Tantas noches observando el cielo infinito en las primeras décadas del siglo XX, sin duda marcaron la infancia de Carlos Muñoz Ferrada, que desde muy temprana edad dio luces de que sería un verdadero adelantado a su época..
Proveniente de una familia de campesinos, su nacimiento fue inscrito por sus padres Félix y Lastenia en el Registro Civil de Yerbas Buenas, Chile, el 10 de enero de 1909.
Ya con siete años, cruzaba campos y cerros para llegar a su escuelita en Linares, donde interrumpía continuamente las clases con sus preguntas sobre el universo, el sol y los cambios del clima, cosa que le valió la burla de sus compañeros y más de una expulsión, pero no lo desanimó en su afán de observar los fenómenos de nuestro Planeta y el Universo.
Meteórica carrera
Su padre lo matriculó en la Escuela Náutica de Pilotines de Chile, egresando en 1929 como piloto tercero y por muchos años se desempeñó en la ex Empresa Marítima del Estado (Empremar), desde donde egresó en 1956, como primer piloto de la Marina Mercante Nacional.
Fue en sus viajes por todo el mundo, donde se aferró al estudio autodidacta de los astros, los cambios climáticos y las fuerzas volcánicas y tectónicas, que fue complementando hasta recibirse como profesor de Astronomía y Metereología en la Armada, logrando ser docente de Aeronavegación.
Años después ingresó como técnico metereólogo de Lan Chile, trasformándose en jefe de Metereología de la empresa. También estudió Ingeniería y Física experimental en la Universidad de Chile, efectuando estudios en la Sociedad Astronómica de París y logrando ser miembro de la Sociedad Astronómica de Dijon y de la Sociedad Astronómica Milán.
Fama internacional
En 1936, fue el responsable de crear junto al Arzobispo Santiago Silva, el Observatorio de Concepción, ciudad desde donde saltó a la fama internacional dos años más tarde.
Con apenas 30 años, el 19 de enero de 1939, en el diario “El Sur” de Concepción, predijo que un gran terremoto asolaría el país el 24 de ese mismo mes.
Pocos tomaron en cuenta sus palabras, pero el gran terremoto de Chillán llegó -eso sí, con cuatro horas de diferencia- dejando en ruinas a cinco provincias y causando la muerte de 40 mil chilenos; la mayor cantidad de muertos en un sismo en la historia de Chile.
Al conocerse su fama como científico e investigador, entre 1940 a 1948 fue contratado como Astrónomo Investigador, por los Gobiernos de Panamá, Nicaragua y en El Salvador.
En este último país, además de efectuar investigaciones sísmicas, conoció a María Dolores Rivera, con quien se casó y tuvo 4 hijos, tres de los cuales le sobreviven.
En 1948 se radicó finalmente en una céntrica casona de calle Díaz en Villa Alemana, donde construyó su laboratorio con equipos de sismología de segunda mano y otros de meteorología confeccionados por el mismo.
Desde este verdadero “centro de operaciones” por más de medio siglo siguió realizando sus investigaciones, reportes metereológicos, predicciones de sismos y estudios de volcanes, sentando las bases de la “Teoría Geodinámica”, por la que se hizo mundialmente conocido.
“Mi padre alcanzó a vivir los incipientes avatares de un mundo que se desborda y desordena a partir de este siglo. Si vemos las cosas en perspectiva, considero que sí fue un adelantado, el hombre estudioso que es capaz de recoger e interpretar la información y, además, divulgarla, sobre todo en el campo de la sismología, en donde se destaca como uno de los grandes avanzados en cuanto a las predicciones, hechas con una precisión sorprendente».
Como Oficial de la Marina, viajó a muchos países, conoció distintas culturas, climas y gente; pudo, por lo tanto, comparar y determinar diferencias, en lo que actualmente se nos dice que son cambios climáticos.
Para él dichas transformaciones eran evidentes, pero difería con algunas opiniones en cuanto a las reales causas de dichos cambios, cuestión que, desafortunadamente, no pudo profundizar, pues, ya nonagenario, sólo pensaba en su inminente partida”, comentó su hija Lucía, licenciada en Geografía PUCV, quien reconoció en su padre a su gran mentor, “un hombre humilde y de gran sabiduría, creyente y respetuoso”, virtudes que dice llevó, hasta el 17 de octubre de2001, cuando falleció producto de una trombosis a la edad de 92 años.
