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De entre las más de 3.000 playas que tiene España hemos seleccionado las 40 que merece la pena visitar este verano... ¡o alguna vez en la vida!
Playa Turqueta (Menorca)
Cala Turqueta es una de las calas más reconocidas de Menorca. Debe su nombre al color turquesa de sus aguas y cuenta, además, con una finísima arena de playa.
Está escondida en una zona de pinos y para llegar hasta ella hay que caminar unos diez minutos desde la zona de aparcamiento más cercana. Eso sí, su belleza queda eclipsada en los meses veraniegos por las hordas de viajeros que quieren convertirla en su paraíso particular.
Playa Artola o Cabopino (Málaga)
La playa de Artola o Cabopino es una de las mejores playas naturales que se pueden encontrar en la Costa del Sol. Con una longitud de más de un kilómetro se sitúa dentro del paraje natural Dunas de Artola, declarado Monumento Natural en el año 2001.
Se accede a ella a través de unas pasarelas de madera y es apta para todos los públicos, ya que cuenta con zonas más familiares, con tumbonas y hamacas o chiringuitos en los que tomar algo. También hay una zona destinada al nudismo para que el viajero que así lo desee viva una conexión con la naturaleza aún más salvaje.
Playa de Langre (Cantabria)
La Playa de Langre es una de las más espectaculares de Cantabria debido tanto al impresionante acantilado que la envuelve como al elevado valor ecológico del entorno.
Pese a su belleza, no hay que dejarse engañar, ya que es una playa con fuertes corrientes y muy ventosa. Un paraíso para los surfistas, pero no tanto para familias con niños pequeños que deseen disfrutar de una jornada sin sobresaltos.
Playa Fonda (Girona)
Llegar a Playa Honda no es fácil; de hecho, se accede bajando algo más de cien escalones que en algunos tramos son algo empinados y, además, no cuenta con duchas, ni con chiringuitos (solo un pequeño puestecito en los meses de verano).
Tiene una longitud de 170 metros por una anchura media de unos 30 y es de arena gruesa color oscuro. Un paraíso escondido entre acantilados que cuenta con una entrada al mar bastante pronunciada.
Playa Norte de Peñíscola (Castellón)
La playa Norte de Peñíscola es un paraíso para los más pequeños de la casa, ya que cuenta con un extenso arenal de varios kilómetros que culmina con el Castillo del Papa Luna que se alza majestuoso frente al bañista.
Este 2023 ha vuelto a revalidar su bandera azul gracias a la calidad de sus aguas y su fina arena. Cuenta, además, con servicios como duchas, hamacas y chiringuitos que aseguran una experiencia de lo más placentera. Además, su paseo marítimo está repleto de bares, restaurantes y tiendas. El 'place to be' ideal para dar un paseo al atardecer y disfrutar de la brisa marina.
Cala de los Alemanes (Cádiz)
La cala de los Alemanes, también llamada playa de Agua en medio, es una playa próxima a Zahara de los Atunes que tiene una longitud de kilómetro y medio.
De arena fina y dorada, y con un grado medio de ocupación, se extiende desde el Cabo de la Plata al Cabo de Gracia y destaca por su belleza salvaje, aunque, desgraciadamente, ha perdido casi al completo su sistema dunar.
Playa Cocedores (Murcia/Almeria)
Los murcianos se enorgullecen de ella y los almerienses también. Y es que la polémica sobre la provincia a la que pertenece esta playa limítrofe está servida; de hecho, hay dos chiringuitos en la arena, uno con la bandera de Andalucía y otro con la de Murcia.
Polémicas aparte, está situada en un enclave natural espectacular en forma de media luna y cuenta con moderado oleaje y aguas cristalinas. Destaca su paisaje erosionado por el mar y repleto de cuevas que aportan al lugar un ambiente de lo más cinematográfico. Ah, algunas escenas del filme 'Camino' se rodaron en este enclave.
Playa del Silencio (Asturias)
La selvática playa del silencio, en el asturiano municipio de Cudillero, es uno de los enclaves privilegiados de nuestra costa. Forma parte del Paisaje Protegido de la Costa Occidental asturiana, por lo que está formada por salvajes arenales y rodeada de acantilados cubiertos de un verde frondoso. Es un espectáculo natural que parece estar muy vivo.
