CanalViajar
Playas de arena blanca, aguas turquesas y una historia milenaria hacen de Vicedo, en la costa de Lugo, un rincón único en España.

No hace falta cruzar nuestras fronteras para descubrir lugares donde la arena es blanca y fina, el agua es turquesa y es posible descubrir ruinas milenarias. O Vicedo, en la Mariña Occidental de Lugo, reúne todo ello. Este pequeño municipio de apenas 1.700 habitantes esconde algunas de las playas más paradisíacas de Galicia y, a la vez, guarda un secreto arqueológico que lo convierte en una rareza peninsular: los restos del que podría ser el único asentamiento vikingo hallado hasta la fecha en España.

Las playas caribeñas de Galicia
Las playas O Vicedo no tienen nada que envidiar a las de México o Colombia. De hecho, se ha ganado el sobrenombre del "Caribe gallego". A lo largo de sus 76 km² de extensión se reparten hasta ocho arenales de una belleza casi salvaje.
La playa de Xilloi, al pie del Monte Cacho, es probablemente la más espectacular: una media luna de arena blanca y fina, con aguas turquesas protegidas del viento por dunas y con pedazos de rocas volcánicas. Le siguen otras joyas como la playa de Vidreiro, una cala de apenas 130 metros rodeada de vegetación exhuberante de un verde imposible, o la playa de Abrela, una ubicación amable y perfecta para disfrutar en familia o practicar deportes náuticos.

Un pedazo de historia en la provincia de Lugo
Pero el descanso mirando al mar no es el único reclamo de la región: sus vestigios históricos la han colocado en el mapa sin discusión. En la playa de San Román, en Os Moutillós, se han identificado los vestigios de lo que pudo ser un asentamiento vikingo. Aunque aún no ha sido excavado, se trata del único yacimiento de este tipo documentado en la Península Ibérica. Según los historiadores, entre el año 840 y finales del siglo X, las costas gallegas fueron el principal destino de los ataques normandos. Aunque la huella que dejaron fue escasa, dada su naturaleza nómada, es posible que este haya sido su legado.
O Vicedo no ha querido olvidar este pasado singular. El último fin de semana de julio se celebra la Romería Vikinga, una fiesta que recrea la llegada de los invasores por mar, con desembarco, comidas populares y fuegos artificiales. Una cita que cada año atrae a más visitantes, deseosos de conocer la historia detrás de este paraíso poco conocido.

Qué ver en Vicedo (además de sus playas y su asentamiento vikingo)
Más allá de sus playas, el municipio conserva también un notable patrimonio cultural. La iglesia de Santa María de Cabanas, construida por Fernán Pérez de Andrade, es uno de sus principales hitos históricos. También destacan la Ponte do Porto y varios castros prerromanos como los de Punta do Castro, Tarroeira o Suegos, aunque estos últimos no están especialmente bien conservados.
Uno de los lugares más fotografiados de la zona es Punta Socastro, popularmente conocido como Fuciño do Porco (hocico de cerdo). Esta espectacular ruta sobre pasarelas de madera serpentea por el acantilado hasta un mirador que ofrece vistas impresionantes sobre la playa de Pereira, Area Grande y la entrada de la ría de Viveiro. El acceso está regulado y requiere reserva previa durante la temporada alta, lo que ha contribuido a preservar el entorno.


Vicedo es, en definitiva, uno de esos destinos que lo tienen todo: paisajes que quitan el aliento, historia fascinante, playas aún por descubrir y una tranquilidad difícil de encontrar en otros puntos del litoral. Un rincón donde el tiempo parece haberse detenido y donde cada ola trae consigo el eco de un pasado que aún guarda muchos secretos bajo la arena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario