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Recientes informes muestran que los No Identificados prácticamente abundan en los océanos, creando un desafío enorme para los oceanógrafos para explicarlos. Cabe resaltar que algunos de estos investigadores se han topado en algún momento de sus vidas con este tipo de fenómenos inexplicables.
Los oceanógrafos están acostumbrados a estudiar los misterios de las profundidades marinas, pero tienen un nuevo reto entre manos: los fenómenos aéreos no identificados (UAP, por sus siglas en inglés) u OVNIs. Se trata de objetos o sucesos que aparecen en el cielo y desafían las explicaciones convencionales, como el infame vídeo «Tic Tac» publicado por el Pentágono en 2017.
OVNIs desafían a los oceanógrafos
Los OVNIs plantean un problema para los oceanógrafos porque a menudo aparecen sobre el océano o cerca de él, y a veces incluso interactúan con el agua. Por ejemplo, se ha informado de que algunos OVNIs se sumergen en el océano y emergen de nuevo, o crean grandes olas o perturbaciones en la superficie. Estos fenómenos podrían tener importantes implicaciones para el medio marino y las formas de vida que lo habitan.
Sin embargo, estudiar los OVNIs no son tarea fácil para los oceanógrafos, que se enfrentan a numerosos retos y limitaciones. Uno de ellos es la falta de datos y pruebas, ya que los OVNIs suelen ser fugaces e impredecibles, y la mayoría de las imágenes disponibles son de baja calidad o están clasificadas.
Otro reto es el estigma y el escepticismo que rodean a los OVNIs, que dificultan que los científicos hablen abiertamente de ellas o consigan financiación para la investigación.
Un oceanógrafo revela lo que sabe de OVNIs
A pesar de estos obstáculos, algunos oceanógrafos sienten curiosidad y están deseosos de saber más sobre los OVNIs y su posible conexión con el océano. Uno de ellos es Kevin Knuth, antiguo científico de NASA y profesor de Física en la Universidad de Albany.
También es cofundador del UAP Expedition Group, un equipo de científicos y exploradores que planean utilizar tecnología avanzada para vigilar y documentar los OVNIs sobre el Océano Pacífico.
Knuth cree que los OVNIs podrían aportar nuevos conocimientos sobre la física del océano y la atmósfera, así como sobre el origen y la evolución de la vida en la Tierra. También cree que los OVNIs podrían ser una señal de vida inteligente más allá de nuestro planeta, y que deberíamos intentar comunicarnos con ellos.
Knuth dijo a Inverse:
«Creo que tenemos mucho que aprender de los OVNIs, tanto científica como filosóficamente. Podrían ser una ventana a un mundo completamente nuevo que aún no comprendemos».
Knuth no está solo en su empeño por estudiar los OVNIs desde una perspectiva oceanográfica. Forma parte de una creciente red de científicos y expertos que colaboran y comparten información sobre los OVNIs a través de plataformas como Sky Hub, una red mundial de sensores y cámaras que recogen y analizan datos sobre los OVNIs.
Otro experto interesado en los OVNIs y su impacto en el océano es Christopher Mellon, ex subsecretario adjunto de Defensa para Inteligencia.
Mellon declaró a Inverse que los OVNIs podrían suponer una amenaza para la seguridad nacional y la seguridad marítima, ya que podrían interferir con las operaciones militares o las actividades civiles en el océano. También dijo que los OVNIs podrían revelar nuevos aspectos del océano que desconocemos, como estructuras o ecosistemas ocultos.
Mellon dijo:
«Sabemos muy poco sobre nuestros océanos. Los OVNIs podrían ser un indicador de que bajo la superficie ocurre mucho más de lo que creemos».
Mellon y Knuth coinciden en que los oceanógrafos y otros investigadores deben trabajar juntos para superar los retos y limitaciones que dificultan sus avances y arrojar más luz sobre los misteriosos fenómenos que se producen sobre nuestros océanos.
Knuth dijo:
«Tenemos que ser abiertos y curiosos, pero también rigurosos y escépticos. Tenemos que utilizar las mejores herramientas y métodos de que disponemos, pero también estar dispuestos a adaptarnos e innovar. Tenemos que ser humildes y respetuosos, pero también audaces y ambiciosos. Tenemos que ser científicos».
La verdad está allí afuera, o allí, sumergida…
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