Muchas veces se cae en una asociación errónea entre la hinchazón de piernas y los problemas circulatorios. Puede ser la causa pero hay otras muchas como el sobrepeso, el sedentarismo o utilizar ropa ajustada (medias, pantalones...). Y tampoco hay que olvidar factores externos como el calor, sobre todo ahora con temperaturas extremas debido al cambio climático, ya que los vasos sanguíneos se dilatan. Por suerte hay ciertos recursos que podemos emplear, como una simple infusión.

La retención de líquidos que causa esa hinchazón puede afectar a una zona localizada del cuerpo o a varias, siendo más común en las extremidades inferiores (pierna, pie, tobillo,...), si bien puede localizarse también en la cara, el abdomen, la espalda o las extremidades superiores. Una vez descartada algún tipo de patología crónica (artritis, tiroides, disfunción renal) o alguna circunstancia puntual como el embarazo, en consulta médica se discernirá cuál puede ser la causa.

En el caso de padecer esta alteración en verano, es importante tener en cuenta que es una época en la que es fundamental mantener el cuerpo hidratado. La función celular y renal necesitan un extra de agua y, si no es así, deriva directamente en la retención de líquidos porque el organismo necesita compensar la falta de esta. La ingesta ideal en verano no debería estar por debajo del litro y medio de líquido, sea agua o infusión, como la que indicamos a continuación.

La canela, accesible y saludable

Aunque solo sea para aderezar postres, la canela en polvo o en rama es una presencia habitual en las cocinas de muchos hogares. Para combatir la hinchazón de piernas interesa que sea en rama porque ese es el secreto de una infusión extremadamente sencilla de preparar. Solo hay que hervir agua con una o dos ramas y, una vez alejado del fuego, dejar reposar durante 10 minutos. Lo ideal es ingerirla antes de las comidas.

La ciencia ha constatado los beneficios antiinflamatorios y antimicrobianos de la canela, los que la vinculan a su vez con la prevención del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Su propiedad para controlar la inflamación ayuda también a mantener la presión arterial baja.

En concreto son dos componentes activos de la canela, cinamaldehído y ácido cinámico, los que esconden el secreto de esa propiedad cardioprotectora.  El primero le otorga el color y el sabor a la especia pero a su vez activa muchas de las funciones beneficiosas para la salud. Por su parte, el ácido cinámico es la conjunción ideal para evitar la oxidación y la inflamación.

A estos dos compuestos bioactivos principales de la canela se suman otros como transcinamaldehído, eugenol o  flavonoides, los cuales se ha constatado que participan en diversos mecanismos de acción que activan e inhiben enzimas con efecto hipoglucemiante (quinasa y fosfatasa), antiobesogénico, antiinflamatorio, hipolipidemiante y antihipertensivo.