Adrián Silva ........ guerrasyreinos
Cuenta la leyenda del poeta Romano Virgilio, en su obra, La Eneida, que Cartago fue fundado por Elisa. Se dice que la princesa era hija del rey de Tiro Matán I y tenía dos hermanos, Pigmalión y Ana. El heredero codiciaba los tesoros de un sacerdote llamado Siqueo por lo que obligó a Elisa a casarse con él sin que esta supiera los motivos reales. Poco después Pigmaleon preguntó a la princesa la ubicación de los tesoros, pero ella mintió y le dijo que estaban en un altar. Pigmaleon mandó a unos asesinos para robarlo y mataron a Siqueo. Elisa, aterrada, desenterró los tesoros y huyó en un barco con su hermana Ana y su sequito de sirvientes.
Fundación de Cartago
Se dice que en el 814 llegó al norte de África, en las costas del actual Túnez donde vivían los gétulos, una tribu de libios que tenían por rey a Jarbas. Elisa pidió permiso al rey para instalarse ahí y este le ofreció la porción que abarcara con un trozo de piel de buey. La princesa, ingeniosa, cortó la pieza en tiras delgadas y de esta forma abarcó un perímetro extenso. Ahí fundó una fortaleza llamada Birsa. El territorio tomado abarcaba un promontorio que desembocaba en el mar. Elisa fue llamada Dido por los indígenas y se instaló como soberana. La aldea creció hasta convertirse en Qart-Hadash o Cartago que significa ciudad nueva.
La historiografía menciona que Cartago fue fundada como una factoría comercial de Tiro entre el 825 a.C y 820 a.C. La colonia se dedicó al comercio debido a la escasez de tierras para expandirse al interior y a su vocación naval. De esta forma se aseguró de abastecerse de materias primas y recursos para su subsistencia.
El entonces territorio del litoral del norte de África que incluye a Mauritania, Númida y Libia estaba poblado por tribus libias aisladas de la civilización. Su atraso era tal que no usaban el bronce. La presencia de colonias fenicias fueron su primer contacto con una civilización tecnológicamente avanzada.
Los Fenicios
Los fenicios eran grandes comerciantes ubicados en los litorales del levante, en Asia Menor, en el Mediterráneo oriental. Esta civilización fue rival de los griegos en el oriente por lo que llevaron su expansión al este. Ahí establecieron colonias y factorías en el norte de África, la península Ibérica, las islas del Mediterráneo occidental y Marruecos, en competencia también con lo griegos.
El desarrollo de los puestos avanzados fenicios en esas zonas trajo consigo su influencia sobre los pueblos autóctonos con los que tenían que convivir para comerciar. Gracias a ellos se explotó la agricultura de forma intensiva y se introdujo el cultivo de la vid y el olivo en esas regiones. También llegó el uso del hierro, la cerámica y el arte.
Para el siglo VI a.C. los asirios eran la potencia dominante de Medio Oriente. Este pueblo era conocido por su crueldad y ambición y extendieron su imperio sobre Babilonia, Siria, Judea, Egipto y Fenicia. En el 672 a.C pusieron sitio a Tiro, lo que causó la huida de muchos de sus pobladores a las colonias ultramarinas, sobre todo a la prospera Cartago.
Los problemas de Tiro y el crecimiento demográfico que sufrió la ciudad púnica trajeron como consecuencia la independencia de la metrópoli. A ello sobrevino el desarrollo de una política propia de tal suerte que comenzó a fundar sus propias colonias como a Eibshim en el 653 a.C.
En un inicio la ciudad de Cartago ocupaba una franja de unos cincuenta kilómetros. A partir del siglo VI la ciudad comenzó a expandirse tierras adentro del actual Túnez hasta ocupar entre treinta y cincuenta mil kilómetros cuadrados.
Rivalidad de fenicios y griegos
Desde los inicios de la Edad del Hierro los fenicios y griegos mantuvieron una constante rivalidad. Ambos pueblos tuvieron que encontrar en el comercio su forma de subsistir debido a lo accidentado de sus territorios circundantes que impedía una explotación agrícola suficiente para toda la población. Las dos culturas estaban divididas en ciudades estado en constante pugna entre sí por las tierras circundantes, de la suerte que la única opción era salir al exterior para adquirir los recursos necesarios para la subsistencia de la población.
El primer choque fue en Creta y Chipre. Los griegos echaron a los fenicios de esas posiciones. De ahí continuó la pugna en Egipto donde los helenos establecieron colonias de mercaderes como en Cirenaica. Una vez que el Mediterráneo oriental fue saturado, siguió la carrera en el occidente.
