El proyecto incluye una exposición con materiales fotográficos y textos que destacan la historia del puerto
Barcelona se acerca más al mar con la nueva Rambla del Port de Barcelona. Las dos nuevas áreas de la transformación portuaria, la Rambla del Rompeolas y el Edificio Mirador, ofrecen a los visitantes un mirador panorámico, una pasarela elevada sobre el mar y evocadores recuerdos del pasado portuario a través de una exposición con fotografías y textos explicativos.
Pasarela y mirador
La Rambla del Rompeolas, con una superficie de unos 700 metros, ya es accesible para que el público pueda pasear por ella. Los visitantes pueden caminar unos tres metros por encima del agua y disfrutar de vistas espectaculares del entorno marítimo.
El espacio del mirador, tendrá que esperar un poco más, pues se abrirá cuando los locales gastronómicos hayan terminado sus preparativos antes de la Copa América. Este edificio constará de cuatro niveles: una planta baja, otra al nivel de la rambla, un primer piso y una terraza en la última planta. En ellos se ubicarán una cantina, dos bares, uno de los cuales estará en la terraza, y un restaurante.
Recuerdos al pasado
Además de estos elementos físicos, la rambla también está diseñada como un museo al aire libre, con elementos que recuerdan la historia del puerto y su importancia para la ciudad. Esto incluye escaleras impresas con fotografías históricas, bloques de piedra originales y piezas metálicas que rememoran la antigua estructura del dique.
En tiempos pasados, la Escullera del puerto, cariñosamente apodada 'rompeolas', era un destino popular para los barceloneses. El paseo, accesible tanto a pie como en coche o moto, abarcaba más de tres kilómetros de ida y otros tres de vuelta. Era frecuentado por corredores, familias en paseo y pescadores en el espigón final.
Todo cambió con la construcción de la nueva bocana del puerto. Seccionaron el antiguo rompeolas para abrir un acceso marítimo más corto al Port Vell y diferenciar las áreas recreativas de las industriales. Con el nuevo puente Pont d'Europa, la conexión a tierra firme se hizo posible, pero el antiguo rompeolas quedó alejado de la ciudad.
Inversión de 5 millones
Estos nuevos espacios, cuyos trabajos han requerido una inversión de 5 millones de euros, forman parte de toda una remodelación del Port Vell que se inició hace 35 años. El proyecto abrió una nueva bocana en el Port de Barcelona para permitir la entrada de más y mayores barcos a las instalaciones portuarias. Se inició con un nuevo dique rompeolas más alejado de los muelles y el recorte del antiguo.
En el 2008, se construyó el Hotel Vela sobre la nueva plataforma que servía de inicio al nuevo rompeolas, y la transformación siguió con la construcción de la sede corporativa de la empresa textil Desigual. En 2018 se construyó la Marina Vela, incluyendo una marina seca, y finalmente, se abrió una rambla sobre el nuevo rompeolas y se abrieron unas escaleras que lo comunicaban directamente con la playa frente al Hotel Vela.
El Puerto de Barcelona ha impulsado 20 actuaciones en el Port Vell, en las que prevé invertir 120 millones de euros, con la voluntad de acercar la infraestructura a la ciudadanía.
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