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En España hay más de 12.000 ermitas repartidas por todo el territorio, y aunque la gran mayoría de ellas están construidas en lugares convencionales, hay otras que se erigen en sitios casi inverosímiles, desde cuevas hasta cerros. Hay santuarios levantado incluso en lo alto de riscos, como es el caso de la Ermita de San Felices, un increíble edificio situado en La Rioja.
En la comunidad hay pueblos preciosos y monumentos espectaculares, pero ninguno está en un entorno tan impresionante como esta ermita. Su curiosa ubicación ya deja perplejo a cualquier turista que se atreva a subir esta formación montañosa, pero si además se acerca al borde de los precipicios que la rodean, las vistas que obtendrán desde allí serán unas de las más espectaculares que hayan contemplado.
Su imponente ubicación en los Riscos de Bilbio
El santuario se encuentra en lo alto de los Riscos de Bilbio, en la zona conocida como las Conchas de Haro, nombradas así por el municipio que se encuentra a apenas seis kilómetros. Desde la ermita se pueden observar varios municipios del alrededor, como Salinillas de Buradón, el propio Haro, Briñas o Villalba de Rioja, aunque también se puede ver mucho más, como la Basílica de Nuestra Señora De la Vega.
Pero lo que más destaca de sus alrededores no son las construcciones del ser humano, sino su impresionante naturaleza. Viñedos de enormes dimensiones se concentran alrededor del risco, que se encuentra a orillas del río Ebro, y es que la frontera fluvial entre La Rioja y la provincia de Álava serpentea al lado de este santuario ofreciendo unas vistas incomparables.
Construida sobre un antiguo castillo romano
La Ermita de San Felices no es el primer edificio que se asienta a más de 600 metros sobre el nivel del mar en ese castro, ya que la primera construcción que hubo fue un castillo romano, aunque hay indicios de presencia humana desde la Edad de Hierro. Varios siglos después, subió hasta allí el causante de que haya un santuario en el risco, o al menos eso dice la leyenda.
San Felices y su discípulo San Millán se trasladaron a lo alto de las rocas para llevar una vida contemplativa en el siglo V d.C, pero no fue hasta 1.300 años después cuando se comenzó a construir la ermita, cuya primera piedra comenzó a ponerse en el 1710. Reconstruida en dos ocasiones (1862 y 1942), tiene junto a ella una impresionante estatua del santo, que cada año contempla una de las tradiciones más conocidas de toda España.
La Batalla del vino
Si en Buñol tienen la famosa 'Tomatina', en Haro tienen la no menos célebre 'Batalla del vino', en la que todos los vecinos (y los turistas que se quieran acercar) son rociados con vino tinto hasta quedar completamente empapados. Ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Cómo llegar a la Ermita de San Felices
Desde Haro hay que tomar la carretera LR-306 para llegar a la ermita, en un trayecto que dura apenas diez minutos. Eso sí, no se llega directamente al santuario, sino a un merendero que hay más abajo. Para subir a lo alto del risco, hay dos caminos: unas escaleras o bordearlo por un camino, aunque por los dos se tarda más o menos un cuarto de hora.
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