En su expansión ambas civilizaciones tuvieron sangrientos encuentros por el dominio de los territorios. En el 573 a.C. la ciudad de Tiro se sometió al Imperio neobabilónico de Nabucodonosor II, después de trece años de asedio, con lo que su influencia sobre sus colonias terminó por decaer. Los griegos corrieron con mejor suerte al estar aislados geográficamente de las civilizaciones orientales belicosas y avanzadas.
Desde el siglo VI en que los fenicios comenzaron a sufrir los ataques de los poderosos imperios, los griegos se vieron libres de competencia. De esta forma aceleraron su proceso de ocupación territorial en occidente y destruyeron, asimilaron o expulsaron los asentamientos fenicios que quedaron desprotegidos.
Creación del imperio de Cartago
Para entonces Cartago ya despuntaba como la colonia más rica y prospera. Las colonias púnicas, con el fin de protegerse de las agresiones griegas, se agruparon en torno al liderazgo de Cartago para brindarse protección. De esta forma la ciudad de Cartago se consolidó como la defensora comercial y militar del resto de los asentamientos fenicios.
La creación de la confederación marítima de los púnicos occidentales fue la base del poderío naval, comercial y militar de Cartago. La ciudad creo entonces una política exterior común centrada en la defensa contra los griegos y la conservación y expansión de las redes comerciales existentes.
La organización de los púnicos en torno a Cartago dio origen a la creación de un imperio de forma pacífica, algo poco visto en la historia. Los territorios comprendidos estaban el norte de África incluyendo desde luego a Túnez, Tripolitania, Argelia y Marruecos. En Europa, el sur de España, las baleares, Cerdeña y la parte este de Sicilia. En tanto los griegos ocuparon el sur de Italia y Francia además de la parte oriental de Sicilia.
Con la base de este enorme poder territorial y la centralización de la política exterior común se dio un impulso inconmensurable a Cartago. El comerció fluyo a la metrópoli como el corazón del Mediterráneo occidental y desde entonces hasta la aparición de Roma no tuvo rival equiparable.
Freno a los griegos
Los griegos, que tan agresivos se vieron en su expansión colonial tras los reveses de Tiro en el Oriente, fueron parados a finales del siglo VI a.C. debido al asenso del poder de Cartago, según Theodor Mommsen.
Grecia fue incapaz de continuar su expansión debido a que a diferencia de Cartago estaba dividida en numerosas ciudades – estado enfrentadas de forma constante entre ellas. La carencia de unidad las hizo ver débiles mas no vulnerables contra la potencia púnica la cual reafirmó sus posesiones territoriales en Sicilia y Cerdeña.
Esta estabilidad propició el desarrollo comercial y demográfico de los asentamientos fenicios que, a consideración de Tucídides, no eran más que simples factorías comerciales. Con esta base Cartago ya no solo estaba a la defensiva contra los griegos, si no que pasó a la ofensiva para destruir u ocupar sus asentamientos. De esta suerte se fomentó la colonización y desarrollo de nuevos enclaves.
En el siglo V el Imperio cartaginés comenzó una agresiva política exterior para expulsar a los griegos de sus áreas de influencia. La ciudad púnica había heredado de las antiguas metrópolis fenicias la enemistad y rivalidad con los griegos. Para entonces los papeles se habían revertido y ahora los helenos eran los que estaban amenazados por el imperialismo de los aqueménidas que distrajeron sus recursos humanos y financieros.
Comentarios personales
Me gustaría parar en algunas analogías con los griegos, en especial con el Imperio ateniense. Atenas, al igual que Cartago, creo una confederación de forma pacifica para enfrentar a una amenaza exterior, los persas. En tanto los púnicos permanecieron unidos para enfrentar a los griegos. La extinción de la amenaza aqueménida trajo como consecuencia las ansias separatistas de las demás ciudades de la Liga de Delos. Atenas, encaramada en su hegemonía, se obsesionó por mantenerlos bajo su control, lo que le acarreó numerosos conflictos dentro de su imperio. La condición fue explotada por Esparta que para derrotar a su rival se dedicó a erosionar las bases de su dominio en el Egeo. Atenas sin recursos, fue derrotada.
Por su parte, Cartago permaneció unida con el resto de los asentamientos fenicios por el temor a los griegos. Esto duró el tiempo suficiente para permitir que la unidad fuera asimilada por las generaciones siguientes y de esta forma aceptaron como natural su pertenencia al gran estado púnico.
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