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En España tenemos la gran suerte de poder presumir de que cada región tiene su propio estilo de tapeo, pero la verdad es que pocos sitios pueden competir con la variedad y la cantidad de bares que se juntan en un solo punto de Santiago de Compostela, en Galicia.
La Rúa do Franco, una calle emblemática de la capital gallega, no solo es famosa por su proximidad a la catedral y su historia, sino también por integrar en ella una cantidad sorprendente de bares, tabernas y restaurantes. En 150 metros, esta calle alberga 80 establecimientos, convirtiéndola en un referente único para disfrutar de unas tapas.
El mejor tapeo está en Santiago de Compostela
Recorrer la Rúa do Franco es sumergirse en un verdadero festín de sabores y olores que recogen la esencia de la gastronomía gallega. Además, la estética de los edificios de esta histórica calle crea un escenario increíblemente bonito para disfrutar de unas tapas deliciosas que van desde mariscos frescos hasta platos tradicionales, sin dejar de lado algunas elaboraciones con tintes modernos propios de la alta cocina.
Aun así, el marisco es, sin duda, el protagonista en la mayoría de los menús y cartas de todos los locales. Pulpo, mejillones, almejas, percebes, etc., se preparan de maneras que rinden homenaje a las tradiciones de su región. Pero la oferta no termina ahí: empanadas rellenas de zamburiñas, carnes a la parrilla, bocadillos y platos combinados también tienen su espacio en este lugar que atrae tanto a vecinos como a turistas o peregrinos.
Esta calle no solo destaca por tener un montón de bares, sino también por lo variado de su oferta, pudiendo encontrar locales como A Taberna do Bispo, un restaurante que combina la tradición con un toque moderno en sus tapas y raciones. Sea como sea, hay un lugar, o varios, que se adapta a todos los gustos y bolsillos.
Otras calles icónicas del tapeo en España
Aunque la Rúa do Franco tiene un lugar privilegiado en el mapa gastronómico español, otras calles de nuestro país también son famosas por su oferta de bares y restaurantes. En Logroño, la calle Laurel es un imprescindible para los amantes de las tapas, donde cada local elabora una especialidad diferente y el vino de la región nunca falta. En Zaragoza, el Tubo es un laberinto de callejuelas repleto de bares que combinan tradición y modernidad, perfecto para los vecinos y los turistas que recorren la ciudad.
En Madrid, la calle Ponzano ha ganado popularidad en los últimos años por la convivencia de tabernas tradicionales y gastrobares de moda.
En Barcelona, el barrio del Born es un auténtico imán para los amantes de la buena comida, con callejuelas como la calle Montcada, que está llena de bares de tapas y restaurantes.
Por último, en Málaga, la calle Larios y sus alrededores regalan toda una experiencia gastronómica única, combinando platos tradicionales como pescaíto frito hasta elaboraciones de alta cocina. Además, ese ambiente andaluz , lleno de vida y alegría, invita a quedarse.
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