En esta playa no encontrarás ni chiringuitos ni ningún otro tipo de ocio turístico, a esta playa se viene a disfrutar de la calma. De hecho, se llama Playa del Silencio por la tranquilidad que se respira, con tan solo el murmullo de las olas en el ambiente. Pero que no se te olvide llevarte unos escarpines, porque algunas rocas pueden ser muy traicioneras.
Cala Macarella (Menorca)
Dicen que Cala Macarella es uno de los rincones más paradisiacos de todo Menorca. Situada dentro del Área Natural de Especial Interés de la costa sur de Ciutadella es uno de los lugares que más interés despierta de la isla balear y, por tanto, en temporada alta y debido a la gran afluencia de público, pierde gran parte de su encanto.
El color del agua y la arena hacen de este rincón perdido un remanso de paz tanto como para tomar el sol como para disfrutar de las actividades acuáticas. Puedes practicar snorkel o visitar algunas de las cuevas que se encuentran entre las rocas. Eso sí, recuerda que en temporada alta solo hay un chiringuito y suele ponerse lo que viene siendo 'hasta la bandera'.
Playa de Rodas (Pontevedra)
Esta playa con forma de concha y aguas color esmeralda es una de las más bellas de las Rías Baixas. Está unida a la playa de Figueiras, formando las dos partes del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, siendo accesibles en barca desde Vigo. Tal es la calidad de esta playa que The Guardian la nombró en 2007 como la mejor playa del mundo.
Con más de un kilómetro de largo y el reconocimiento de Bandera Azul, sus finos arenales se funden con sus tranquilas aguas cristalinas. En sus inmediaciones cuenta con un pequeño lago, pequeños locales de restauración, y un camping donde podrás quedarte unos días.
Playa de Tabarca (Alicante)
Los fondos marinos de esta isla alicantina merecen ser buceados, al menos, una vez en la vida. Desde la playa principal de Tabarca es posible iniciar la ruta bajo el mar y admirar las praderas de posidonia y los peces que las surcan a diario. Pero también es posible alquilar una hamaca y una tumbona y ver el inmenso Mediterráneo ante nuestra mirada.
Además, la experiencia de llegar a Tabarca en barco ya convierte la inmersión en toda una aventura desde el principio. Se puede ir en ferry o taxi desde Santa Pola o desde la propia Alicante. En verano hay multitud de horarios durante todo el día.
Playa de la Concha (Guipúzcoa)
Hay quien considera La Concha como la mejor playa urbana de Europa. Se puede estar de acuerdo o no, pero lo que es innegable es que nos encontramos ante una de las playas más singulares y elegantes de España.
La playa suele estar espectacularmente limpia y está acondicionada con duchas y grifos para que el bañista pueda salir del recinto sin arena ni sal.
Además, merece la pena detenerse a admirar el balneario de La Perla, así como las icónicas barandillas del paseo marítimo, que con más de 100 años de antigüedad se han convertido en un icono de la ciudad.
El Saler (Valencia)
En este 2023 la playa de El Saler, situada en pleno Parque Natural de la Albufera, ha vuelto a revalidar su bandera azul. De esta playa se puede destacar su aspecto natural y salvaje gracias a los pinares que rodean la costa. Además, un cordón de dunas de gran valor ecológico protege la playa de los vientos de poniente.
Y si lo tuyo son las actividades acuáticas, El Saler es una opción fantástica, ya que los vientos de poniente no llegan, pero sí lo hacen los de Garbí, que propician la práctica de surf, windsurf o paddle, entre otros.
Playa de Melide (Pontevedra)
La playa de Melide se encuentra prácticamente en mar abierto. Tiene una longitud de 250 metros y una anchura media de 40. Además, cuenta con un enorme pinar a sus espaldas, perfecto para sofocar los calores veraniegos.
Esta playa, de fina arena blanca, forma parte del Espacio Natural Protegido Dunas de Barra e costa da Soavela y pertenece a la Red Natura 2000. Cuenta, además, con bandera azul y en verano hay a disposición de los viajeros un quiosco perfecto para tomarse algo mientras se disfruta de la puesta de sol sobre las Islas Cíes.
