CanalViajar
A tan solo una hora de Madrid, se encuentra un lugar con un laberinto subterráneo (y muchas maravillas más).
Estamos enamorados de Madrid y Barcelona (¿quién no lo estaría?), pero su gran popularidad oculta tesoros de España que quedan en el olvido. España está llena de auténticas joyas que quedan desapercibida para muchos viajeros, como este pueblo conocido por sus campos de lavanda que rivalizan con los de la Provenza, y por un secreto fascinante bajo su suelo: una red de cuevas de más de 8 kilómetros de longitud.
Estamos hablando de Brihuega, un pequeño pueblo de Guadalajara (y uno de los pueblos de España que parece sacado de una película de Disney), que tiene sus orígenes en la época celtíbera, sin embargo, fue durante el periodo árabe y la Reconquista cuando ganó la importancia que lo convirtió en un referente de la zona.
Aunque la iglesia de Santa María de la Peña, una obra de estilo románico tardío que fue construida en los siglos XII-XIII sobre restos de una mezquita árabe, y el castillo de la Piedra Bermeja, una fortaleza que fue construida durante la época del dominio musulmán y que fue resconstruída durante la Reconquista.
Aunque Brihuega posee auténticos tesoros históricos, es su mundo subterráneo lo que realmente destaca y lo convierte en un destino único (y convenientemente se encuentra a tan solo una hora de Madrid).
El laberinto subterráneo de Brihuega
Bajo las calles de este tranquilo pueblo se extiende un complejo entramado de galerías, pasadizos y cuevas que han sido utilizados desde hace siglos. Estas cuevas fueron excavadas inicialmente entre los siglos X y XI como almacenes para conservar alimentos y vino para aprovechar su temperatura constante y humedad. Con el paso del tiempo, también sirvieron como refugios durante conflictos bélicos y como espacios para actividades comerciales y religiosas.
Entre las más destacadas se encuentra la Cueva de la Iglesia de San Miguel, un espacio espectacular que hoy está abierto al público y ofrece visitas guiadas.
Es interesante destacar que las cuevas están conectadas directamente con edificios históricos en la superficie, lo que evidencia la importancia de este entramado subterráneo en la vida diaria del pueblo durante siglos.
Las maravillas de Brihuega más allá de las cuevas
Aunque las cuevas son una joya única y las debes visitar si tienes la suerte de pasar por Guadalajara, Brihuega también es un pueblo famoso por sus campos de lavanda, que cada verano atraen a visitantes de todo el mundo. Durante la floración, en los meses de julio y agosto, los campos se tiñen de morado y llenan el aire con un aroma característico que los mejores perfumes intentan imitar. Este espectáculo natural se complementa con el Festival de la Lavanda, que se celebra cada año en julio, e incluye conciertos al aire libre y gastronomía única.
Otros lugares que no te puedes perder en Brihuega son la Real Fábrica de Paños, que data del siglo XVIII, y sus jardines, que curiosamente reflejan la influencia de la jardinería francesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario