Las esposas del Khan
Como era común entre los poderosos hombres mongoles, Gengis Kan tenía muchas esposas y concubinas. Con frecuencia adquiría esposas y concubinas de imperios y sociedades que había conquistado, estas mujeres eran a menudo princesas o reinas que fueron tomadas cautivas o regaladas a él. Gengis Kan les dio a varias de sus esposas de alto estatus sus propios ordos o campamentos para vivir y administrar. Cada campamento también contenía esposas jóvenes, concubinas e incluso niños. Se dice que tenía treinta y seis esposas.
Era el trabajo del Kheshig (Guardia Imperial mongol) proteger las yurtas de las esposas de Gengis Kan. Los guardias debían prestar especial atención a la yurta individual y al campamento en el que dormía Gengis Kan, que podía cambiar cada noche cuando visitaba a diferentes esposas. Cuando Gengis Kan emprendía sus conquistas militares, por lo general se llevaba una esposa con él y dejaba al resto de sus esposas (y concubinas) para administrar el imperio en su ausencia.
Gengis Kan promulgó la "Yassa", una ley general que regía la vida ciudadana. En ella estableció medidas específicas relacionadas con la situación y los derechos de las mujeres: prohibió el secuestro de las mujeres, ya que era frecuente el secuestro de mujeres en las tribus vecinas para obligarlas a casarse, el adulterio y la venta de mujeres. La ley establecía que todos los hijos de un hombre, con su esposa o su concubina, fueran hombres o mujeres, eran herederos legítimos. Autorizó a las mujeres a acceder al ejército y podían ocupar diversos puestos militares, entre ellos la defensa del campo de batalla
El Khan
Un aspecto destacado de la figura de Gengis Kan es su utilización de la guerra psicológica y la implantación de un régimen de terror en muchos de los territorios conquistados. Los mongoles ejecutaron en algunos casos matanzas masivas entre la población de las ciudades conquistadas, y exhibían los resultados de estas para hacer cundir el pánico entre los habitantes de otros territorios.
Otra de las ventajas estratégicas fundamentales del ejército mongol es el desconocimiento que sus enemigos tenían de ellos, siendo así muy difícil para sus adversarios calcular su número. Se utilizaban estratagemas como montar muñecos en los caballos sobrantes, por ejemplo. Eso, unido a la gran movilidad de los ejércitos esteparios, ponía el factor sorpresa siempre de su lado.
Muerte del Gran Khan
Según la Historia de Yuan, documento oficial encargado durante la dinastía Ming de China, Gengis Kan murió durante su última campaña contra Xia Occidental, cayendo enfermo el 18 de agosto de 1227 y falleciendo el 25 de agosto de 1227.La causa exacta de su muerte sigue siendo un misterio, y se atribuye a diversas causas: enfermedad, muerte en combate o heridas sufridas durante la caza o en batalla. Según La historia secreta de los mongoles, Gengis Kan se cayó de su caballo mientras cazaba y murió a causa de la herida. La Crónica de Galitzia y Volinia afirma que fue muerto en batalla contra Xia occidental, mientras que Marco Polo escribió que murió tras la infección de una herida de flecha que recibió durante su última campaña. Crónicas mongolas posteriores relacionan la muerte de Gengis con una princesa de Xia Occidental tomada como botín de guerra.
Una crónica de principios del siglo xvii relata incluso la leyenda de que la princesa escondió una pequeña daga y lo apuñaló o castró. Sin embargo, todas estas leyendas se inventaron mucho después de la muerte de Gengis Kan. Por el contrario, un estudio de 2021 concluyó que probablemente murió de peste bubónica, tras investigar reportes de los signos clínicos que presentaron tanto el Kan como su ejército, que a su vez coincidían con los síntomas asociados a la cepa de peste presente en Xia Occidental en aquella época.
Años antes de su muerte, Gengis Kan pidió ser enterrado sin marcas, según las costumbres de su tribu.
Tras su muerte, su cuerpo fue devuelto a Mongolia y presumiblemente a su lugar de nacimiento en Khentii Aimag, donde muchos suponen que está enterrado en algún lugar cerca del río Onon y la montaña Burjan Jaldun (parte de la cordillera de Jenti). Con todo, se desconoce actualmente el paradero de su tumba. Según la leyenda, la escolta funeraria mató a todo el que se cruzara en su camino para ocultar dónde fue enterrado finalmente. El mausoleo de Gengis Kan, construido muchos años después de su muerte, es su monumento conmemorativo, pero no su lugar de enterramiento.
En la actualidad, la búsqueda de la tumba perdida del Gran Kan se ha convertido en uno de los grandes retos de la arqueología moderna.
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