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Un pequeño municipio de menos de 3.000 personas se corona como el mejor el mejor elaborador de esta bebida
La ratafía es una de las bebidas más propias de Cataluña. Es una especie de Jägermeister hecho con hierbas que se toma como digestivo como en Galicia el orujo. Pero hay otra bebida hecha con productos parecidos, procedente de Italia y que es más común en las mesas catalanas: el vermut.
Esta bebida alcohólica aromatizada a base de vino, a pesar de ser originaria de Italia y Francia, tiene un nombre alemán "Wermut," que significa ajenjo, una de las hierbas principales utilizadas en su elaboración.
Qué es el vermut
La bebida se elabora mediante la infusión de una mezcla de hierbas, especias y otros botánicos en vino, seguido de un proceso de maceración y envejecimiento que puede variar según la receta de cada productor. Tradicionalmente, se presenta en dos variedades principales: blanco (seco) y rojo (dulce), aunque existen múltiples variaciones como el rosado y el semiseco.
En Cataluña, el vermut se ha convertido en una tradición social, donde se disfruta en reuniones familiares y con amigos, generalmente los fines de semana antes del almuerzo. Aunque hay un lugar donde ha adquirido más fama, Reus. Pero le ha salido competencia.
Cuáles son los mejores vermuts
Si hasta hace poco varios vermuts de esta localidad tarraconense se llevaron los premios al mejor vermut, ahora otro municipio les hace sombra. Estos galardones vienen a acreditar lo que hace años se viene gestando: los vermuts catalanes han alcanzado la cima del reconocimiento internacional.
En el prestigioso certamen World Drinks Awards, la marca catalana Marnuthem ha logrado un impresionante triunfo. Los vermuts Blanc 2023 y Rosat 2024 de la marca fueron galardonados como los mejores en las categorías de semiseco y semidulce, respectivamente.
Qué premios son
Los World Drinks Awards son reconocidos a nivel internacional por su rigurosidad y prestigio en la selección de los mejores productos en diversos estilos de bebidas alcohólicas, desde brandy hasta tequila, sake y mezcal.
Estos premios se dividen en dos categorías principales: una dedicada al sabor y la otra a la excelencia en el diseño. Marnuthem ha demostrado su maestría en ambos aspectos, reafirmando la excelencia de los vermuts catalanes en el panorama global.
Cómo son los vermuts premiados
El Blanc 2023 ha sido aclamado como el mejor vermut semiseco, destacando por su perfil de sabor sofisticado. Los expertos lo han descrito como un "vermut clásico con cítricos frescos, toques cremosos de frutas tropicales con trazas de canela y clavo". Este perfil sensorial se completa con un "paladar redondeado con notas cítricas frescas y un toque de amargura, culminando con una sutil efervescencia al final".
Por su parte, el Rosat 2024, premiado en la categoría de semidulce, se distingue por su "apariencia rosada y ligereza floral", evolucionando hacia una"sensación en boca cremosa con toques de vainilla y arándanos frescos", y un final que combina "notas frescas de limón con un toque de cardamomo y una amargura de hierbas".
De dónde son
Estos premios subrayan la calidad y el sabor excepcionales de estos productos, que han conquistado los paladares más exigentes. Además, lo hacen a unos precios asequibles para todos. Ambos vermuts están disponibles para su compra por 29,90 euros por botella. Al menos, esto es lo que indica en su web.
Otra característica de estos dos vermuts es su procedencia. Si Reus es la capital catalana de esta bebida, el reconocimiento a esta marca hace sospechar que le ha salido un duro competidor: Bell-lloc d'Urgell.
De este pintoresco pueblo dela comarca de Pla d'Urgell, Lleida, es de donde salen los vermuts premiados. Situada a casi 200 metros sobre el nivel del mar, esta localidad fue el punto de partida en 2018 para el ambicioso proyecto de Marnuthem de estudiar y desarrollar vermuts de alta calidad.
¿Pero qué tiene Bell-lloc d’Urgell? Para empezar pocos habitantes, apenas hay 2.300 vecinos, según los últimos datos del padrón, pero también unas tierras únicas para el cultivo de la vid. Alejado de las grandes ciudades, las tierras poco contaminadas, ayudan a la producción de uva, ingrediente básico de esta bebida.
Qué ver en Bell-lloc
Pero el vermut no es el sello de esta localidad, su historia sí lo es. Este pueblo tiene sus orígenes en la prehistoria, concretamente en la Edad de Hierro, aunque el mayor desarrollo lo tuvo en la época, tal como prueban las ruinas de antiguas torres habitadas y dispersas por el territorio.
Pero sin duda, el mayor desarrollo de la población llegó con la construcción del canal auxiliar d’Urgell, hace unos 50 años. Esto ayudó mucho a la explotación agrícola, especialmente la del vino y, vistos los resultados, ha dado sus frutos.
Más allá de eso también hay muchas cosas por ver, Más allá de la plaza mayor, situada en el centro del pueblo, la iglesia parroquial de Sant Miquel brilla con su estilo neoclásico.
Este templo consta de tres amplias naves y cimborio en el crucero, la fachada se terminó tiempo después y el campanario, de torre cuadrada, es más moderno.
Cómo llegar
Para llegar a Bell-lloc d'Urgell desde Barcelona, hay varias opciones tanto en coche como en transporte público. En coche, se debe tomar la autopista AP-2 en dirección a Lleida y luego tomar la salida 6 hacia la carretera C-53 en dirección a Bell-lloc d'Urgell. El trayecto por carretera es de aproximadamente una hora y media, cubriendo unos 120 kilómetros.
En transporte público, se puede tomar un tren desde la estación de Barcelona Sants hasta Lleida, un trayecto que dura alrededor de 1 hora y 30 minutos. Desde Lleida, se puede coger un autobús de la compañía ALSA o un tren de cercanías de Renfe hasta Bell-lloc d'Urgell, lo que añade unos 20-30 minutos al viaje. En total, el trayecto en transporte público puede durar entre dos horas y dos y media, dependiendo de las conexiones y horarios.
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