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Aunque la mayoría de vecinos ya han aprendido cómo funcionan, en las escaleras de la bajada de La Gloria continúan los conflictos y malos usos dos meses después de estrenarse. El motivo es el uso intensivo de los turistas que van hacia el Park Güell, que a menudo necesitan explicaciones de los agentes cívicos para entender cómo funcionan y para respetar los turnos de subida y bajada. Esta no es la única queja del vecindario, que también se muestra crítico con las averías puntuales de la instalación.

Saturación de las escaleras en horas punta

El vecindario asegura que ya habían avisado de que los turistas que utilizan este camino para ir al Park Güell serían un problema. Según afirman, los visitantes saturan las escaleras en horas punta y provocan colas. También ocasionan conflictos, sobre todo los visitantes más jóvenes, que prenden el botón para cambiar el sentido de las escaleras para hacer uso de bajada y crean colas, pero cuando ven que tienen que esperar no las utilizan.

Preocupación por la marcha de los agentes cívicos

Con el fin de evitar conflictos entre vecinos y turistas y garantizar el buen uso de las escaleras, el Ayuntamiento desplegó agentes cívicos. En principio estos informadores marcharán de la bajada de La Gloria a finales de julio, un hecho que preocupa al vecindario porque temen que, cuando no estén, vuelva el caos de los primeros días a las escaleras. También se quejan de que la mala rotulación dificulta el buen uso de las instalaciones, especialmente por parte de gente que no es del barrio.

Unas escaleras prioritariamente de subida

Las nuevas escaleras de la bajada de La Gloria son reversibles, porque estudios técnicos del Ayuntamiento descartaron poner dos escaleras mecánicas, una de subida y una de bajada, como habían pedido los vecinos. Las escaleras son prioritariamente de subida, pero, siempre que haya gente mayor o con problemas de movilidad, existe la opción de apretar el botón para cambiar su sentido.