Maspalomas (Gran Canaria)
La playa de Maspalomas, en el sur de Gran Canaria, es una de las más espectaculares de toda la isla. Bañarse con las dunas a las espaldas ofrece al viajero una sensación de unión con la naturaleza que es difícil de explicar.
Sus casi tres kilómetros de suave arena dorada y escaso oleaje hacen de este enclave el lugar perfecto para el viajero que quiera disfrutar junto a multitud de instalaciones hoteleras y apartamentos. Y es que la playa cuenta con varios tramos que se adaptan a los diferentes tipos de visitantes. En la zona oeste, mucho más familiar, mientras que, hacia la Punta de Maspalomas, aparecen espacios para practicar deportes acuáticos o hacer nudismo.
Cala Granadella (Valencia)
La Cala Granadella es una de las más emblemáticas de Jávea y de las más bonitas de la Comunidad Valenciana. Rodeada de montañas, con aguas cristalinas y piedras relucientes, es el lugar idóneo si buscas un remanso de paz y tranquilidad. Su popularidad se ha disparado en los últimos años, lo que ha provocado que en los meses de julio y agosto a veces se cierre el acceso por aforo completo.
A pesar de tener tan solo 160 metros de largo, la Cala Granadella sigue siendo una de las playas mejor valoradas de Jávea. De hecho, ha recibido la Bandera Azul de manera ininterrumpida desde el año 1989. Además, es el lugar perfecto para practicar actividades deportivas como el snorkel o el submarinismo.
Playa de Sopelana (Vizcaya)
Las playas de Sopela (antes conocida como Sopelana) nos recuerdan un poco a los escenarios de los desembarcos vistos en la serie ‘Juego de Tronos’, con ese clima tan grisáceo y esas piedras que desafían a cualquiera que se atreva a pisar la costa.
Dejando atrás referencias televisivas, el viajero debe saber que Sopela cuenta con dos playas, las de Arriatera y Atxabiribil, que comparten arena, puesto que no hay delimitación entre la una y la otra. Están protegidas por varios acantilados y ofrecen al explorador la posibilidad de realizar numerosas actividades, entre ellas, como no podía ser de otra manera, el surf.
Playa de Cuesta Maneli (Huelva)
También conocida como playa del Asperillo, la playa de Cuesta Maneli es uno de los arenales vírgenes y más espectaculares de la provincia de Huelva. Eso sí, aquí el refrán de ‘quién algo quiere, algo le cuesta’ cobra más relevancia que nunca, puesto que para llegar a este paraíso hay que andar más de un kilómetro a pleno sol y sin ningún lugar en el que resguardarse.
A Cuesta Maneli, situada entre Mazagón y Matalascañas, en pleno Parque Nacional de Doñana, se accede por una pasarela de madera que atraviesa el Monumento Natural Acantilado del Asperillo, un sistema de dunas fósiles que se extiende a lo largo de la costa. La playa destaca por su aislamiento, todo un reclamo para aquellos que quieran practicar nudismo. Además, es pet- friendly.
Playa de las Teresitas (Tenerife)
La playa de Las Teresitas es una de las más emblemáticas de todo Tenerife. Situada en el pueblo de San Andrés, destaca por su arena dorada, su escaso oleaje y por contar con multitud de palmeras.
Hace años, la playa destacaba por las fuertes corrientes del Atlántico y su arena negra volcánica, pero en 1970 sufrió una transformación total hasta convertirse en lo que conocemos hoy en día. Para ello se construyó un gran rompeolas y un escalón de corte dentro del mar para evitar que el agua arrastrara la arena que posteriormente se vertió sobre Las Teresitas. Por cierto, esta arena proviene del Sáhara español.
Playa de Santa Marina, Ribadesella (Asturias)
La Playa de Santa Marina, situada en Ribadesella, está considerada paisaje protegido y no es para menos, ya que el viajero que la tenga ante sus ojos por primera vez se quedará sin palabras. Con algo más de un kilómetro y medio de longitud, esta playa de fina arena dispone de infinidad de servicios; desde aseos y duchas, hasta chiringuitos o servicio de socorrismo.
