barcelonasecreta
Estos son los lugares que no te puedes perder si quieres disfrutar de un relajado día en una cala durante tus vacaciones.
Se acerca el calor y, con él, las ganas de refrescarnos, ponernos las gafas de snorkel, plantar una sombrilla en la playa y llenar la neverita de refrescos y fruta para pasar un largo día en la playa.
Por esto, te traemos las mejores playas de la Costa Brava, no solo porque sean unas de las joyas más bonitas de Catalunya, sino porque sus aguas se caracterizan por ser claras, transparentes y rodeadas de los paisajes rocosos y la arena blanca que caracteriza a esta zona de Catalunya.
Platja del Portitxol, un día de relax
Se trata de una playa de las grandes donde, a diferencia de muchas calas pequeñas, es más probable que encuentres espacio para poner tu toalla y expandir la base de tu campamento veraniego. Está delimitada, por un lado, por un mirador y, por el otro, por las islas Muscler.
El Portitxol se encuentra al lado del Museo Arqueològic d’Empúries, así que es ideal para hacer una escapada cultural y darte un chapuzón al terminar el día.
L’Escala
Platja d’Es Codolar, a los pies de un castillo
La Platja d’Es Codolar se encuentra a los pies de la muralla de la Vila Villa de Tossa de Mar, que, junto a su paisaje mediterráneo, la convierten en un sitio idílico donde irse a bañar. Antiguamente era una playa de pescadores, ya que su ubicación es un refugio natural contra el viento y las olas.
Su nombre viene de códols, guijarros en castellano, por eso te recomendamos llevar chanclas de río o escarpines, ya que, aunque corras el peligro de parecer un guiri, estarás mucho más cómodo a la hora de entrar al agua.
Tossa de Mar
Cala Aiguablava, la más bonita de la Costa Brava
Muchos dicen que es una de la calas más bonitas de la Costa Brava gracias a sus aguas turquesas, su arena fina y el enclave idílico rodeado de pinos en donde está ubicada, nada a envidiar a una playa del Caribe. Ofrece varios servicios como restaurantes o chiringuitos y también podrás alquilar de patines de pedales.
Si puedes, te recomendamos ir entre semana, o a primera hora de la mañana, ya que al tratarse de un destino tan popular suele estar bastante masificada en los meses de verano.
Begur
Es Castell, para descubrir nuevas rutas marítimas
Si lo que buscas es un plan distinto y algo más aventurero que tumbarte durante horas bajo el sol, sin duda tienes que ir a Es Castell. Esta playa de arena tiene una escuela de kayak donde podrás alquilar canoas para hacer rutas, con guía o sin, por el Parc Natural del Castell-Cap Roig.
Además, tiene una zona de aparcamiento a escasos metros de la playa.
Palamós
Cala Pola, el hogar de una sirena
Para llegar a Cala Pola tenemos que atravesar una carretera de curvas, pero vale completamente la pena. Se encuentra entre unos los típicos precipicios rocosos característicos de la Costa Brava y el Camí de Ronda, de hecho, puedes llegar hasta ella siguiendo el GR92 desde Tossa de Mar.
Es ideal para ir en familia, ya que cuenta con servicios como duchas y chiringuitos. Además cuenta la leyenda que, a veces, aparece en la playa una sirena llamada Pola que atrae a los bañistas con su canto.
Tossa de Mar
Sa Boadella, perfecta para bucear
Esta playa también es una de las grandes, ya que mide 250 metros. Se accede a ella a través de un pinar y, a diferencia de otras calas de la Costa Brava, es de arena, eso sí, su fondo marino sí que tiene rocas, razón por la cual, es ideal para la práctica de snórkel.
Sa Boadella es perfecta para ir a pasar el día, ya que tiene un pequeño bar que ofrece refrescos, comida y helados por si nos pica el gusanillo a mitad del día.
Lloret de Mar
Aigua Xelida, la cala que esconde una historia literaria
Se trata de una cala pequeña, por lo que te recomendamos llegar temprano para poner tu toalla. Para llegar hasta ella, tendrás que bajar unas escaleras que atraviesan las paredes rocosas que la rodean, por eso te recomendamos llevar calzado adecuado, ya que las chanclas suelen ser incómodas.
Como curiosidad, el escritor catalán Josep Pla le dedicó una narración donde explica cómo intentó hacer un viaje en barca partiendo de Aigua Xelida que finalmente fracasó.
Tamariu
Gola del Ter, donde el sol se pone sobre el agua
Sin duda, esta playa es una de las más espectaculares. No se parece a la típica cala de la Costa Brava, ya que está rodeada de dunas y su aire salvaje nos recuerda más a una playa californiana que a una catalana.
En la platja de la Gola del Ter, como bien dice su nombre, confluyen la desembocadura del río Ter con el Mediterráneo. Si vamos al atardecer, podremos ver la puesta del sol sobre el río, una estampa insólita en Catalunya, ya que al estar orientada hacía el este, vemos salir el sol bajo el mar, pero nunca ponerse.
Illa roja, para un día de desconexión total
Para llegar a la Platja de la Illa Roja tendrás que hacer un pequeño tramo del Camí de Ronda, pero merece completamente la pena.
Se trata de una cala nudista muy popular a nivel internacional y, a diferencia de otras playas de la Costa Brava, la Illa Roja no tiene servicios como duchas o un bar, por lo que te recomendamos ir preparado con una neverita para pasar el día.
Begur
Santa Cristina, para un día en familia
Se trata de una playa de arena y de aguas poco profundas, lo que la convierte en ideal para ir a pasar el día con niños. Durante la Festa Major de Lloret se convierte en el puerto de acogida de la procesión marítima que transporta las reliquias de Santa Cristina hasta la ermita con el mismo nombre.
Además, muy cerca de ella se encuentra el Jardín Botánico de Piña de Rosa, perfecto para pasear después de una jornada de playa y disfrutar del maravilloso paisaje que nos ofrece la costa catalana.
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