Las recetas de Andrea Carucci

El nombre de esta receta —"huevos divorciados"—, es algo peculiar para un plato típico mexicano. Muy divorciados no están porque siguen juntos en el plato, lo único es que están separados por las salsas. Sería algo más bien como juntos pero no revueltos.

Cuando los probé me pareció un plato peculiar y divertido a la vez. Sus ingredientes son típicos de México, y aunque pienses que fue Colón quien llevo gallinas a América, los nativos ya consumían huevos de pájaros que se vendían en sus mercados precolombinos.

Respecto al resto de ingredientes, bien sabido es que los tomates son típicos de Centroamérica y América del Sur. Al igual que los pimientos (se los conoce como ajíes o chiles según la región o país9 y los aguacates, que su cultivo y consumo se ha extendido a lo largo del tiempo a diferentes partes del mundo debido a su popularidad y valor nutricional.

Con respecto al huevo, es un alimento muy nutritivo y completo, pero es importante saber que es preferible que se consuma la clara conjuntamente con la yema, ya que se complementan entre sí para evitar antinutrientes y aprovechar sus beneficios y promover una salud óptima.

¿Sabías que, al contrario, a la creencia popular, la presencia del gallo no es indispensable para que la gallina ponga huevos? A lo largo de la vida de una gallina, únicamente algunos huevos son fecundados. No obstante, en determinados momentos, la presencia del gallo es necesaria para su equilibrio mineral.

Ingredientes

  • Salsa Verde (salsa de tomate verde: sofrito de 4 tomates verdes sin semillas, 1-2 pimientos verdes picantes -puedes poner uno picante y otro no-, 1 diente de ajo, 1 manojo de cilantro, sal y pimienta a gusto). Puedes reemplazarlo por pesto o por guacamole.
  • Salsa Roja (salsa de tomate rojo; sofrito de 4 tomates maduros grandes, 2 dientes de ajo, ¼ cebolla picada, 2 tallos de cilantro, sal y pimienta a gusto. Opcional: 1 chile picante)
  •  8 tortillas, las hay sin gluten.
  • 8 huevos
  • 1-2 aguacate
  •  Sal
  •  Pimienta
  • Cilantro

Elaboración

  1. Para la salsa verde: En una licuadora, combina los tomates verdes, los pimientos verdes picantes, el diente de ajo, el manojo de cilantro y agrega sal y pimienta al gusto. Licua hasta obtener una salsa verde suave y homogénea. Sofríela durante media hora y reserva.
  2. Para la salsa Roja: En la misma licuadora (sin necesidad de lavar), coloca los tomates maduros, los dientes de ajo, la cebolla picada, los tallos de cilantro y agrega sal y pimienta al gusto. Si deseas un toque picante, añade el chile picante. Licúa hasta obtener una salsa roja suave y homogénea. Sofríela durante media hora y reserva.
  3. Calienta las tortillas en una sartén o en el microondas hasta que estén suaves y calientes. Mantenlas tapadas para que no se enfríen.
  4. Para preparar los huevos divorciados: En una sartén, calienta un poco de aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Rompe 4 huevos y cocínalos a tu gusto (por ejemplo, con la yema líquida o cocida). Repite el proceso con los otros 4 huevos.
  5. Para preparar los ingredientes adicionales: Pela y corta los aguacates en rodajas finas. Si vas a utilizar pechugas de pollo o pavo, córtalas finamente y cocínalas hasta que estén bien cocidas.
  6.  Para emplatar: Coloca 2 tortillas en cada plato. Sobre una tortilla, vierte la salsa verde y coloca encima los huevos fritos Correspondientes. Añade después las rodajas de aguacate.
  7.  Sobre la otra tortilla, vierte la salsa roja y coloca los otros huevos fritos. Añade las pechugas de pollo o pavo.
  8. - Espolvorea cilantro fresco picado sobre ambos lados del plato para añadir sabor y color.
  9.  Sirve inmediatamente los Huevos Divorciados, asegurándote de que cada mitad esté bien separada por las dos salsas distintas.
  10. ¡Disfruta de esta auténtica y deliciosa receta mexicana de Huevos Divorciados! Un plato lleno de sabores y contrastes que seguro te encantará.

Propiedades del huevo

El huevo es rico en proteínas de gran valor biológico dada su gran concentración de aminoácidos, pero solo si comes el huevo entero. Las proteínas que nos aporta la clara no se digieren por completo si está cruda; por eso es importante cocinarlo, aunque en su punto justo, sin hacerlo demasiado.

Con respecto a su digestión, puede afectar al hígado por exceso y por una forma incorrecta de cocinarlo, y eso incluye cuando se toman solo las claras. La yema contiene lecitina que ayuda a su digestión.

Atrás han quedado conclusiones poco acertadas de que el huevo contiene demasiadas grasas saturadas y por ello no es saludable. La importancia -por ejemplo- de su aporte para sintetizar hormonas, como puede ser la testosterona, es fundamental dentro de una dieta equilibrada en cantidades adecuadas, siendo esto siendo un aporte importante para aumentar la masa muscular y quemar grasas siempre y cuando esta ingesta sea acompañada de ejercicio de fuerza. 

Dos huevos al día nos aportan solo 10 g de grasa en total y estas incluyen omegas y vitaminas liposolubles. Si lo comparamos con alimentos que comemos sin miedo como puede ser el salmón, 120 g de este pescado tiene casi el doble de grasa. Hay que tener quizás más cuidado de las grasas trans que nos aporta los alimentos procesados.

Gracias a su contenido en grasas concentradas, la yema nos ayuda en el control del apetito, la síntesis de proteínas, mejora la sensibilidad a la insulina y el control de la glucosa en sangre por su aporte de Vit. B3, leucina y Vitamina B6. 

Su contenido en antioxidantes glutatión-cisteína evita el daño por estrés oxidativo. Es importante no cocinar demasiado el huevo, ya que, cuando se les somete a una temperatura prolongada, o se los pasteuriza, pierden un porcentaje considerable de este antioxidante. La mejor opción si vas a comer huevo es pasado por agua con una cocción de 3 a 5 minutos en agua hirviendo.