió un cambio religioso significativo centrado en el culto a Atón.
Oasis de Fayún
Encontramos el oasis de Fayún, a unos 80 kilómetros al suroeste de El Cairo, en una de las regiones más fértiles y productivas de Egipto. Pese a no formar parte de las rutas más comunes a la hora de visitar el país, merece la pena acercarse hasta allí para descubrir su lago de agua dulce. Este ha desempeñado un papel crucial en la agricultura y la vida de la población local a lo largo de los milenios.
El oasis ha sido habitado desde tiempos prehistóricos y constituye también un importante lugar de belleza natural, con reservas que albergan una rica variedad de flora y fauna. En definitiva, un destino ideal para los observadores de aves y amantes de la naturaleza.
Tumba de Setau, en El-Kab
El -Kab es conocido por ser el lugar donde se halló la Paleta de Narmer, expuesta en el Museo de El Cairo, y que muestra por primera vez la unificación del Antiguo Egipto.
También en El-Kab encontramos la tumba de Setau, un alto funcionario y gobernador durante la dinastía XIII del Antiguo Egipto, que constituye un ejemplo destacado de la arquitectura funeraria. La tumba presenta relieves intrincados y coloridos que representan escenas de la vida cotidiana, rituales religiosos, ofrendas y otros aspectos de la vida en el antiguo Egipto.
Mercado de los camellos, en Daraw
Si quieres descubrir un sitio muy pintoresco de Egipto que no suele salir en las guías, te recomendamos que visites el mercado de camellos de Daraw. Eso sí, ya te avisamos qué seguramente tu presencia provoque un gran revuelo, ya que suele ser un lugar frecuentado tan solo por gente local y comerciantes que vienen de las diferentes regiones del país.
La plaza central empieza a cobrar vida con la salida del sol y se convierte en una gigantesca fiesta donde, en un ambiente muy ruidoso, los comerciantes participan en una intensa guerra de ofertas. El mercado de camellos se celebra dos veces por semana, los sábados y domingos, y se cuenta que se venden y compran más de 2.000 camellos, traídos de Sudán en caravanas que cruzan el desierto en un viaje por carretera de 40 días.
Casa de Howard Carter, en Luxor
La casa de Howard Carter es una residencia ubicada en Luxor, desde la que el famoso arqueólogo británico dirigió las expediciones que culminaron con el descubrimiento de la tumba del faraón Tutankamón en el Valle de los Reyes en 1922, uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo XX.
La Casa de Howard Carter ha sido restaurada y convertida en un pequeño museo en honor a sus descubrimientos y, en ella se pueden ver fotografías históricas, cartas y objetos personales del egiptólogo. También hay una colección de artefactos relacionados con la excavación de la tumba de Tutankamón, incluyendo réplicas de algunos de los tesoros encontrados en la tumba.
Estos diez lugares alejados del turismo de masas nos ofrecen una visión de Egipto mucho más completa y nos permiten descubrir un poquito más una de las civilizaciones más interesantes de nuestra historia.
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