En los Campos Cataláunicos, 451, un germano −quizás un ostrogodo− remata a un soldado romano. Mientras, en segundo plano, un jinete huno vigila para resguardar a su aliado. En los tres hombres apreciamos símiles en su equipamiento, de estilo tardoantiguo.
El guerrero germánico equipa una «spatha», lanza y un casco de tipo spangenhelm, modelo cónico compuesto por varias láminas metálicas y cuyo diseño prevalecería hasta después de la caída de Roma. El abatido soldado romano ha perdido ya su ejemplar de «spatha», claro está. Empero, su cadáver aún descuella por el casco de tipo Intercissa, que dispone de un protector nasal.
El jinete huno equipa también equipa un spangenhelm. Su armadura, entretanto, es laminar. Con todo, su armamento principal lo componen dos arcos asimétricos, uno empuñado y el restante enfundado. Observamos el carcaj a espaldas del jinete.
El arco asimétrico era un arma potentísima, cuya longitud variaba entre 130-160 cm. Si bien sus disparos podían alcanzar los 500 m, resultaban letales a 300 m para un hombre inerme y a 100 m podían atravesar la armadura de un soldado. Puesto que los hunos operaban sobre sus monturas, la parte inferior era más corta, posibilitando así una mejor movilidad. De esto la denominación del arco como «asimétrico».
Lámina de José Daniel Cabrera Peña para un número de la revista Desperta Ferro Antigua y Medieval, titulado: «Los Campos Cataláunicos».
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