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La bebida hecha con hierbas aromáticas cultivada en un municipio de Girona
La ratafía y los aromas de Montserrat son licores y cada uno representa una parte esencial de la tradición catalana. La ratafía se elabora a partir de nueces verdes y de una mezcla de hierbas, es una bebida dulce ligada a la vida rural y a las festividades de otoño. Su preparación es artesanal, con recetas que varían entre familias y regiones, pero siempre respetando la tradición de macerar las nueces con hierbas aromáticas. El resultado es un licor complejo, con un sabor característico que evoca la naturaleza y las raíces populares de Cataluña.
Por su parte, los aromas de Montserrat es un licor originado en la Abadía de Montserrat y elaborado con hierbas medicinales recolectadas en la emblemática montaña. Su sabor es más fresco, más herbal y menos dulce que la ratafía y tiene una historia más ligada a la espiritualidad y a los conocimientos botánicos de los monjes benedictinos. Tiene unas notas balsámicas y una complejidad botánica, que evocan al paisaje y el misticismo de esta gran montaña catalana.
A pesar de compartir una base, ambos licores son muy distintos. La ratafía representa el campo, las festividades y el calor del hogar, mientras que los Aromas de Montserrat están más conectadas con la tradición monástica y la botánica. ¿Cuál de las dos prefieres?
El licor catalán que enamora a todos
Bebidas catalanas hay muchas, como por ejemplo las que acabamos de mencionar, pero ninguna como la que te presentamos a continuación. El poniol es un tipo de licor que se hace con una maceración de crema anisada y hierba aromática, que a su vez, es digestiva y se suele recoger de los alrededores de Bruguera, Ribes de Freser, en Girona. Añaden su particular toque de especias y así es como consiguen este particular gusto del licor, que es parecido al que hacían antiguamente en pueblos y casas de campesinos.
¿Por qué se cultiva en Bruguera? Resulta que es un lugar ideal para que crezca el poniol de forma espontánea y exuberante, debido a su clima de montaña, que ofrece veranos suaves e inviernos fríos. Estas condiciones favorecen el crecimiento de plantas que se benefician de una clara diferenciación estacional, permitiendo que los cultivos maduren lentamente y mejoren en calidad. Además, los suelos ricos y bien drenados de la región, junto con la abundancia de agua proveniente de ríos y arroyos de los Pirineos, proporcionan las condiciones perfectas para una agricultura saludable y productiva.
Si quieres probar un buen poniol lo podrás degustar, por ejemplo, de la marca Moliné, los cuales decidieron hacer licor macerando esta hierba tan abundante y especial. Como en todas las recetas, algunas especies más deben añadirse para conseguir equilibrar este sabor tan característico de nuestro de la bebida que tal y como decía la abuela en casa: 'era jugoso el vientre cuando el poniol entra'.
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