La zona de las Rías Baixas es, probablemente, la más turística de toda Galicia. Las numerosas playas a orillas del Atlántico y las maravillas naturales que puedes encontrar en esta fascinante región son muchos, pero la mayoría de turistas se quedan en el litoral de esta parte de  España, y no se alejan ni un kilómetro de la costa para conocer los increíbles entornos naturales del interior de la comarca de O Salnés.

Aunque en el litoral gallego haya lugares espectaculares, no muy lejos del océano también se pueden encontrar espacios naturales sublimes. De hecho, en los alrededores del municipio de Ribadumia se encuentran algunos de los más extraordinarios de toda Galicia. Muy cerca de la localidad hay varias rutas de senderismo que discurren por parajes magníficos y que son perfectos para los amantes de la naturaleza.

Ribadumia, el lugar perfecto para hacer rutas

Puente de los Padrinos

Puente de los Padrinos en Ribadumia

En la propia web del concejo de Ribaduma se recomiendan hasta tres rutas cerca del municipio pontevedrés. La primera de ellas es la más especial de todas, ya se trata de un conjunto de senderos de varios kilómetros que discurren a orillas del río Umia. Todo comienza en el puente medieval de los Padrinos en Pontearnelas, un núcleo de población cercano, y tras recorrer parajes de ribera impresionantes se llega a Os Castaños, donde se puede enlazar con otro increíble sendero. 

En dicha población, pegada a la localidad de Barrantes, se puede iniciar la fantástica Ruta de la Piedra y el Agua. Esta ruta de más de seis kilómetros es un viejo camino que llega hasta el Monasterio de Armenteira, como se indica en la Mancomunidad de O Salnés, aunque su parte más especial es la primera: la Ruta de los Molinos de Barrantes. 

Ruta de la Piedra y el Agua
Ruta de la Piedra y el Agua

A aunque apenas tenga poco más de un kilómetro de longitud, este tramo es uno de los más espectaculares de todo el norte de España, ya que en él te encontrarás con varios molinos que están erigidos en la cuenca del río Armenteira. Siguiéndola, podremos descubrir los preciosos molinos de Meis y la Aldea Labrega, una representación de la vida rural gallega durante el siglo XX.

La segunda parte de la ruta es más complicada, pero merece la pena completarla solo por los espléndidos parajes que podrás descubrir en ella y por el monasterio del siglo XII que pone punto y final al recorrido. Eso sí, no creas que el magnífico edificio religioso es lo último que queda por conocer en esta bucólica zona de Galicia, ya que Ribadumia guarda otra gran sorpresa. 

El yacimiento arqueológico del Monte de O Castro

Yacimiento Arqueológico del Monte de O Castro
Yacimiento Arqueológico del Monte de O Castro

A apenas unos kilómetros de la localidad podemos descubrir un increíble yacimiento arqueológico, concretamente el del Monte de O Castro. Las excavaciones de Leiro y Besomaño datan de la Edad de Hierro, y se calcula que pudieron estar habitadas entre los siglos IV a.C y I d.C. En la web del concejo de la localidad se indica que fue ocupado y reocupado en numerosas ocasiones, y es perfecto para hacerse una idea de la vida en la comarca hace más de dos milenios.