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Museos llenos de obras de arte de valor incalculable, decenas de palacios que evidencia la grandiosidad que siempre tuvo la ciudad, una majestuosa catedral que corona el horizonte urbano... Florencia es una joya se mire como se mire. La capital de la Toscana enamora a todos los turistas que ponen un pie en ella, deseosos de visitar la Galería Uffizi, la Capilla de los Médici, la Catedral de Santa María del Fiore, la Galería de la Academia y un sinfín más de lugares imperdibles.
Por supuesto, no podemos olvidar el precioso Ponte Vecchio, que cruza el río Arno lleno de tiendas de orfebrería que relucen con sus piezas de oro y plata. Además de la zona central, sobre el puente pasa el Corridoio vasariano, un pasaje elevado que atraviesa la parte superior del puente conectando el Palacio Vecchio con el Palacio Pitti. Y ahora, tras 8 años de cierre, por fin vuelve a abrir al público.
Tras los pasos de los Medici en el Corridoio vasariano
La Galería Ufizzi es una de las visitas imprescindibles en Florencia. Este enorme museo expone desde piezas romanas y griegas del siglo I a. C. hasta obras medievales y renacentistas, como El nacimiento de Venus de Botticelli, Anunciación de Leonardo da Vinci y La cabeza de Medusa de Caravaggio.
Además, es desde esta pinacoteca desde donde se accede a Corridoio vasariano. El Gran Duque Cosimo I encargó la construcción del pasaje de 760 metros de longitud al arquitecto Giorgio Vasari en 1565. El objetivo era que los miembros de la familia Medici pudieran moverse por el centro de la ciudad más fácilmente y sin ser vistos, ya que unía el Palazzo Vecchio, que antaño era la sede del poder político de la ciudad, y el Palazzo Pitti, la residencia familiar.
Así, cruzaba de una orilla a otra del río Arno pasando por el Lungarno degli Archibusieri, el Ponte Vecchio y la iglesia de Santa Felicita. Desde las pequeñas ventanas de la estructura se pueden ver las calles de Florencia desde una posición privilegiada, incluso asomarnos al interior del templo religioso, tal como hacían antaño los Medici para poder asistir a misa sin ser molestados.
Pero el Corridoio vasariano es mucho más que un pasaje. Su interior se fue decorando con obras de arte, creando así una valiosísima colección de autorretratos del siglo XVI al XX y de pinturas del siglo XVII al XVIII que representan episodios importantes de la historia florentina. Ahora, con su reapertura, las obras se han trasladado la Galería Ufizzi.
Precio, horario y cómo acceder
El corredor se cerró en 2016 para poder llevar a cabo obras de restauración, adecuándolo a los estándares de seguridad. Ahora, desde este 21 de diciembre, vuelve a estar abierto al público, y para poder acceder tendremos que reservar la entrada. El precio general es de 43 €, e incluye la entrada a la Galería Ufizzi, mientras que el horario es de martes a domingo de 10:15 a 16:35 horas.
Tras la restauración, el Corridoio vasariano ha recuperado su aspecto original, haciendo que los visitantes viajen a la época en la que los Medici lo recorrían de una punta a otra. Además, ahora es accesible para personas con movilidad reducida, gracias a un sistema de rampas y ascensores.
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