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En un país donde comer bien es obligado (y fácil), hay una costumbre que merece ser puesta en valor: el arte de la tapa.
Cada vez que visitamos alguna nueva ciudad, intentamos buscar el mejor sitio para comer o tapear. Sin embargo, no siempre lo conseguimos. Por este motivo, hemos elaborado un listado con las cinco calles de España donde se comen las mejores tapas, y a buen precio. Madrid, Barcelona, Sevilla, Logroño y Granada serán nuestros destinos. En cada una de estas ciudades, encontramos al menos una calle donde la oferta gastronómica es prácticamente infinita. Por ello, hemos hecho una selección de los bares y restaurantes más destacados y para todos los gustos.
Calle Navas, Granada
Empezamos nuestro viaje en la calle Navas de Granada, una de las más populares de la ciudad por su oferta gastronómica, en la que destacan las tapas a base de jamón, queso de cabra o croquetas. Nuestra primera parada es Los Diamantes I. En esta establecimiento, el pescado es el rey: calamares fritos, gambas fritas o la plancha, rape frito, boquerones rebozados, chipirones fritos, chopitos a la plancha o berenjenas fritas son algunas de sus especialidades. Nuestra ruta sigue por el Bar de Tapas Ávila, donde el jamón asado es la tapa estrella. Los caracoles, los callos y las hamburguesas también son sus puntos fuertes, y con cada bebida te regalan una tapa, a elegir entre una larga lista.
Nuestra siguiente parada es el Fogón de Galicia, que deleita a los comensales granadinos con tapas típicas del norte. El pulpo a la gallega es sin duda lo mejor de la carta, pero también ofrecen raciones de vieiras gratinadas, almejas a la marinera, mejillones al vapor o puntillas de calamar. Aunque la cocina gallega es su principal atractivo, también ofrece comida típica de la zona como croquetas de jamón o frituras de pescado. Y nuestra última parada en esta calle es Casa Salvador, posiblemente el más tradicional de los cuatro. Entre sus raciones y tapas destacan la sopa sevillana, las habas con jamón o la tortilla de patatas. Además, cuenta con la ventaja de ofrecer unos precios algo más económicos al resto.
Calle de la Cava Baja, Madrid
Y desde Granada nos vamos hasta la capital, Madrid, a la calle de la Cava Baja, en el barrio de La Latina. La primera parada es La Posada del León, con un estilo más gourmet. Los callos y caracoles a la madrileña son su emblema, pero también destacan los huevos camperos con patatas y jamón, las croquetas o su tabla de quesos y jamón. Y volvemos a un estilo más tradicional en la Posada de la Villa. Los embutidos, las sopas de ajo o cebolla, las croquetas, los pimientos de Padrón o las verduras a la plancha son las tapas más solicitadas. Aunque la especialidad de la casa es el cocido madrileño.
Y en Madrid también hay un lugar donde sentirse en Andalucía gracias a La Perejila. Con el gazpacho y el salmorejo por bandera, este bar a la andaluza también ofrece frituras de pescado y otras tapas más extendidas a base de queso, jamón o croquetas. Terminamos nuestro tour por la capital en La Posada del Dragón. Ensaladilla rusa, patatas bravas, croquetas variadas, rabo de toro, gambas al ajillo o huevos con jamón son las principales tapas de esta peculiar posada.
Carrer de Blai, Barcelona
Nos vamos ahora a la costa catalana, concretamente al Carrer de Blai de Barcelona. Ubicada en el barrio de Poble-Sec, La Koska Taberna destaca por ofrecer pintxos típicos del País Vasco. Las tortillas y las carnes son su especialidad y todos los pintxos oscilan entre 1€ y 1,5€, una opción perfecta si no quieres gastar mucho dinero. Si con los pintxos no tienes suficiente, puedes optar por La Esquinita de Blai, que también tiene algunas tapas como patatas bravas, nachos, alitas de pollo, rabas o pan con tomate.
Otro establecimiento que también ofrece pintxos y una gran cantidad de croquetas es el restaurante Blai Tonight, el cual destaca por su inmensa oferta y por sus precios populares, casi todos a 1€. Es, sin duda alguna, un local a tener en cuenta en nuestra visita a Barcelona. Y dejamos ya la cocina vasca para centrarnos en la italiana, en el Pomodoro Rosso. Este restaurante se ha adaptado a la cocina española y puedes elegir entre comerte una pizza o un plato de pasta, o degustar algunos entrantes como el pan de ajo, una ensalada caprese o algunos rebozados.
Calle del Laurel, Logroño
Viajamos ahora hasta el norte, a Logroño, donde nos adentraremos en la calle del Laurel. El primer stop lo hacemos en Petit Comité, donde las patatas bravas, los fingers de pollo, las rabas de calamar o las croquetas de jamón son las tapas más solicitadas. Los precios y el tamaño de las raciones son ideales para compartir. Y de este local nos vamos a la Taberna de Correos, donde destacan de nuevo las patatas bravas, las croquetas de jamón y los mejillones en tempura.
Y otro lugar curioso por sus "zapatillas de jamón" es la Villa Rica. Y no, no nos referimos a una zapatilla como tal, sino a unas rebanadas de pan enormes sobre las que dejan caer una loncha de jamón. Aunque su carta es mucho más extensa, la mayoría de sus clientes prefieren una bebida y una rebanada de pan con jamón, sin más. Y nuestra última parada en Logroño es el Rincón de Alberto. La ensaladilla rusa, el rabo de toro, el bacalao o los huevos fritos con jamón son las especialidades de este local donde el vino tiene también un gran protagonismo.
Calle Feria, Sevilla
Nuestro viaja concluye en la calle Feria de Sevilla, conocida por sus bares y restaurantes, pero también por su ambiente festivo. En la Cervecería Yerbabuena, el salmorejo o la tortilla de camarones, dos clásicos del tapeo andaluz, son sus opciones más solicitadas. Pero si buscas algo más internacional, Condedê es tu sitio. Tapas brasileñas, japonesas, italianas y hasta francesas son las que se ofertan en este restaurante. Si tienes ganas de probar nuevos sabores, no pierdas de vista este local.
Volvamos de nuevo a la gastronomía local para descubrir La Almadraba, donde el atún y el pescado en conserva son los protagonistas absolutos de la carta. Todas sus opciones las podrás combinar con alguno de sus populares vinos gaditanos. Y terminamos nuestro viaje en el bar La Cantina, el más antiguo de la calle. Su pescadito frito o a la plancha, sus mariscos y sus ostras hacen las delicias de todo aquel que las prueba. En este establecimiento todo es 100% casero y elaborado con productos de proximidad.
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