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Este pueblo alicantino es lo más cerca que estarás de vivir un viaje histórico en el tiempo.
En España existen paisajes tan bonitos e irreales que muchas grandes producciones han escogido nuestro país para grabar multitud de series y películas fantásticas. El último rodaje lo encontramos hace unos pocos días, cuando la megaproducción de los Cuatro Fantásticos escogía la capital asturiana para grabar unas cuantas escenas en el famoso Calatrava. Este edificio, que es más conocido por ser el 'ovni' de Oviedo, ha dejado escenas para la película sacadas de un cuento de ciencia ficción, y lo más importante, sin necesidad de efectos secundarios.
Y de una ciencia ficción nos vamos a otra. Esta la conocemos bastante bien, puesto que adora el paisaje medieval que abunda en España para grabar casi todas sus escenas de exteriores: Juego de Tronos. Me parece raro que esta gran saga no se fijase en nuestro protagonista de hoy, porque le hubiese venido de perlas para grabar cualquier toma. Y es que hay un lugar en Alicante donde puede que descanse un dragón "dormido" y ocultado por una gran montaña escarpada, donde lo único que puede verse de él es su gran cresta.
Un verdadero viaje en el tiempo y un dragón dormido
A 46 kilómetros de la capital alicantina, encontramos un municipio con una amplia historia en la península: ha sido invadido por árabes, por musulmanes, recuperado por la Corona de Castilla y formó parte de Murcia hasta el año 1836, cuando pasaría a depender de la provincia de Alicante. Estamos hablando de Sax, un municipio alicantino de apenas 10.000 habitantes que es un enclave muy importante para la historia de España. Se cree que su nombre proviene del latín saxum (peñasco), referido a la gran montaña escarpada que se alza por encima del pueblo, y donde se encuentra el protagonista indiscutible de Sax, su castillo.
El Castillo de Sax es una gran fortaleza que se alza a unos 524 metros por encima del nivel del mar y cuya historia puede remontarse casi hasta la existencia de los iberos. Este espectacular castillo está fortificado a ambos extremos por dos grandes torres, y por su posición en lo alto de del peñasco fue un edificio de gran interés para todos los conflictos que hubo en la península. También llamó la atención de reyes e intelectuales, como los Reyes Católicos, Felipe V y Fernando Colón (hijo de Cristóbal Colón). No se sabe a ciencia cierta cuándo comenzó a verse el peñasco de Sax como "la cresta de un dragón", pero los años de erosión sin duda han acentuado cada vez más la extraña sensación de que en esta montaña descansa un dragón.
Qué ver y qué hacer en Sax
Sax es el sitio perfecto para hacer una escapada, con su precioso centro histórico cualquier paseo merece la pena. En él puedes encontrarte los vestigios de la cultura árabe y la musulmana fusionada con la cristiana: calles estrechas y en pendiente que forman la subida al castillo. Algunas paradas que tampoco puedes perderte son: la Ermita de San Blas (patrón de la villa), la de la Soledad, la Iglesia de la Asunción y la Colonia de Santa Eulalia, una pedanía situada entre Sax y Villena donde el tiempo parece que se ha parado gracias a sus construcciones del siglo XIX que forman un pequeño y pintoresco pueblo.
España sigue sorprendiéndonos con lugares increíbles. Cada pueblo, cada rincón, todos tienen algo especial a la espera de ser descubierto. Viajar a Sax es viajar al pasado de la península. Y no lo olvides: ten cuidado en tu visita al Castillo, no hay que despertar al dragón que duerme en la montaña.
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