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Hace un tiempo surgieron imágenes satelitales de la Antártida, y todo hubiese sido totalmente rutinario como en otras ocasiones sino fuera porque se dejaron ver unos agujeros enormes en la capa de hielo. Para algunos investigadores, estas se tratarían de «gigantescas entradas» que conducirían a un mundo subterráneo en la Antártida.
Uno de los satélites que tomó imágenes de la Antártida allá por 2016 descubrió una extraña formación en el continente helado, que se asemeja por su forma a la entrada gigante de una cueva o túnel.
Abertura enorme en el hielo
Las dimensiones de esta «entrada» son sorprendentes: tienen unos 90 metros de ancho y 30 metros de alto. ¿Se trata de un objeto artificial o de una formación natural? Muchos investigadores siguen discutiendo sobre esta cuestión.
La Antártida actual está comprendida por 14 millones de kilómetros cuadrados de árido desierto de hielo con unas condiciones naturales muy duras. La temperatura del aire en la época más fría alcanza de -65 a -80 grados Celsius, y la velocidad del viento es de hasta 300 kilómetros por hora. En este continente no hay asentamientos permanentes, salvo las estaciones científicas de algunos estados, cuyo personal cambia periódicamente. Pero, ¿han existido siempre tales condiciones en la Antártida?
En el mapa de Piri Reis, este continente aparece sin capa de hielo y, al mismo tiempo, su imagen es muy precisa.
Se trata de una prueba indirecta de que existían mapas de la Antártida y, por tanto, de vida inteligente en una época en la que este continente, formado por dos enormes islas, aún no estaba delimitado por una capa de hielo milenaria.
¿Civilizaciones inteligentes viviendo en la antigua Antártida?
Si en aquella época existían tecnologías que permitían crear mapas de alta calidad de los continentes, ¿fueron capaces estas civilizaciones altamente desarrolladas del pasado de crear objetos artificiales como esta enorme entrada?
Además, esta «entrada al túnel» no es ni mucho menos la única. A pocos kilómetros de la primera «entrada», al otro lado de la cresta, hay otra estructura similar, cuya naturaleza artificial está fuera de toda duda, según algunos investigadores.
Los arqueólogos virtuales vieron en la imagen no sólo la entrada en sí, sino también una «escotilla» gigante, que es un mecanismo en forma de una puerta de metal gris convexa con enormes remaches a lo largo de los bordes que abren y cierran esta entrada.
¿Dónde se encuentra este enorme agujero?
Estos objetos fueron descubiertos por primera vez en la Tierra de la Reina Mary, en la parte oriental de la Antártida, por el explorador estadounidense Joseph Skipper, que lleva muchos años estudiando diversos lugares interesantes de nuestro planeta y fenómenos naturales a partir de fotografías de expediciones científicas y de investigación.
Así, dado que estas estructuras tienen un aspecto bastante abandonado, podemos llegar a una conclusión completamente lógica sobre la existencia de una civilización muy desarrollada en un pasado lejano en el territorio de la Antártida.
Es posible que estas «entradas» a una determinada «ciudad subterránea» o «base» quedaran al descubierto debido al cambio climático y al comienzo del deshielo del casquete polar antártico.
Pero, ¿quizá alguien sigue utilizando estas instalaciones subterráneas?
Por supuesto, hay versiones de que se trata sólo de una ilusión óptica o de una formación natural, pero ¿no cree que de todos modos hay demasiadas coincidencias?
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