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Una región remota con monasterios budistas antiguos, paisajes impresionantes y una cultura única

El valle de Tsum, situado en la sombra del Trans-Himalaya, en la frontera entre Nepal y Tíbet, es un destino sagrado y hermoso, lleno de naturaleza y cultura intacta. El nombre 'Tsum' proviene del tibetano 'Tsombo', que significa 'Vivo'. La mayoría de los habitantes son de origen tibetano y hablan un dialecto único. Debido a su lejanía y difícil acceso, el valle ha permanecido aislado del desarrollo moderno, conservando su cultura única.

Las vistas del Manaslu Himal, Ganesh Himal, Sringi Himal y Boudha Himal son algunas de las principales atracciones de la región. Este valle sereno, rico en arte antiguo, cultura y religión, está adornado con chortens artísticos y paredes hechas de miles de losas de piedra talladas con deidades y oraciones.
Historia y trekkings
El valle de Tsum tiene una larga historia de budismo; se cree que el santo Milarepa meditó en las cuevas de estas montañas. Para aquellos interesados en el Nepal auténtico, el valle de Tsum es un trekking menos conocido, pero profundamente enriquecedor. Ubicado en la zona de Manaslu, su difícil acceso ha mantenido al valle libre del tráfico vehicular que afecta otras áreas de Nepal.
Lo que no te puedes perder
Aislamiento y protección: el aislamiento del valle de Tsum desanima a muchos visitantes que optan por los populares campamentos base del Everest o los Annapurnas. Aunque estas rutas son impresionantes, no muestran el Nepal auténtico, ya que el turismo ha transformado estas áreas. El valle de Tsum estuvo cerrado al turismo durante décadas debido a conflictos en apoyo a la autonomía del Tíbet y no se reabrió hasta 2008.

Turismo activo: el trekking ofrece una variedad de paisajes, desde gargantas y bosques húmedos, hasta zonas de cultivo y alta montaña. Parte del Área de Conservación de Manaslu, alberga una rica biodiversidad con especies únicas de plantas, aves y mamíferos.
Paisajes: el acceso al valle se realiza por un paso encañonado sobre el río Shyar. Este camino, usado en ocasiones de crecidas, es espectacular, pero requiere precaución, ya que no tiene barreras de seguridad.
Vida tradicional: el trekking en Tsum permite experimentar la vida diaria de sus pueblos. Los tsumbas, con su propia lengua y fuerte identidad cultural, siguen viviendo de la agricultura y la ganadería. El valle, considerado un 'beyul' o lugar sagrado, sigue las enseñanzas del budismo y la religión bon, promoviendo una coexistencia armoniosa con la naturaleza.
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