Madrid tiene, sin lugar a duda, una de las mayores ofertas gastronómicas de toda España entre sus calles. Desde un buen cocido madrileño en algún restaurante escondido en las entrañas del centro, hasta un bocadillo de calamares en el Brillante de Atocha. Seguro que cualquier persona que ha ido a la capital ha probado alguno de estos dos manjares.

Sin embargo, lejos de los típicos platos madrileños que todos conocemos, hay uno que se pide por encima del resto y que, pese a no ser originario de esta ciudad, arrasa entre el bullicio: el rabo de toro guisado. 

Origen del rabo de toro

Este plato tiene su origen en las provincias del sur de España, especialmente en Córdoba. Ahí, tradicionalmente, se preparaba con la carne del toro tras las corridas, convirtiéndose en una forma de honrar al animal.

De esta forma, con la emigración de los andaluces a la capital, se trasladó la popularidad de esta receta, adaptándose y reinventándose hasta convertirse en uno de los platos más pedidos en cualquier restaurante. 

Rabo de toro guisado

Rabo de toro guisado.
Rabo de toro guisado.

Ingredientes

  • 1,5 kg de rabo de toro
  • 150gr de cebolla
  • 100gr de zanahoria
  • 100gr de puerro
  • dientes de ajo
  • 500ml de vino tinto
  • 500ml de caldo de carne
  • 2 hojas de laurel
  • 2 ramitas de tomillo
  • 1 ramita de romero
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 2 cucharadas de harina
  • Sal y pimienta al gusto

Cómo hacer rabo de toro

  1. Lo primero que tenemos que hacer es preparar todo: trocear el rabo de toro y lavar, pelar y picar las verduras para reservarlas. Así, tendremos todo listo para elaborar la receta más rápida.
  2. Una vez tengamos todo listo, salpimentamos los trozos de rabo de toro. En una cazuela, echamos un buen chorro de aceite de oliva a fuego medio-alto y cuando esté caliente doramos los trozos de carne por todos lados para sellar los jugos.
  3. Retiramos el rabo de toro y en el mismo aceite, sofreímos las verduras: la cebolla, el ajo, la zanahoria y el puerro hasta que estén dorados y tiernos.
  4. Añadimos dos cucharadas de harina a las verduras para que la salsa espese y cocinamos durante unos minutos, removiendo constantemente para evitar que se queme y tenga un mal sabor.
  5. Vertemos el vino tinto en la cazuela, rascando el fondo para desglasar y dejamos que se evapore el alcohol durante unos minutos. Después, echamos el caldo de carne y dejamos que llegue a hervir suavemente.
  6. Añadimos la carne que hemos dorado junto con las especias: el laurel, el tomillo y el romero. Tapamos y dejamos cocinar a fuego lento durante más o menos 3 horas, o hasta que veamos que la carne está tan tierna que se deshace con un tenedor. Probamos, rectificamos de sal si hiciese falta, ¡y a disfrutar de este verdadero manjar!

Habitualmente, este plato se acompaña con unas patatas fritas para que absorban la salsa del rabo de toro y tengan un sabor que es toda una experiencia gastronómica.