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Cuando el calor aprieta en los meses de verano, a la mayoría se le viene la cabeza un chapuzón en una de las preciosas playas que se extienden por el litoral de España. Pero no hace falta estar en la costa para darse un refrescante baño, y es que en el interior del país también encontraremos verdaderos oasis en forma de piscinas y pozas naturales.
Por ejemplo, en la provincia de Ávila se encuentran las piscinas naturales de Navaluenga, perfectas para pasar un día veraniego. No solo cuenta con servicios como bares y baños para hacer la jornada más cómoda, sino que el paisaje es espectacular, combinando la frondosa naturaleza con un puente del siglo XVI que cruza por encima del agua.
Patrimonio histórico en el pueblo de Navaluenga
Las tierras donde hoy en día se encuentra el pueblo de Navaluenga ya estuvieron habitadas desde la época prerromana. A lo largo de los siglos, las diferentes civilizaciones que vivieron en la zona fueron dejando sus huellas, como la necrópolis visigoda del Cerrillo de San Marcos, del siglo VII. Sin embargo, la primera mención a la villa no se da hasta el año 1172.
Es a partir de entonces cuando se construyen algunos monumentos y edificios del pueblo que a día de hoy siguen formando parte de su patrimonio histórico y arquitectónico. Algunos ejemplos son la iglesia de Nuestra Señora de los Villares, levantada entre los siglos XIII y XIV, y el puente del siglo XVI que cruza sobre las aguas de las piscinas naturales de Navaluenga.
El puente fue construido "con las aportaciones realizadas por los pueblos que formaron el Concejo de Burgohondo, para facilitar el paso de ganado a la sierra", explican desde el ayuntamiento de la localidad. La estructura imita el estilo románico y está hecha con sillares de granito unidos con argamasa. Además, cuenta con dos grandes tajamares, es decir, la pieza colocada en la base el puente para cortar el agua y repartirla con igualdad.
Las refrescantes piscinas naturales de Navaluenga
El río Alberche, un afluente del Tajo, serpentea por Castilla y León, Madrid y Castilla-La Mancha, y a su paso por Navaluenga deja unas espectaculares piscinas naturales rodeadas de verdes praderas y algunas de las casitas del pueblo. Aquí podremos nadar, tomar el sol e incluso practicar piragüismo en sus aguas.
El espacio está totalmente acondicionado para el baño, ya que dispone de baños, duchas, merenderos y zonas césped donde podremos refugiarnos del sol bajo la sombra de los árboles. Incluso, encontraremos bares y chiringuitos. En definitiva, es el lugar perfecto para pasar un tranquilo día en familia, incluso con niños pequeños, ya que las piscinas cuentan con varias profundidades.
Cómo llegar a Navaluenga
El trayecto en coche desde la ciudad de Ávila hasta Navaluenga es de aproximadamente 40 minutos por la N-403. Desde Madrid, asciende a 1 hora y 40 minutos por la M-501.
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