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Al norte de la isla de Kyūshū, al sur de Japón, se encuentra Beppu. Se conoce como la ciudad de los infiernos debido a la cantidad de aguas termales u onses (spas) que posee. Esta localidad cuenta con el mayor volumen de agua caliente del mundo y el mayor número de onses en el país.
Aunque este paisaje pueda asustar, es un lugar muy demandado por la población japonesa, así como por otros muchos turistas. Cuenta con nueve puntos calientes que se conocen como "los nueve infiernos de Beppu".
Un paisaje fuera de este mundo
Beppu cuenta con varias piscinas naturales térmicas, algunas con temperaturas extremas. Chinoike Jigoku es lo que se conoce como el "infierno del estanque de sangre". Es la piscina térmica más antigua de Japón. Tiene una profundidad de, aproximadamente, 30 metros. Su tono rojizo se debe a la descomposición de algunos minerales como el magnesio y el óxido de hierro cuando se encuentran a altas temperaturas.
Oniishibozu Jigoku es otro de los infiernos. Cuenta en su interior con burbujas ardientes de barro. Shiraike Jigoku es 'el infierno del estanque blanco'. Sus cambios bruscos de temperatura provocan una alteración del color del agua dando lugar a un color blanco, de ahí su nombre. Esta piscina natural está rodeada de una impresionante vegetación que sorprende a todo aquel que la visita.
Umi Jigoku, también llamado "infierno marino" es una piscina termal con una profundidad de casi 200 metros. Es imposible bañarse en ella, ya que el agua ronda los 98 grados. Cerca de esta, hay un baño de pies, también conocido como ashiyu, donde podrás degustar platos elaborados con el propio vapor del agua. Otro interés es el infierno tostado, denominado tatsumaki Jigoku. Es un géiser que emerge cada 30 - 40 minutos.
Una ciudad de 'vapor'
Beppu es la apuesta perfecta para visitar, pero, además de sus 'infiernos' que te dejarán alucinando, lo más sorprendente son los vapores que emanan del suelo de la ciudad, dando la sensación de estar entre nubes y que es posible verlos entre los edificios de la localidad.
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