Canal Viajar : ¿No tienes tiempo? 5 viajes perfectos que puedes hacer en un solo día

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Una vida entera no basta para conocer a fondo cada una de estas cinco ciudades españolas, pero merece la pena visitarlas aunque solo se disponga de 24 horas. Un solo día para nuestros pies, un recuerdo imborrable para toda la vida.

Rápidas conexiones aéreas o por tren pueden contribuir a ahorrar tiempo si se cuenta con solo un día para visitar el destino. Ver Córdoba, Oviedo o Pamplona en un solo día no es suficiente, pero condensamos en este artículo las visitas clave que puedes hacer en tan solo 12 o 24 horas. ¡Empieza la cuenta atrás!

1. Viaje de un día a Córdoba

La conexión entre la ciudad y la capital por AVE hace que Córdoba sea uno de los destinos más rápidos de alcanzar desde, por ejemplo, Madrid. En tan solo una hora uno puede plantarse en la antigua ciudad califal y tener tiempo para visitar su gran emblema, la Mezquita-Catedral, con sus 1.120 columnas y sus 1.200 arcos (en época de Almanzor).

En su historia se concentran los estilos omeya, gótico, renacentista y barroco y fundamental guardarse un momento de respiro en su bello Patio de los Naranjos y visitar el vecino Alcázar de los Reyes Cristianos, en el que aún se conservan algunos restos del Alcázar andalusí anterior. Ver atardecer desde el Puente Romano tras traspasar la monumental Puerta del Puente y mientras el Triunfo de San Rafael nos guía puede ser la guinda del viaje.

2. Viaje de un día a Oviedo

El aeropuerto de Asturias tiene conexión con ciudades españolas como Alicante o Madrid, Sevilla o Valencia y el vuelo suele durar menos de hora y media. En 45 minutos, un autobús traslada a los pasajeros que lleguen a él hasta la capital asturiana. Se puede empezar la visita a Oviedo en el casco antiguo viendo la catedral de San Salvador, su Capilla del Rey Casto, su Cámara Santa…

Desde la cercana calle de San Juan parte el Camino Primitivo a Santiago y en la propia plaza de la catedral, dedicada a Alfonso II el Casto, es donde se encuentra la famosa estatua de La Regenta, foto obligada en la visita. El ayuntamiento, su plaza y el mercado de abastos son otros de los hitos de este recorrido por el casco antiguo de Oviedo. Comer en algunos de los bares o restaurantes de la zona es la mejor opción. Para cenar, el conocido como Bulevar de la Sidra, en la calle Gascona, no sin antes dejarse caer por la Plaza de la Escandalera y saludar al archifamoso teatro Campoamor, sede de entrega de los Princesa de Asturias cada octubre.

3. Viaje de un día a Pamplona

Con nuevas conexiones aéreas entre Madrid y Pamplona a partir del próximo otoño, y con la actual oferta entre la capital navarra y Gran Canaria, Pamplona se posiciona como un destino estrella para visitar en cualquier momento del año, no solo en los multitudinarios Sanfermines. Pamplona posee uno de los conjuntos amurallados renacentistas mejor conservados de Europa y dentro, un bello casco antiguo de trazado medieval. Para empezar conociendo todo lo que siempre quiso saber sobre sus murallas y nunca se atrevió a preguntar, nada como acudir al Centro de Interpretación de las Fortificaciones, ubicado en el Fortín de San Bartolomé. Después, se puede hacer un recorrido de hasta cinco kilómetros por las murallas y desde ellas admirar el Frontón Labrit y el Jito Alai, la catedral de Santa María la Real, el Palacio Arzobispal, el Caballo Blanco y el Palacio Real. Se puede culminar el trayecto en la Ciudadela, considerada como la ciudadela pentagonal en pie más antigua del mundo. La plaza del Castillo es también otro de los imprescindibles de Pamplona, así como su famosa calle Estafeta.

4. Vigo

Menos de dos horas tardan los vuelos que conectan el aeropuerto de Vigo, a 20 minutos de la ciudad, con ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao o Palma de Mallorca, la forma más rápida de llegar a la localidad. Podemos empezar la visita de un día a Vigo por su calle más comercial, la Rúa do Príncipe, en la que tomarse un buen café en alguna de sus terrazas. El barrio histórico de la ciudad está cerca y en él podemos admirar la hermosa Plaza de la Constitución y comer unas otras en la famosa Calle de las Ostras de la ciudad.

Con energía tras la comida, se puede intentar subir andando al Monte O Castro, punto de origen de la ciudad, donde se asentaron los primeros pobladores. Arriba, además de una de las mejores vistas de Vigo sobre la ría, está el castillo con sus jardines, hay áreas deportivas, parques infantiles… Se puede terminar el día bajando hacia el mar, al entorno de la Alameda y la calle Montero Ríos, en el Ensanche, el Vigo más señorial. 

5. Viaje de un día a Bilbao

El estar conectado con varias ciudades españolas (A Coruña, Alicante, Barcelona, Málaga…) por rutas de avión que duran entre hora y hora y media reduce considerablemente el tiempo que se puede tardar por carretera o tren en llegar a la capital vizcaína. Si solo se dispone un día para visitar Bilbao, fundamental darse una vuelta por el casco viejo y entrar, aunque sea solo unas horas, en el Museo Guggenheim.

En el casco viejo, dejarse fascinar por la fachada del Teatro Arriaga, enfilar la calle Bidebarrieta y desembocar en la plazuela de Santiago para ver la catedral. Se puede comer o tomar unos pintxos en algunos de los bares de las conocidas como Siete Calles (Somera, Artecalle, Tendería, Belosticalle, Carnicería Vieja, Barrenkale y Barrenkale Barrena). Las Siete Calles nos llevan a la Ribera, que nos asoma a la Ría. Atravesando el Puente de la Ribera entramos en otro Bilbao, Bilbao la Vieja, tan viejo como el Casco Viejo pero con otra historia y otras gentes. Sin dejar la Ría, por el Muelle de Marzana, admiramos el Mercado de la Ribera, y la iglesia de San Antón.