El asteroide provocó la extinción del 70 % de las especies en la Tierra, pero al mismo tiempo, ayudó a la formación de las selvas rebosantes de vida que conocemos hoy.

Hace 66 millones de años, un asteroide masivo impactó el planeta. Fue así que la extinción de los dinosaurios sucedió a escala global: ninguno de ellos aguantó los drásticos cambios en el medioambiente. Sin embargo, este evento catastrófico también trajo consigo el nacimiento de los bosques tropicales tal y como los conocemos hoy.

De manera marginal, los bosques de coníferas ya existían desde entonces. Hoy, generan el 80 % de toda la flora contemporánea. Tras el impacto catastrófico, más del 70 % de las especies vegetales y animales se perdieron para siempre. Sin embargo, nueva vida surgió de las ruinas —literalmente.

Un nuevo estudio sugiere que las cenizas propiciaron el crecimiento exponencial durante un periodo astronómico relativamente corto. Las selvas fueron los principales beneficiarios de este nuevo panorama, según un artículo publicado en Science.  Fue así como floreció en una diversidad aplastante de nuevas plantas y animales y los bosques tropicales como los conocemos ahora.

Un cambio drástico en el panorama biológico de la Tierra

Amazonas
Foto: Getty Images

El estudio se valió de restos fosilizados de flora y fauna prehistórica. Nunca antes se había hecho una correlación entre la aparición de nuevas especies de plantas y la extinción masiva de los dinosaurios, que causalmente, sucedieron casi de manera paralela.

Según los investigadores, ésta podría ser una clave para entender el cambio dramático en el panorama biológico de nuestro planeta. Después del escenario apocalíptico tras el impacto del meteorito, nuevas formas de vida emergieron de la corteza terrestre.

El equipo dirigido por el paleontólogo Carlos Jaramillo llegó a esta conclusión a partir de una variedad impresionante de fósiles de semillas y hojas encontrados en Colombia. Según el estudio, las hojas repoblaron las selvas tropicales de América Latina. Fue así, según esta propuesta teórica, como los nuevos bosques tropicales surgieron del desastre.