En el extremo oeste del paseo de Santa Marina se pueden encontrar restos de icnitas (huellas fosilizadas) y, además, está certificada con la Q de calidad. Eso sí, el viajero debe saber que esta playa ha arrancado el verano cerrada al baño debido a la presencia de bacterias provenientes de aguas fecales. Un gran inconveniente que no hemos querido tener en cuenta, puesto que es una playa de tal belleza que sí debía estar entre las mejores.
Playa de San Lorenzo, Gijón (Asturias)
La playa de San Lorenzo de Gijón es una de las más emblemáticas de todo el Principado de Asturias. De arena fina y color dorado, su superficie se ve bastante reducida al subir la marea, pero cuando baja, podemos disfrutar de un gran espacio en el que practicar actividades deportivas o, simplemente, pasear desde la desembocadura del río Piles hasta la Iglesia de San Pedro.
A pesar de no tener bandera azul (todavía), sí que cuenta con el distintivo de playa sin humos y cuenta con tres zonas de baño: Escalerona, centro y Piles. Y, un último apunte sobre esta playa para los amantes de la historia: la escalerona se construyó en 1933 gracias al proyecto del arquitecto municipal José Avelino Díaz Fernández-Omaña y tuvo un coste estimado de unas 100.000 pesetas.
Playa de Port Pelegrí (Girona)
Si algo destaca de la playa de Port Pelegrí, en Calella de Palafrugell, son las viejas barracas de pescadores que encontramos a pie de arena y que constituyen las señas de identidad de una playa muy frecuentada gracias a su magnífica ubicación y a sus buenos accesos.
Rodeada por pequeños acantilados, cuenta con un centro de buceo que nos provee con todo el equipo necesario para disfrutar del particular fondo marino de la zona. Y si te preguntas por los orígenes de la mansión situada en el extremo derecho de la playa, debes saber que en su día fue una popular casa de baños, llamada Banys d’en Caixa.
Playa del Puerto de Tazacorte (Tenerife)
Situada en el municipio de La Palma con más horas de luz y sol al día debido a su situación al oeste, el Puerto de Tazacorte cautiva al viajero por su ubicación y singularidad. Eso sí, es importante no confundirnos, puesto que existe una playa de Tazacorte en Tenerife. Muy espectacular también, sí, pero no podemos elegirlas todas.
La playa del Puerto de Tazacorte, que es una de las seis playas de la isla bonita que cuenta con bandera azul en este 2023, se encuentra en la desembocadura de un barranco, lejos de la ciudad, pero con restaurantes y cafeterías a pie de playa pintadas de alegres colores. Además, cuenta con servicios de alquiler de hamacas, paseo marítimo, parada de autobús en las inmediaciones y zonas de aparcamiento.
Espalmador (Formentera)
Espalmador no es una playa, sino un islote muy cerquita de Formentera que forma parte del Parque Natural de Ses Salines y constituye uno de los paisajes más paradisíacos de las pitiusas. Con menos de 3.000 metros de longitud y 800 de anchura, destaca por una costa abrupta con pequeños acantilados, pero cuenta con un par de playas que dejarán al viajero con la boca abierta y la sensación de estar en el paraíso. Por un lado, Racó de s’Alga y, por otro, Sa Torreta.
Si se pretende visitar este edén conviene tener en cuenta dos consideraciones importantes: está prohibido llegar a nado desde la vecina isla de Formentera debido a las corrientes marinas, que podrían poner en peligro incluso al nadador más experimentado y, uno no puede irse de Espalmador sin probar sus baños de barro a los que muchos atribuyen innumerables beneficios.
Cala D'Hort (Ibiza)
Las mejores vistas de Es Vedra y Es Vedranell las tienes en Cala d’Hort. Solo por eso ya estaría justificada una visita a esta preciosa calita de Ibiza. A 8 kilómetros de Sant Josep y en plena Reserva Natural se encuentra este rincón de paraíso rodeado de acantilados.
