Una historia que ocurrió supuestamente hace casi 40 años. Militares rusos habrían capturado un «bebé extraterrestre» tras un accidente OVNI
El 14 de julio de 1983, al este del Mar Aray en el pueblo de Sosnovka, en Rusia, se oyó una estampida que hizo salir a sus habitantes, el cielo se puso de color púrpura y se produjo un incendio en los bosques cercanos.. Eso indicó a los pobladores que algún artefacto desconocido había caido del cielo.
La policia fue la primera en aparaserce en la zona, pero incapaces de sofocar el fuego llaman al ejercito, y ya caida la noche un helicóptero ilumina los restos de lo que pude ser un objeto metálico..
Después de eso intervienen los agentes del kremlin y toman las medidas necesarias de defensa, ya que el objeto cayó cerca de la frontera con China, y se pensaba que era un objeto espía.
Lo que ahí encontraron era una cápsula oboidal metalizada de un metro y medio de alto y de ancho en su parete inferior salían unas patas. En la rarte posterior tenía una pequeña avertura..
Cuando los militares consiguieron abrirla se sorprendieron al encontrar un «bebé» de aproximadamente un año de edad, medía 66 centímetros y a simple vista parecia un bebé totalmente humano.
El bebé se encontraba durmiendo y estaba en perfecto estado. El bebé fue llevado inmediatamente al Istituto de Investigaciones de Frunze, y ahí habilitaron un hospital para examinar al pequeño..
El coronel a cargo no dejó que nadie tocara al niño hasta que llegaran los expertos, él comentó que por alguna razón, el niño había sido expulsado de una especie de nave en situación de peligro y así había llegado a la Tierra.
Cuando llegaron los medicos especialistas lo examinaron y se dieron cuenta que no era totalmente humano, ya que no tenía hombligo y una extraña membrana unía los dedos de sus pies y manos.
El Doctor dijo que el niño devía pertenecer a una especie acuática y de origen extraterrestre..
Sus ojos tenían una tonalidad púrpura, al exponerlo a los rayos x pudieron ver que sus visceras eran muy semejantes a las de los humanos, lo único extraño era que su corazón era un poco más grande que el de los humanos.
Les llamó la atención a los médicos que la actividad cerebral era muy superior a la de un ser humano, lo que les llevó a sospechar que el bebé poseía capacidades de telepatía o telequinésis, lo más extraño de todo es que el niño jamás cerró los ojos ni si quiera cuando dormía.
A lo largo de tres meses el bebé fue examinado diariamente por un Internista, un Antropólogo, un Bioquímico, un Físico y un psicólogo, quienes intentaron provocarle algún tipo de estímulo sin tener éxito.
El niño, a quien llamaron Kosmic, ingería líquido en pequeñas cantidades, en ocaciones se pasaba días sin comer, hasta que empezó a tener serias dificultades para respirar, y en solo 24 horas el niño sufrió de una infección y finalmente falleció.
Este es el asombroso caso del bebé extraterrestre que habría ya caído en el olvido hace muchos años, pero que ahora recuperamos con un vídeo y detalles sorprendentes..
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