La inmensa mayoría de playas de la Costa Brava ofrecen paisajes únicos que hablan bien de la diversidad de Cataluña: te traemos una de las más enigmáticas
La Costa Brava es una de las grandes joyas de la corona en Cataluña. A lo largo de todo el mar Mediterráneo encontramos un sinfín de calas únicas y exclusivas que ofrecen paisajes maravillosos, especialmente en días soleados y calurosos.
En esta ocasión, te traemos uno de esos secretos mejor guardados: se trata de una cala increíble que se encuentra a pocos kilómetros de Tossa de Mar, uno de los pueblos con más encanto de toda la zona norte de Cataluña.
Ava Gardner, Frank Sinatra, Kylie Minogue o Mario Cabré, entre otras tantas estrellas de Hollywood, cayeron rendidos ante los encantos de este costero pueblo catalán por sus calles y sus playas.
Y más en concreto, rincones como Cala Giverola son suficiente para enamorarse de un paraje natural que combina aguas cristalinas con la historia de un municipio que se remonta a la Antigua Roma: se rodó allí Pandora y El holandés errante.
Qué ver y qué hacer en Tossa de Mar
Antes de adentrarnos en la playa, Tossa de Mar merece una visita. Un paseo por calles murallas es recorrer el pasado de este país. Desde la villa romana dels Ametllers al recinto amurallado de la Villa Vella, uno no deja de admirar el estado de conservación del lugar y su crecimiento.
A eso se le añaden las murallas, que coronan una de las playas principales del municipio y que lo convierten en un municipio de postal. También por allí, uno se puede encontrar al modelo catalán antes citado y la estatua de una estrella de la talla de Ava Gardner, que marcó a sus habitantes. Algunos supervivientes y descendientes, aún pueden contar anécdotas de su paso por ahí.
¿Cómo llegar a Cala Giverola?
Hecha la visita de rigor, cinco kilómetros al norte y por una carretera de curvas (o el Camí de Ronda si se prefiere llegar a pie), uno encuentra una de las playas más bonitas del lugar. Aunque no sea fácil su acceso.
El visitante o bien camina este trecho por el Camí de Ronda, donde de camino puede bañarse en otras hermosas calas; o coge el vehículo particular, toma la carretera a Sant Feliu de Guíxols y se detiene en el parking de pago que hay en el resort Pola-Giverola. Son 10 euros al día.
Así es Cala Giverola: paraíso en la Costa Brava
El desembolso vale la pena. Eso demuestra el éxito que vive esta cala que, en pleno verano, es como la miel para las abejas. Un paraíso en medio de la costa de Girona en el que sus aguas brillan por encima de todo.
El mar Mediterráneo baña estos 170 metros de playa que combina la arena gruesa con una zona de rocas donde los más pequeños se distraen observando a cangrejos y otro tipo de fauna.
Esto es lo que puedes hacer en Cala Giverola
Pese a su tamaño, la cala cuenta con todo tipo de equipamientos. Su proximidad con el camping y el resort de la zona hace que cerca haya sitios donde encontrar donde comer. Incluso cuenta con un chiringuito.
Y para los que no quieren tanto descanso en sus toallas o en las hamacas disponibles que hay, Cala Giverola ofrece todo tipo de experiencias náuticas: submarinismo, snorkel, escapadas en kayak o incluso en lancha. Un paraíso en el que es imposible aburrirse.
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