Si estás pensando en disfrutar de sus aguas turquesas, conviene saber que el aparcamiento más cercano en los meses de alta ocupación, se llena desde bien temprano. Vamos, que para aparcar lo más cerca posible no deberías llegar más tarde de las 9:30 de la mañana. Eso sí, te aseguramos que el madrugón merecerá la pena. Y, ya que tienes el coche bien aparcado, ¿por qué no disfrutar de una de las puestas de sol más impresionantes de Ibiza? Tienes varios chiringuitos en los que tomar algo y poder comer.
Playa Paraíso (Murcia)
Si una playa lleva un nombre tan simbólico como el de paraíso… ¿qué se puede esperar de ella? En el corazón de la Costa Cálida y colindante con las Salinas de Marchamalo, se encuentra esta playa semiurbana, galardonada con la Q de Calidad Turística.
Gracias a su suave pendiente y aguas cálidas suele estar bastante concurrida. Además, cuenta con bastantes equipamientos para practicar deportes náuticos. En definitiva, un enclave en el que disfrutará toda la familia. Los peques pueden meterse hasta bien lejos y empezará a cubrirles a una distancia más que considerable; los amantes del kite y windsurf gozarán en los días más ventosos y los enamorados de la ornitología tienen a escasa distancia su paraíso particular: el observatorio de las Salinas de Marchamalo, en el que poder disfrutar de las aves migratorias.
Playa de los Genoveses (Almería)
La Playa de los Genoveses pertenece al Parque Natural Cabo de Gata, en la provincia de Almería. Su gran extensión forma una bahía de gran belleza que ha tenido la suerte de convertirse en escenario de varios rodajes. Se trata de una de las mejores playas de Andalucía y de España por su arena fina, rodeada de las características chumberas y pitas de la zona.
La suave entrada que la arena hace en el mar, la convierte en la candidata perfecta para un plan de verano con la familia, incluidos los más pequeños de la casa. Su zona de aparcamiento está muy restringida al formar parte de un espacio protegido, pero es accesible tanto en transporte público como andando, al no estar muy lejos del pueblo más cercano.
Playa de Papagayo (Lanzarote)
La Playa de Papagayo la encontrarás en la Costa del Rubicón, en la zona sur de Lanzarote. Con una fina arena dorada y unas aguas cristalinas, forma parte del Parque Natural de Los Ajaches. Llegar hasta ella en coche te resultaría algo complicado por la configuración del territorio que hay a sus alrededores, por lo que llegar andando o en bicicleta son dos opciones mucho más factibles y cómodas.
La playa de Papagayo es un remanso de paz con toques desérticos y caribeños, gracias al paisaje que la rodea. Además, gracias a su orientación sur tiene aguas tranquilas, poco viento y un sol que ilumina la playa durante todo el día. Una zona ideal para ir en solitario, con familiares o amigos.
Es Caló d'Es Morts (Formentera)
Esta bellísima cala de Formentera, en las Islas Baleares, es ideal si tu principal objetivo es desconectar de la rutina y escapar del estrés del día a día. El Caló d'Es Morts se ubica en la parte más oriental de la bahía de Migjorn, una de las zonas con las aguas más tranquilas de toda la isla. Con un paisaje muy escarpado, esta pequeña cala te permite disfrutar de un entorno impoluto con una de las aguas más espectaculares del Mar Mediterráneo.
Sus alrededores rocosos forman un lugar perfecto para practicar algunas actividades como el snorkel o el buceo. Además, el Caló d'Es Morts es un lugar privilegiado para ver la puesta de sol en Formentera y así podrás acabar la jornada con un espectáculo natural como nunca antes lo habías visto.
Playa de Matalascañas (Huelva)
Matalascañas suele estar siempre en los rankings y listados de las mejores playas de España y cuenta, además, con bandera azul. Con más de cinco kilómetros de longitud es una de las playas más grandes de la Costa de la Luz y resulta inconfundible, sobre todo, debido a la Torre de la Higuera. Esta piedra que aparece en la orilla no es otra cosa que una de las torres que protegían nuestro litoral de ataques marítimos, pero acabó destruida debido al gran terremoto de Lisboa que tuvo lugar en 1755.
De una belleza cautivadora, Matalascañas ostenta el privilegio de poseer el único acceso a pie a las Playas del Parque Nacional de Doñana y constituye también la entrada a este humedal, desde el Centro de Visitantes El Acebuche.
