El cliente diseña su bebida deseada marcando las casillas correspondientes que encuentra en su 'estación'
Son muchas las historias que se han contado sobre uno de los trenes más famosos del mundo: el Orient Express. Un tren de largo recorrido que ha unido las dos principales ciudades de la Europa Occidental, Londres y París, con Estambul. Aunque ya no es posible subirse a este convoy, en Barcelona existe un bar que homenajea a este tren con un toque de lo más sabroso gracias a sus cócteles.
La idea surgió de Stefano Dandolo, un joven croata que después de viajar por medio mundo, se enamoró de Barcelona y decidió instalarse en ella. El joven montó un bar de copas con un guiño al mundo ferroviario en general y al Orient Express en particular. Dandolo ideó una coctelería donde el mítico tren tuviera el protagonismo absoluto y fuera el centro de atención de todos los clientes. Y lo ha conseguido.
EL PASAPORTE ES LA CARTA
En medio de una larga barra central que prácticamente parte el local, el joven instaló una diminuta vía por la que circula una réplica a escala reducida del Orient Express y que además es el medio por el que el cliente recibe la copa solicitada. Para ello, Dandolo establece en cada posición de la barra una de las estaciones que formaban parte del recorrido, de modo que el consumidor diseña el cóctel deseado marcando las casillas correspondientes en el pasaporte que encuentra en su estación.
Por si la experiencia no fuera suficiente, tanto Dando lo como los empleados del bar visten como un interventor, con su gorra, silbato, uniforme entallado y su reloj colgante del bolsillo. Si quieres viajar al pasado con el Orient Express Bar sólo tienes que ir al número 134 de la calle Comte d’Urgell
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