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Con sus calles inspiradas en los estilos más icónicos de España y sus ruinas romanas, es un destino perfecto para desconectar del turismo masificado y disfrutar del Mediterráneo en su máxima expresión
Roc de Sant Gaietà, un enclave costero en Tarragona, combina historia, arquitectura y gastronomía, posicionándose como uno de los rincones más encantadores de la Costa Dorada. Este pequeño pueblo pesquero, diseñado entre 1964 y 1976, sorprende a los visitantes con una arquitectura que fusiona estilos mediterráneos (por eso le llaman el Pueblo Español) y una oferta culinaria inigualable, que incluye un buffet ilimitado de marisco en el restaurante Oki Wok.
Situado en el municipio de Roda de Berà, a solo 20 kilómetros de Tarragona, Roc de Sant Gaietà se construyó sobre un terreno rocoso frente al mar, reflejando la esencia marinera en su diseño. Sus calles estrechas y decoradas evocan patios andaluces, arcos mudéjares, detalles renacentistas e influencias del norte de España.
Este mosaico arquitectónico lo convierte en un destino único para quienes buscan escapar del turismo masificado y disfrutar de un entorno tranquilo y pintoresco. Situado en la costa de Cataluña, esta villa marinera tiene su origen en 1964, cuando se inició su construcción con la visión de crear un encantador pueblo de pescadores.
De un patio andaluz a una réplica del hórreo gallego
Esta idea, promovida por Gaietà Bori Tallada y realizada por el constructor Josep Maria Fortuny Rodríguez, se llevó a cabo entre 1972 y 1976. Los edificios de apartamentos, construidos en primera línea de mar, están adornados con elementos de diversos estilos arquitectónicos, como el románico, árabe y gótico, que reflejan la riqueza cultural de España.
Al caminar por este pintoresco lugar, se puede apreciar el trabajo del hierro forjado en rejas y puertas, así como el uso de piedra de la cantera romana de El Mèdol en pilares y fachadas. Muchos de los marcos de las ventanas han sido restaurados a partir de antiguas masías, lo que añade un aire de historia y autenticidad.
El claustro románico, que alberga una escultura mural de Philippe Lavaill llamada Les 3 Maries, es un punto destacado del lugar. También se puede encontrar una réplica de un hórreo gallego, diseñado para proteger las cosechas. La arquitectura del ayuntamiento, con su pórtico y balcón renacentista, y la Porta Mora, de estilo islámico, contribuyen a la atmósfera única del Roc.
Con una fuente inspirada en la Alhambra y el Passatge d'Arcs, que recuerda a la Costa Esmeralda de Cerdeña, cada rincón del Roc de Sant Gaietà cuenta una historia. Además, el edificio gótico en la plaza principal presenta una escalinata que evoca a la Generalitat de Catalunya. La entrada al Centre Cívic la Roca Foradada, que sirve como galería de arte y sala para bodas civiles, es flanqueada por una réplica de la puerta de la iglesia de San Pedro de Ávila. En resumen, el Roc de Sant Gaietà es un lugar donde la historia, la cultura y la belleza se entrelazan de manera excepcional.
Además de su singularidad estética, el pueblo cuenta con atractivos culturales como el Museo de la Radio Luis del Olmo, que alberga más de 500 aparatos históricos, y el Claustro Románico, adornado con esculturas y detalles de inspiración islámica. Su embarcadero privado y su proximidad a la Playa de la Pallisseta refuerzan el ambiente de autenticidad marinera.
Para los amantes del buen comer, Roc de Sant Gaietà alberga el restaurante Oki Wok, conocido por su buffet libre de mariscos y carnes. Desde ostras y almejas frescas hasta langostas y entrecots a la brasa, el menú ofrece una experiencia culinaria variada y asequible. Entre semana, el precio es de 16,95 euros al mediodía, mientras que los fines de semana asciende a 21,95 euros.
El establecimiento también destaca por su cocina asiática, con una amplia selección de sushi, arroces y woks preparados al momento. La frescura de sus ingredientes y la diversidad de opciones gastronómicas hacen de este lugar un complemento perfecto para quienes visitan Roc de Sant Gaietà.
A pocos minutos del pueblo, se encuentra el Arco de Bará, un monumento romano erigido en el siglo I d.C. que forma parte de la antigua Vía Augusta. Este arco es un testigo histórico de la influencia romana en la región y una parada obligatoria para los amantes de la historia. Roc de Sant Gaietà se presenta como una fusión de arte, cultura y naturaleza, donde cada rincón cuenta una historia y cada comida es una celebración de los sabores del Mediterráneo. Ideal para una escapada de fin de semana, este destino poco conocido promete una experiencia inolvidable a orillas del mar.
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