Playa de Oyambre (Cantabria)
Con dos kilómetros de extensión aproximadamente, esta playa perteneciente al municipio de Valdáliga, se caracteriza por sus aguas color esmeralda y una arena fina y dorada. Situada en un espacio natural formado por un precioso conjunto de rías, playas, acantilados, dunas y frondosa vegetación, Oyambre es una de las playas más impresionantes de toda Cantabria.
El viajero que quiera descubrir este rincón natural en primera persona debe saber que al ser una playa prácticamente virgen, no cuenta con ningún tipo de servicio. Eso sí, tiene acceso adaptado para que personas con movilidad reducida puedan disfrutar de ella sin problemas.
Playa de Es Trenc (Mallorca)
Si estás buscando la playa más espectacular de Mallorca, Es Trenc será la respuesta que te dé la mayoría de la gente de la isla. Y es que, con sus aguas cristalinas y fina arena, constituye un excelente plan durante el verano para pasar un día de playa. ¡Es como estar en el Caribe sin salir de España!
Con casi unos dos kilómetros de longitud y ubicada en la localidad costera de la Colonia de Sant Jordi es una zona protegida con dunas de arena, bosques de pinos, matorrales y algunas zonas húmedas. Es perfecta para todo tipo de viajeros, ya que cuenta con diferentes ambientes. Hay una zona perfecta para familias, otra para la práctica de deportes acuáticos y, una tercera, para los amantes del naturismo.
Playa de la Herradura (Granada)
Situada en el litoral granadino y dependiente del municipio de Almuñécar, La Herradura es la playa que inaugura la famosa Costa Tropical. Encajada entre Cerro Gordo y Punta de la Mona, crea una bahía natural con forma de herradura (de ahí su nombre) a lo largo de 2 kilómetros que cuenta con una ubicación privilegiada que la protege de los vientos de levante y de poniente.
Un auténtico paraíso para los amantes del buceo y del submarinismo, ya que La Herradura está considerada uno de los escenarios marinos más privilegiados de toda España. Por su flora, fauna y pecios forma parte del Paraje Natural Marino de los Acantilados Maro- Cerro Gordo, declarado Zona Especialmente Protegida por la Unesco.
Cala Gració (Ibiza)
A un kilómetro escaso de Sant Antoni, Cala Gració es una perita en dulce para los viajeros que se alojan en zonas aledañas. De hecho, en los meses estivales, son los únicos exploradores que se dejan caer por esta cala de arena con algunas rocas en el interior.
Destaca, sobre todo, el color del agua, de un turquesa que embriaga a los amantes del mar y seduce a todos aquellos que buscan calas de aspecto caribeño sin salir de España. Además, cuenta con un precioso sabinar que circunda la cala y que en verano se convierte en un verdadero reclamo para aquellos que quieren disfrutar de una buena siesta a la sombra. También encontramos algunas casetas varadero en un extremo, así como servicio de sombrillas, hamacas, velomares, y un chiringuito en mitad de la playa.
Playa de La Caleta (Cádiz)
Aunque la Playa de la Victoria sea más grande, más espaciosa y más populosa, la playa de la Caleta sigue conquistando corazones tanto gaditanos como de Puerta Tierra para fuera y Meseta para arriba. Su balneario decimonónico, sus barquitas varadas cuando baja la marea, sus estupendos atardeceres, su barrio de la Viña a unos pasos...
Cinematográfica y chirigotera, uno puede sumergirse en el ambiente de La Caleta mientras observa los castillos de San Sebastián y Santa Catalina, uno a cada lado. El baño es inolvidable.
La Cala de Finestrat (Alicante)
La calidad de las aguas benidormenses es un hecho, pero también lo es la masificación que viven en verano. Por eso es bueno refugiarse en un rinconcito menos cargado, como Finestrat, al sur de las conocidas playas de Poniente y Levante de la localidad.
La creta rocosa que marca su límite por el sur hace de la playa de la Cala de Finestrat una de las más fotografiadas de la costa mediterránea. Y en sus 270 metros se pueden practicar multitud de deportes acuáticos.
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