xaviercadalso
Se cree que el libertador José de San Martín pudo acceder al documento original escrito por Thomas Maitland en 1799, perdido durante dos siglos en un archivo de Londres, que detallaba los pasos que el Ejército británico debía seguir para lograr la independencia de la América española
Rodolfo Terragno descubrió el Plan Maitland de casualidad, mientras revisaba cartas y documentos de oficiales escoceses de principios del siglo XIX en Londres, la ciudad en la que se refugió huyendo de la dictadura de Jorge Rafael Videla. El escritor y político argentino buscaba cualquier dato sobre los posibles contactos que el famoso libertador de Argentina, Chile y Perú, José de San Martín, pudiera tener en Europa. «Mi pretensión era encontrar alguna aguja en aquel pajar. Para ello recorría los manuscritos en busca de referencias a Sudamérica, en particular al Río de la Plata», contaba en su libro ‘Maitland & San Martín’ (Universidad Nacional de Quilmes, 1998).
Uno de los archivos hallados fue la colección Steel-Maitland, que estaba formada por una serie de papeles privados custodiados por el Archivo General de Escocia. En ellos se citaba a varios oficiales de la familia Maitland, pero en ese momento Terragno no prestó mucha atención a un tal Sir Thomas, que era uno de los menos relevantes para su investigación. «Un día de 1982, sin embargo, en el inventario encontré algo que me conmovió. Era una referencia a 47 páginas manuscritas, sin fecha, que un funcionario del archivo había registrado con el siguiente título: ‘Plan para capturar Buenos Aires y Chile y luego emancipar Perú y México’», recordaba.
A Terragno le llamó mucho la atención el documento y pidió que le dejaran consultarlo. No se imaginó entonces que lo que tenía entre manos, perdido durante casi dos siglos entre un montón de papeles olvidados, era el plan que Gran Bretaña diseñó para conquistar o controlar los territorios que España poseía en América y arrebatarle, así, su imperio. Resulta extraño que, a pesar de su importancia, el plan pasara desapercibido para muchos historiadores a ambos lados del Atlántico.
Antes de sacarlo a la luz, Terragno tuvo que averiguar quién era Thomas Maitland, con quién estaba conectado, qué le llevó a planear el control de Sudamérica y cómo acabó convirtiéndose en el cerebro en la sombra de la independencia de la América española. Para Cesáreo Jarabo Jordán, que acaba de publicar ‘El fin del Imperio de España en América’ (Sekotia), el germen del odio viene de lejos: «Se manifestó por primera vez cuando Felipe II dejó de ser Rey de Inglaterra e Irlanda en 1558. Los ingleses volcaron entonces toda su piratería sobre los españoles y continuaron atacándoles durante todo el siglo XVIII, aunque no salieron bien parados. En la Ilustración se metieron en la política española y, cuando Napoleón invadió España, se presentaron como amigos, pero se dedicaron a destruir la incipiente industria del país a escondidas, con la excusa de la guerra, y a amparar a los líderes independentistas de América».
«Humillar a España»
El investigador español cree que «el Plan Maitland es el último episodio de esas conspiraciones contra España que se produjeron en los siglos anteriores». Posiblemente, el más importante. Jarabo Jordán lo define como un «plan de perfeccionamiento» de la ‘Propuesta para humillar a España’, otro panfleto, esta vez de autor desconocido, escrito en 1711 y publicado en Londres en 1739. En él se exponía una detallada operación para ocupar militarmente la región de Buenos Aires y extraer los metales preciosos de las minas de Potosí, con el objetivo último de abrir una nueva ruta comercial para introducir esclavos y manufacturas propias en Sudamérica. Todo ello, por supuesto, a costa del monopolio español.
Fue en 1799 cuando Thomas Maitland recibió el encargo de diseñar un nuevo plan para conquistar los territorios españoles de ultramar. Maitland solo era un general de brigada que conocía bien los asuntos de Indias, pues había participado en la invasión de la isla de La Española –la actual zona Haití–, que estaba sumida en una guerra de independencia. La operación fracasó, pero él se ganó el respeto de superiores como el diputado Sir John Coxe Hippisley, que le encargó redactar el documento en una nueva época de guerra entre España e Inglaterra.
Maitland trazó un plan preliminar que sugería atacar el Río de la Plata con un ejército de 10.000 hombres. «Hippisley me dio varios documentos relativos a las colonias hispanoamericanas y me pidió que los examinara para analizar la posibilidad de efectuar una operación militar ventajosa en esta parte del mundo. Ahora le expreso mi opinión con total convicción: sin ningún riesgo, con muy poco gasto y sin distraer ninguna parte importante de la fuerza disponible, creo que podría asestarse inmediatamente un golpe tan desventajoso para los intereses de España como beneficioso para los intereses políticos y comerciales de Inglaterra».
No hay comentarios:
Publicar un comentario