A poco más de una hora de vuelo desde España, Marruecos ofrece unas vacaciones diferentes y repletas de experiencias extraordinarias. El reino alauita cuenta con exóticas ciudades, repletas de historia y un rico patrimonio arquitectónico que transporta como por arte de magia a tiempos pasados. Y una de las ciudades más fascinantes es Fez, donde perderse en los zocos o pasear por los sinuosos callejones de su medina milenaria es sumergirse en un universo bullicioso y en atmósferas de colores y aromas únicos.  Disfrutarás cada minuto que pases en ciudad imperial más antigua de Marruecos, la que mejor refleja la época dorada de la civilización árabe-andaluza. 

Qué no te puedes perder en Fez 

Calles de Fez, Marruecos
Calles de Fez, Marruecos

Aunque hayas imaginado lo que te vas a encontrar, te aseguramos que la ciudad supera con creces cualquier expectativa. Fez cuenta con una parte supermoderna y llena de vida, pero lo mejor es empezar a recorrer (sin prisas) la antigua medina. Fundada en el siglo IX, adentrarse en este bullicioso espacio es toda una aventura. Ve preparado para los gritos, olores e infinidad de sorpresas que irás encontrando en cada uno de los callejones. Pero también podrás disfrutar de la historia y monumentos, ya que la medina de Fez está catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

Bab Bou Jeloud gate (The Blue Gate) located at Fes, Morocco
Puerta de Bab Bou Jeloud 

Hay varias puertas para acceder al recinto amurallado, pero Bab Bou Jeloud (Puerta Azul) es la principal para entrar en una de las medinas más grandes y mejor conservadas del mundo árabe. Esta puerta fue construida a principios del siglo pasado durante el protectorado francés. Una vez dentro encontrarás joyas históricas como las madrazas Bou Inania (impresionante por su tamaño) y Al-Attarine. Y frente a esta última se encuentra la mezquita Qarawiyyin, construida en el año 859, alberga la universidad multidisciplinar más antigua del mundo árabe y continúa siendo uno de los lugares más reputados para la enseñanza del islam.

El zoco de los curtidores

Workers and dyeing in red hides in the vats of Fez tanneries, Morocco.
Las curtidurías, una de las imágenes más icónicas de Fez.

El zoco de Fez cuenta con centenas de años y sin embargo poco parece haber cambiado, y esto es lo que le hace tan especial. Está repleto de tiendas de artesanos, joyerías e infinidad de tiendas donde se pueden adquirir todo tipo de recuerdos. Y en este universo mágico se encuentra una de sus señas de identidad: sus curtidurías, un lugar no muy apto para olfatos sensibles, donde es posible ver cómo se tiñen los cueros en llamativas piletas de colores siguiendo los mismos procedimientos que hace siglos. Este desagradable olor lo olvidarás poco después recorriendo el zoco y adentrándote en los puestos de perfumes y especias, donde también podrás emplearte a fondo en el arte del regateo.  

Plaza Seffarine

Fez, Morocco - December 14, 2015: Artisans and Citizens in Place Seffarine, metal souk square, in a quotidian scene.
Seffarine. Medina de Fez El Bali.

En el corazón de la Medina Fez el-Bali, entre el zoco de los tintoreros y el de los curtidores, se encuentra esta pequeña plaza que alberga los artesanos que trabajan el cobre, uno de los oficios más antiguos de la ciudad. 

Muy cerca está el mausoleo de Moulay Idriss II, el fundador de Fez. Es el segundo lugar sagrado de todo Marruecos y aunque está cerrado a los no musulmanes, te aconsejamos acercarte hasta la puerta y echar un vistazo desde el exterior. A las calles que rodean el mausoleo se las conoce como el distrito sagrado, y tanto los cristianos como los judíos y los burros tenían prohibido el acceso.

El Palacio Real

Royal Palace main doors Fez Morocco
Puertas principales del Palacio Real de Fez.

Dar El Makhzen es el palacio más antiguo de Marruecos, y uno de los más importantes. Se encuentra cerca del barrio judío y de Mellah (uno de los barrios más bonitos de Fez). Al igual que sucede con la mayoría de las mezquitas y palacios del país, no es posible acceder a su interior, pero sí que podrás llegar hasta su enorme explanada y admirar las siete puertas de bronce que conducen al palacio. Están enmarcadas con infinidad de pequeños azulejos de cerámica, son de diferentes tamaños y representan los siete días de la semana y los siete niveles de la monarquía marroquí.

Aprovecha esta visita para pasear por el barrio judío, donde se encuentran antiguas sinagogas, como las de Siat Al-Fassiyine e Ibn Danan (del siglo XVII) y pintorescas casas con balcones que convierten a este lugar en uno de los más bonitos de Fez.