Que usemos un perfume en lugar de otro o que tengamos predilección por unas notas en detrimento de otras es algo extremadamente personal. No hay un aroma que guste a todo el mundo. A mí me resulta inexplicable que haya personas que se mueran por perfumes dulzones, mientras que a ellas les horrorizará que a mí me vayan los almizcles, las maderas y los fondos empolvados... 

Si más dilación te dejo por aquí cuáles son los  cuatro perfumes que se vienen conmigo este verano. Dos viejos conocidos y dos novedades que me han robado el corazón.

Alma de verbena

Eau de Toilette Verbena geranio, de L'Occitane
Eau de Toilette Verbena geranio, de L'Occitane
D.R.

L'Occitane tiene su mítico prefume de verbena, una planta crujiente, verde, cítrica e inconfundible, que además de refrescar es muy energizante. No estaba entre mis preferidas pero... este año han lanzado una versión edición limitada (ojalá se quede siempre) que me ha atrapado: Verbena geranio.

La verbena y el geranio comparten ciclos vitales, ambas requieren el mismo tratamiento para crecer y se recolectan en octubre.

¿Por qué me gusta? Mantiene su toque cítrico pero enseguida llegan notas empolvadas de geranio que me recuerdan mucho a la rosa.

El geranio que usan es de Egipto y la verbena de la Provenza. No sé explicar mejor a que huele, pero podría decirse que es a hierba mezclada con un toque de almizcle y limonada. Es como oler sábanas recién tendidas a las que le has puesto un suavizante que huele a talco de limón. Me encanta. Cuesta 58 euros.

Un jengibre diferente

Infusión de Jengibre, de Prada.
Infusión de Jengibre, de Prada.
D.R.

De la colección de las Infusiones de Prada, me gustan prácticamente todas, aunque tengo debilidad por la primera: Infusión de iris. Este verano llega un miembro nuevo a la familia, se trata de la Infusión de Jengibre. Sin ser yo muy amante del olor original de esta planta, este perfume me gusta mucho.  Es una fragancia cítrica amaderada en la que el jengibre se  mezcla con almizcles (de nuevo) y cítricos que recrean el aroma natural de la piel. Además, su evolución es una pasada. Si cuando me la pongo me gusta... cuando pasan unas horas me gusta aún más porque las notas cítricas se asientan ligeramente y prevalece la madera, pero muy gustosa y poco densa. Cuesta 160 euros.

Un ramo de rosas

Eau de Rochas
Eau de Rochas
D.R.

Eau de Rochas me gusta porque es el primer perfume que utilicé en mi vida. Lo tenía mi madre en casa y me embadurnaba en él (luego empecé a ser más comedida, cuando lo compraba yo). Es una explosión de rosas frescas, superreconocible y tan agradable que no entiendo cómo hay personas a las que no les gusta. Poco más hay que decir, es un clásico. Se creó en 1970 y sus notas de salida son lima, limón, albahaca, bergamota, pomelo, mandarina e hierba luisa. En el corazón lleva cilantro, pachulí, clavel, narciso, jazmín y rosa silvestre; y las notas de fondo son musgo de roble, vetiver, almizcle, sándalo y ámbar. Una obra de arte. Desde 4o euros.

Inexplicable

Molecule 01
Molecule 01
D.R.

Llevo usando este perfume desde que salió al mercado, en 2006, 18 años. Se lo olí a Jesús (Chucho), un compañero periodista, y me quedé atrapada.  Molécula 01 solo contiene el aroma químico Iso E Super, que más que un perfume, es como una 'brisita', un instante... Si la llevas puedes no darte cuenta de ello pero notarás el efecto en quienes te rodean. Se parece al sándalo o al cedro, pero no es sándalo ni cedro. Huele bien, a limpio, es cálida, para mí es perfecta.  La puedes encontrar desde 85 euros.