Iglesia Santa María del Mar
Si preguntáramos a los barceloneses por la que ellos consideran su iglesia más bonita seguramente que muchos dirían: La Basílica de Santa María del Mar. Situada en el barrio de la Ribera, al lado del Fossar de les Moreres, y seguramente construida sobre un antiguo templo paleocristiano, la basílica de Santa Maria del Mar está estrechamente ligada a la ciudad y a la relación que ésta ha tenido con el mar. La obra se inició en 1329 y se acuerda que el templo sea de la propiedad de los feligreses ya que fueron ellos los que sufragaron. Además, muchos de ellos como los estibadores de la zona del puerto, colaboraron físicamente en la construcción del templo. La construcción, encajonada hoy en día en las angostas calles del barrio, no permite contemplar en toda su totalidad el esplendor de su macizo exterior. Sin embargo, al entrar en el templo y contemplar su bella austeridad y sus esplendorosas y sobrias columnas que dividen la nave central y las dos laterales nos embarga un sentimiento de calma y tranquilidad motivado por la sensación de amplitud y majestuosidad. Además, cuenta con la particularidad de que no tiene crucero, sino que la nave tiene forma de barco, siendo una rara avis dentro de las construcciones góticas.
Además el rosetón que enmarca la zona del altar y lo alto de sus columnas y bóvedas dan un aspecto tremendamente luminoso y etéreo al interior de la basílica que invitan al recogimiento y al disfrute. Recientemente se ha instaurado la posibilidad de realizar una visita guiada por el exterior de las terrazas de la iglesia y por la parte alta del templo que, desde aquí, recomendamos como una original forma de hacer turismo en Barcelona.
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