Navarra fue uno de los reinos más antiguos de lo que hoy conocemos como España.
La primera dinastía de Pamplona fueron los Iñiguez.
Iñigo o Eneko Arista fue el primer rey de Pamplona en el 851 - 852. Le sucedieron su hijo García Iñiguez (852-882), y su nieto Fortun Garces (882-905).
Los Iñiguez contaron con el apoyo y la alianza de Banu Qasi de la familia muladi.
No hay mucha documentación de esta época salvo algún documento musulmán.
Iñigo casó a una de sus hijas con Muza Ben Muza cabeza de los Banu Qasi.
Hubo pocas batallas en esta época, salvo la batalla de Roncesvalles contra Carlo Magno, donde un ejército vascon destrozó a su retaguardia.
Una vez fallecido Iñigo Arista su hijo García Iñiguez se distanció de los musulmanes y se acercó al rey cristianó de Asturias.
Su nieto Fortun Garces 882-905 vivió una época de intranquilidad.
El aquel entonces el reino de Pamplona tenía pocos kilómetros cuadrados, pero empezaba a latir el germen de un reino que con la siguiente dinastía crecería con fuerza, era la dinastía Jimena con la que Navarra vivió su máximo esplendor, tanto en el terreno económico como territorial.
Texto de Txemi Jimenez
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