CanalViajar20M
El sendero del río Borosa, localizado en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, en la provincia de Jaén (Andalucía), es una ruta extraordinaria que permite a los visitantes contemplar algunas de las aguas más cristalinas de la Sierra de Cazorla. Este recorrido no solo impresiona por su belleza natural, sino también por la variedad de experiencias que ofrece.
Una ruta para "caminar sobre el agua"
Uno de los puntos más destacados es la oportunidad de "caminar sobre el agua" mediante las plataformas de madera que cruzan el río. A lo largo del camino, los senderistas pueden observar una gran diversidad de flora y fauna, así como formaciones geológicas espectaculares que enriquecen el paisaje.
Un trayecto de 7,5 km y dificultad baja
El trayecto es recto y tiene una longitud de 7,5 kilómetros, con una duración aproximada de 3 horas y una dificultad baja, lo que lo hace accesible para la mayoría de las personas, según informa el área de Turismo del Ayuntamiento de Cazorla.
El camino está formado por pistas, sendas y pasarelas, y se caracteriza por su vegetación ribereña, formaciones geológicas interesantes y numerosos pinares. Hay abundante sombra a lo largo de la ruta, y no se requiere autorización especial para recorrerla. Sin embargo, se recomienda llevar protección solar en verano, así como suficiente agua potable y calzado adecuado.
Centro de visitantes Río Borosa
Al comienzo de la ruta, junto al río Borosa, se encuentra el centro de visitantes Río Borosa. Este centro, administrado por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, es un punto clave para los visitantes, brindando información y guía sobre el parque natural.
Cuenta con acuarios que muestran la fauna acuática más representativa de la zona y está adyacente a la piscifactoría del río Borosa, ahora transformada en un centro de investigación y conservación de la fauna acuática autóctona. Desde un mirador interior, los visitantes pueden observar especies como la trucha común y el cangrejo de río, así como anguilas y comillejas.
Inicio del sendero: la piscifactoría del río Borosa
La ruta se inicia en la piscifactoría del río Borosa. Caminando a lo largo de este afluente del Guadalquivir, conocido por sus aguas frías y cristalinas, los senderistas podrán deleitarse con el Charco de la Cuna, una piscina natural con aguas turquesas donde habitan truchas comunes y barbos gitanos.
Durante el recorrido, se puede observar una gran variedad de aves, como el martín pescador y el mirlo acuático, así como la lagartija de Valverde, un reptil endémico de la zona. La vegetación de ribera está dominada por sargas, fresnos y sargatillos.
La impresionante Cerrada de Elías
Uno de los tramos más impresionantes de la ruta es la Cerrada de Elías. Para llegar a ella, se debe tomar un desvío a la derecha que conduce a un sendero rodeado de exuberante vegetación. Esta sección es particularmente notable por las pasarelas de madera que se elevan sobre las aguas del Borosa, ofreciendo una experiencia única de inmersión en la naturaleza.
En la Cerrada de Elías, los senderistas pueden avistar la crasilla o atrapamoscas, una planta carnívora que prospera en las rocas húmedas. Al finalizar este segmento, se encuentra una fuente rodeada de culantrillo de pozo, un helecho característico de las áreas húmedas y sombreadas.
Final del recorrido: la central hidroeléctrica
Continuando por el sendero, se llega a la central hidroeléctrica, construida en los años treinta para suministrar electricidad a varios pueblos de la comarca. La central aprovecha el desnivel del terreno para producir energía limpia.
En este punto, los visitantes pueden observar formaciones de tobas y disfrutar de la vista de cornicabras (un arbusto o árbol pequeño) de porte espectacular. Aunque una señal indica el final del sendero, es recomendable continuar unos metros más para contemplar estas formaciones geológicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario