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En esta joya balcánica vas a poder dormir por 10 euros y comer por unos 5. ¡El dinero cunde mucho más que en otros países de Europa!
Hace 3 décadas, allá por los 90, los viajeros más aventureros comenzaban a visitar un país que hasta entonces había estado cerrado herméticamente al turismo. Una especie de Corea del Norte con un régimen comunista que, desgraciadamente, convirtió al país de las 3 b’s en uno de los más pobres de Europa.
Las cosas han ido cambiando en este tiempo y, aunque de forma muy paulatina, Albania ya empieza a ser un destino demandado por aquellos exploradores que quieren descubrir enclaves únicos o, mejor dicho, buenos, bonitos y, sobre todo, baratos.
Hay quien dice que Albania es el Caribe europeo. Y, con permiso de algunas playas españolas, podría ser gracias a sus 400 kilómetros de costa…. También es un enclave único para los amantes de la montaña y el senderismo; de hecho, poco tienen que envidiar las montañas albanesas a los Alpes Franceses o los Dolomitas. A las montañas del norte se las conoce como las Montañas Malditas, mientras que su trekking más famoso es el que une los pueblos de Valbona y Theth. Y, a modo de curiosidad, debe saber el viajero y lector que dos terceras partes del país son montañosas y el pico más alto del país se encuentra en el monte Korab, en la frontera con Macedonia y a 2.764 metros de altitud.
Albania: un país bueno
Ser albanés más que una nacionalidad podría considerarse una etnia. Y es que es suficiente con tener antecedentes familiares (incluso de tercera o cuarta generación) para ser considerado como tal.
Albania es un país que nos gusta porque fue el primer país que destruyó todo su armamento químico en 2007 tal y como informó en 2007 la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en La Haya.
Albania: un país bonito
Hasta 4 enclaves Patrimonio de la UNESCO tiene Albania, más otros 4 provisionales. Podemos empezar descubriendo, por ejemplo, Butrinto, un enclave arqueológico que ha sido ciudad griega, romana y sede también de un obispado cristiano primitivo. Después de un período de abandono, fue ocupada por los bizantinos, angevinos y venecianos. Cuenta con un teatro griego, un baptisterio de la Antigüedad tardía, una basílica del siglo IX y diversas fortificaciones.
Seguimos descubriendo rincones únicos y debemos visitar las ciudades históricas de Berat y Gjirokastra que, aunque fueron añadidas de forma independiente y en momentos diferentes, constituyen una sola designación UNESCO. La arquitectura similar de ambas, con casas de piedra y madera apoyadas en las laderas de las colinas, son un caso único de conservación de edificaciones de estilo otomano, construidas entre los siglos XIV y XIX.
Berat es conocida como la ciudad de las mil ventanas, mientras Gjirokastra es una ciudad de piedra (un poco como Cáceres, donde cada piedra cuenta una historia) que parece un museo al aire libre con unas vistas privilegiadas al valle de Drinos.
Los Hayedos primarios de los Cárpatos y otras regiones de Europa es una extensión transfronteriza que abarca hasta 12 países y en Albania ocupa las zonas de Lumi i gashit y Rrajca. Ya hemos dicho anteriormente que dos terceras partes del país son montañosas y, como se imaginará el viajero, un edén para senderistas, aventureros y caminantes.
Por último, descubrimos la región del lago Ohrid. Esta península alberga los vestigios de una capilla cristiana fundada a mediados del siglo VI, así como restos de viviendas lacustres prehistóricas sobre pilotes sumergidas bajo el agua. Además, el lago alberga numerosas especies endémicas de vegetales y animales acuáticos que datan de la Era Terciaria.
Albania: un país barato
Si hay algo que ha conseguido que los viajeros empiecen a fijar Albania en sus mapas es su economía y sus precios. Desgraciadamente, y hasta que se abrió al turismo, Albania era el país más pobre de Europa, pero las cosas están empezando a cambiar.
Hoy en día uno puede disfrutar de un viaje a Albania y no hace falta ponerse en modo low cost, porque allí este requisito lo llevan de serie. Comer resulta muy económico y beber más de lo mismo. Un restaurante medio, con su menú, su primer plato, un segundo, bebida y postre no subirá, generalmente de los 5 euros incluso en las ciudades y barrios más céntricos.
Y con respecto al alojamiento, podemos decir que sigue la misma tónica. Una noche en un hotel de 3 estrellas puede arrancar en 10 euros en zonas que nos trasladan al paraíso. Y, si quieres darte un homenaje, podrás dormir en un hotel de 5 estrellas por el precio que en España pagas por un alojamiento muy normalito.
En definitiva, Albania es un país que tiene mucho que ofrecer y que, además, cumple con las 3 b’s: bueno, bonito y barato. Un destino único que no deja de sorprender incluso al viajero más cosmopolita y que es el mejor lugar del mundo para visitar en 2024.
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