La Teoría Geodinámica: seguidores y detractores
Carlos Muñoz Ferrada desarrolló gran parte de sus anuncios en base a lo que llamó la “Teoría Geodinámica” y la influencia de factores gravitacionales y electromagnéticos externos a nuestro mundo, producidos por celestes, lo que le valió la admiración y el rechazo entre sus colegas científicos, incluso hasta el día de hoy.
“Su pensamiento se centraba en estudiar paralelamente la posición de los planetas, como agentes gravitacionales, y de nuestro sol, como agente causante de perturbaciones también gravitacionales, pero además electromagnéticas, en particular la posición de las manchas solares, dentro de los denominados máximos solares».
«Veía en estas perturbaciones las relaciones funcionales por excelencia y que pueden producir alteraciones incluso de orden tectónico. Con el avance del instrumental y las técnicas de recolección de datos, por supuesto que la probabilidad de predecir fenómenos es mayor”, explicó su hija Lucía, que consultada por esta indiferencia de la sociedad científica nacional hacia los estudios de su padre recalca:
“Nadie ha sido, es y será profeta en su tierra. Mi padre no es la excepción. Es fácil hablar de alguien que ya no se puede defender. Me pregunto: ¿Qué nos legarán estos agentes, “paladines” de la verdad y del conocimiento una vez que desaparezcan?»
«En el extranjero mi padre siempre fue respetado y acogido, toda vez que reconocían su aporte al acervo científico. Y si no ha podido aún reivindicarse en este suelo, fuera de su patria es ya una figura consolidada y de renombre, aunque les duela a algunos representantes de la ciencia”.
Su ultima predicción: se acerca un “Cometa -Planeta”
Pero uno de los anuncios que más ha despertado interés esta última década es el que vino estudiando Carlos Muñoz Ferrada desde la década de los 40’ y que se hizo masivo tras una última entrevista emitida por el Canal 4 de Puerto Rico en 1999, que habla de un gigantesco Planeta-Cometa que se acerca al sistema solar y provocará cambios cataclísmicos en la humanidad, asociados al Cambio Climático en la actualidad.
“El Cambio viene, la destrucción viene y más que nada, afectará a la humanidad en su existencia, en su producción y en sus subsistencia” dijo Ferrada en dicha entrevista, explicando que este cuerpo celeste, tiene una órbita elíptica como un cometa y una masa de un tamaño seis veces mayor que Júpiter..
El cual se aproxima a la Tierra cargado de energía cósmica y no cumple con las leyes celestes establecidas, viajando entre nuestro Sol y un Sol Negro que se encuentra 32 mil millones de kilómetros.
Agregó que entrará a nuestro Sistema Solar y su paso más cercano a la Tierra será a unos 14 millones de kilómetros, lo que será suficiente para ejercer una atracción catastrófica sobre los minerales líquidos incandescentes del interior de la Tierra, provocando grandes presiones interiores y manifestación de volcanes y terremotos, sobre todo en un área que llamó el “triángulo catastrófico”, comprendida entre Chile, España y Sumatra, que a la larga desencadenará el cambio y la destrucción de todo lo que conocemos.
Otras predicciones
Muñoz Ferrada en su extensa carrera predijo cambios en el clima, erupciones volcánicas, un diluvio en la India; el acercamiento a la tierra de un gran cuerpo celeste “Bernard I” el 11 de agosto de 1999, en la constelación de la Osa Mayor, cerca del Polo Norte, fecha en que ocurrió un eclipse de sol.
Anunció los terremotos de Chillán (1939), el sismo de la Ligua (1945) y con un margen muy pequeño de error, el terremoto de 1985 en la zona central de Chile, donde curiosamente se derrumbó su casa. También Detectó la trayectoria y perturbaciones que sufriría el Cometa Halley, al alterar su velocidad, entre otros eventos de la naturaleza.
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