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Los cerezos en flor del Valle del Jerte es uno de los mayores espectáculos visuales que se pueden contemplar en España, aunque para poder ser testigo de cómo los campos de esta parte Extremadura se tornan blancos hay que esperar a la primavera. Pero eso no significa que no se pueda conocer este increíble enclave situado al norte de la provincia de Cáceres en otra época del año, como por ejemplo durante las semanas de otoño.
En el impresionante valle colindante con Castilla y León hay numerosas localidades que son perfectas para hacer una excursión de turismo rural en el último trimestre del año, pero sin lugar a dudas el destino perfecto para hacerla es la localidad de Cabezuela del Valle. Su casco urbano fue declarado Conjunto Histórico-Artístico, y además se encuentra muy cerca de unas impresionantes piscinas naturales.
Cabezuela del Valle: historia a orillas del río Jerte
La arteria principal de Cabezuela del Valle se discurre paralelamente al río Jerte, vertebrando un entramado callejero de forma triangular mediante tres partes diferenciadas en las que se pueden encontrar fachadas de sillería; todo ello hizo que en 1998 obtuviese el tan codiciado título del Ministerio de Cultura. Aunque pasear a orillas del afluente sea muy relajante, no puedes dejar de descubrir el precioso patrimonio arquitectónico de la localidad adentrándote en sus callejuelas.
Entre las casas del pueblo se erige la imponente Iglesia de San Miguel Arcángel. De aspecto "robusto y sencillo", como se afirma en la página de turismo de Cabezuela del Valle, este templo (que tiene un precioso retablo barroco) está erigido en lo que era la sinagoga de la antigua judería de la localidad, y es que esta villa ha sido escenario de varios acontecimientos muy importantes en la historia de España.
Desde la expulsión de los judíos hasta la invasión de las tropas de Napoleón Bonaparte, pasando por la Guerra de Restauración portuguesa, Cabezuela del Valle cuenta con una rica historia que no hace más que engrandecer a este pueblo del Valle del Jerte. Tampoco puedes irte de él sin visitar algunas de las ermitas que están en su término municipal, como la de Nuestra Señora de las Peñas Albas o la de San Antonio.
Además, si quieres aprender un poco más sobre los cerezos en flor del Valle del Jerte, no dudes en conocer el Museo de la Cereza, que además está ubicado en una casa típica de esta región. Pero aunque recorrer las calles del municipio ya sea suficiente para que merezca la pena una excursión a Cabezuela del Valle, la naturaleza que rodea al pueblo terminará de convencerte.
Cabezuela del Valle: su impresionante entorno natural
Obviando los campos de cerezos, Cabezuela del Valle puede presumir de tener otro de los enclaves naturales más espléndidos de toda España: la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. En ella te toparás con impresionantes piscinas naturales que son un verdadero espectáculo de la naturaleza, y además se puede llegar a ellas a través de una ruta de senderismo que atraviesa fuentes y puentes, así como preciosos entornos rodeados de robles y castaños.
Aunque quizás la gélida temperatura del agua en otoño evite que puedas darte un chapuzón, conocer los encantos de la localidad cacereña para después recorrer los lugares más imponentes del Valle del Jerte es una de las mejores opciones para hacer una escapada rural de fin de semana en estas últimas semanas del año.
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