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Tanto si buscas algo de aventura como si solo quieres relajarte y desconectar de la rutina, estas 5 piscinas naturales son el lugar ideal, y te explicamos cómo llegar a ellas.
Con el verano a la vuelta de la esquina, somos muchos los que ya pensamos dónde escaparnos durante las vacaciones. Unos buscan salir de la rutina con algún viaje multiaventura o descubriendo una ciudad tras otra, mientras que otros tan solo quieren relajarse refrescándose con un baño y tomando el sol. Para este cometido, hay muchísimos lugares ideales, aunque no en todos encontramos esa ansiada tranquilidad.
Por este motivo, una buena opción podría ser una piscina natural, como las que podemos encontrar en Lanzarote o Fuerteventura. Estos lugares no suelen estar muy masificados, por lo que serían los enclaves idóneos si queremos liberarnos del estrés de la rutina. Así que aquí os vamos a enseñar cómo llegar a cinco de las mejores piscinas naturales que podréis encontrar en Lanzarote y Fuerteventura.
Aguas verdes (Fuerteventura)
En la costa oeste de Fuerteventura, en el término municipal de Betancuria, encontramos Aguas Verdes, una piscina natural casi virgen. Su proximidad al mar hace que el agua de estas piscinas se renueve con cada marea alta, por lo que el momento ideal para disfrutarlas es la bajamar. El núcleo urbano más cercano es Betancuria, que está a poco menos de media hora en coche, por lo que el acceso a esta zona es muy sencillo. El hecho de que sea un lugar rocoso y que haya una playa de arena fina a unos pocos metros, convierten a estas piscinas naturales en un remanso de paz y tranquilidad, pues la mayoría de visitantes optan por la playa.
Puertito de lobos (Fuerteventura)
El acceso a Puertito de lobos es algo más complejo. Está en un pequeño islote que pertenece a Fuerteventura, pero para llegar hasta él hay que coger un barco en Corralejo que tarda unos 20 minutos. Es un islote casi virgen de apenas 4,5 kilómetros cuadrados. Aquí podrás disfrutar de tranquilas aguas de azul cristalino donde podrás tomar un relajante baño y practicar snorkel, en un isla donde encontrarás un restaurante y poco más. Es posiblemente el lugar más tranquilo y sosegado que hallarás en todas las Islas Canarias.
Cueva del agua (Lanzarote)
La Cueva del agua, también conocida como Caldera de agua, es una de las piscinas naturales más grandes de Lanzarote, y también una de las más salvajes. Está totalmente rodeada de piedras volcánicas, por lo que cuenta con grandes espacios en los que tomar el sol tranquilamente. Para los más aventureros, cuenta con un gran orifico en la parte alta por el que lanzarse al agua, siempre y cuando la marea esté alta, de lo contrario, podría resultar peligroso. Además, al estar dentro de una cueva, es frecuente que haya animales marinos o cangrejos en la zona, por lo que mira bien dónde pones la toalla y donde dejas tus pertenencias. Puedes acercarte hasta ella en coche, pero deberás dejarlo algo alejado ante la falta de aparcamiento en la zona
Charco del Palo (Lanzarote)
El Charco del Palo de Lanzarote tiene una peculiaridad: es una zona para naturistas. Está en un pequeño pueblo en la costa noreste de la isla al que se puede llegar en coche sin ningún tipo de problema. Aquí se abrió un complejo naturista, momento desde el cual, tanto vecinos como visitantes, son libres de pasear y bañarse desnudos por cualquier lugar del municipio. El lugar cuenta con dos piscinas naturales que se alimentan del agua del mar y que están separadas por un muro de piedra.
Los charcones (Lanzarote)
Los Charcones de Lanzarote son una de las pozas más fotografiadas de la isla, formadas por un conjunto de bañeras naturales en la coste suroeste de la isla. La erosión del mar sobre la lava volcánica solidificada ha ido desgastando este enclave hasta crear unas piscinas naturales de diversos tamaños y profundidades con aguas cristalinas. Llegar hasta esta zona es muy sencillo, tan solo tardarás 20 minutos en coche desde Playa Blanca, aunque ten en cuenta que el camino hasta allí no está asfaltado y tendrás que ir con cuidado. Al final de este encontrarás un edificio abandonado, que en el pasado debió albergar un hotel, en el que podrás aparcar sin problema. Luego tan solo tendrás que bajar el acantilado que te llevará hasta Los Charcones. Aunque no es una bajada difícil, es mejor ir con cuidado.
En resumen, tanto Lanzarote como Fuerteventura albergan unas piscinas naturales impresionantes. Desde las cristalinas aguas de Los Charcones en Lanzarote, hasta las cautivadoras piscinas de Aguas verdes en Fuerteventura, estos destinos ofrecen la oportunidad de sumergirse en la belleza indomable de la naturaleza. Ya sea explorando sus rincones ocultos o disfrutando del impresionante entorno sus piscinas, estos paraísos acuáticos son testimonio de la espectacularidad de las Islas Canarias. Así que, tanto si buscas aventura como si buscas tranquilidad, no hay duda de que estas piscinas naturales te dejarán fascinado y con ganas de volver una y otra vez.
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